El Senado italiano llegó hoy a un acuerdo para votar un proyecto de ley que reconocerá las uniones entre personas del mismo sexo, aunque excluyendo la posibilidad de que uno de ellos adopte a los hijos naturales de su pareja y también el compromiso de fidelidad.
EFE
Así lo anunció hoy la ministra italiana para las Reformas, Maria Elena Boschi, que confió en que el texto sea votado, “mañana o como máximo antes del final de la semana”, en el Senado para que pueda proseguir su tramitación en la Cámara de los Diputados.
El proyecto se denomina Cirinná, por el nombre de la senadora Monica Cirinná, del Partido Demócrata (PD), impulsora de esta iniciativa, y contemplaba inicialmente el reconocimiento legal de las uniones civiles de los homosexuales y la posibilidad de adoptar los hijos biológicos del otro miembro de la pareja.
También incluía otros derechos como el de fijar un domicilio conjunto, elegir un apellido común, acompañar a la pareja en caso de asistencia por enfermedad, concederse su nacionalidad o el compromiso de mantenerse fieles.
El proyecto era una de las prioridades del Gobierno del primer ministro italiano, Matteo Renzi, para este 2016, pero su partido, el PD, no podía por sí solo sacar adelante el documento, sino que necesitaba los apoyos de otros grupos políticos.
El texto se ha enfrentado durante semanas a un fuerte obstruccionismo en la Cámara Alta por los detractores y defensores de los derechos de los homosexuales, tanto fuera como dentro de las filas de la formación liderada por Renzi.
Al final, tras semanas de intensos debates, Renzi se ha visto obligado a ceder ante la oposición y eliminar algunos puntos de la ley para contar con el apoyo del conservador Nuevo Centrodestra (Ncd), su socio en el Gobierno y contrario al documento como había sido redactado inicialmente.
Por eso, el proyecto que se votará mañana en el Senado no incluirá el derecho de adopción, ya que el Ncd, liderado por el ministro del Interior, Angelino Alfano, temía que este aspecto incentivara la gestación subrogada.
“La supresión del punto sobre las adopciones es un paso importantísimo porque la cuestión de la maternidad subrogada y el útero de alquiler era insoportable”, afirmó hoy la ministra de Salud, Beatrice Lorenzin.
La titular de Salud apuntó a que, sin embargo, esta decisión por sí sola no era “suficiente”, sino que era necesario también “seguir hablando para que no haya confusiones entre estas uniones y el matrimonio”.
En la misma línea se mostró Alfano que señaló que su grupo “no rechaza los derechos de los homosexuales, aunque sí es contrario a las adopciones y a la equiparación de sus uniones con el matrimonio”.
Por esta razón, la normativa sobre uniones gais verá suprimido también el punto del artículo 3 que establecía que “de las uniones civiles deriva la obligación recíproca de fidelidad”.
Además, el texto simplifica los procesos de separación y permitirá que la pareja pueda conservar un apellido único solo mientras que la unión se mantenga.
Renzi ha celebrado con un mensaje en la red social de Twitter el acuerdo alcanzado, mientras que miembros de su partido han mostrado su rechazo a un texto que, a su juicio, no aboga por la igualdad de derechos de los homosexuales.
“Ya suprimir las adopciones del texto es un error, pero sumar a ello otras cesiones es inaceptable”, ha dicho el diputado del PD, Roberto Speranza.
El acuerdo también ha provocado el rechazo de las asociaciones defensoras del colectivo LGBT que se han manifestado frente a las puertas del Senado italiano con carteles con frases como “no nos representáis”, “mucho más que Cirinnà” o “somos fabulosos”.
Así, decenas de personas se han concentrado para mostrar su descontento con una ley que no cumple sus espectativas y han provocado, durante horas, cortes de tráfico en la calle en la que se encuentra la Cámara Alta, en pleno centro histórico de Roma.