Crisis en Venezuela: La gente está pidiendo un cambio para ver si la situación mejora

Crisis en Venezuela: La gente está pidiendo un cambio para ver si la situación mejora

Aman sits on the sidewalk, while he waits next to others in a line for the elderly outside a PDVAL, a state-run supermarket, to buy chicken in Caracas January 22, 2016.  Venezuela's opposition refused on Friday to approve President Nicolas Maduro's "economic emergency" decree in Congress, saying it offered no solutions for the OPEC nation's increasingly disastrous recession. Underlining the grave situation in Venezuela, where a plunge in oil prices has compounded dysfunctional policies, the International Monetary Fund on Friday forecast an 8 percent drop in gross domestic product and 720 percent inflation this year. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins
REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

El 6 de diciembre de 2015 marcó un hito en la historia reciente venezolana. La oposición al chavismo logró una mayoría calificada (dos tercios) en la Asamblea Nacional que le confirió amplios poderes. El motivo de la derrota del oficialismo, suelen coincidir los analistas, reside en la fuerte crisis económica que atraviesa el país. “Para adquirir una canasta de alimentos se necesitan 11 salarios mínimos”, ejemplifica Andrés Cañizalez, doctor en ciencia política por la Universidad Católica Andrés Bello y consejero académico del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), publica Infobae.

“El pueblo venezolano está pidiendo un cambio para ver si la situación mejora”, asegura en diálogo con Infobae. Lo pone en números: el 85% cree que debe haber un cambio en la conducción del país; el el 74% de los resultados piensa que Maduro no debe terminar su mandato, según las encuestas. Por eso, “los próximos meses en Venezuela pueden estar signados por una salida constitucional del presidente”, considera.

La oposición venezolana ahora goza de una mayoría calificada. ¿En qué medida podrá avanzar con su agenda sin ser bloqueada por el oficialismo?





–Buena parte de la sociedad venezolana recibió con beneplácito y alegría ese resultado. Fue un resultado muy claro en el que se expresó el malestar con el modelo del presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, lo que ha venido ocurriendo durante las primeras semanas del año es que la Asamblea Nacional estuvo cercada institucionalmente y no ha sido respetada por decisiones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que colocó a tres diputados opositores fuera de la AN aduciendo que se tiene que investigar una presunta irregularidad en el estado de Amazonas.

–¿Quién denunció esas irregularidades?

–Resulta llamativo que esas irregularidades no fueron denunciadas por ninguna de las delegaciones que observaron las elecciones. Unasur presentó su informe y en ningún momento refiere a algún ilícito. Sin embargo, el tribunal electoral decidió desincorporar a cuatro diputados –tres de ellos opositores–, con la consecuencia de que una provincia de Venezuela no tiene representación en el Parlamento después de casi dos meses de las elecciones. Los ministros que fueron citados a comparecer tampoco cumplieron, se excusaron. Hay una situación en la que, por un lado, el voto popular fue muy claro para darle un poder a una Asamblea, y, por otro, hay una reacción de las otras instituciones: el gobierno y un TSJ con magistrados nombrados sin cumplir con el procedimiento constitucional.

¿Por qué no se pronunciaron instituciones como la Unasur?

–En Amazonas no hay ningún indicio de irregularidades, por lo que Unasur refrendó lo que vimos los venezolanos: que no hubo ilícitos. Fue una decisión sorpresiva del Tribunal Supremo para intentar romper la mayoría calificada de la Asamblea.

¿Qué posibilidades tiene la MUD de convocar un referéndum revocatorio para destituir al presidente y, en ese caso, de que prospere?

–Hay un clima bastante negativo hacia el gobierno. En estos días se publicaron dos estudios: según el estudio de Venebarómetro, el 85% cree que debe haber un cambio en la conducción del país. Datincorp, por su parte, asegura que el 74% de los resultados piensa que Maduro no debe terminar su mandato y que tiene que haber un cambio. Hay que aclarar que la Constitución de Venezuela introdujo una serie de recursos para que si hay descontento de la población con un gobernante se pueda pedir la revocación de su mandato. Pero no hay una respuesta consensuada de la MUD sobre qué mecanismo activar.

 

¿Cuáles son las opciones de los distintos sectores?

–Hay un sector que plantea el revocatorio, otro plantea una enmienda para reducir el período del presidente, otro sector plantea un cambio total de sistema a través de una Asamblea Constituyente, de una nueva Constitución y, finalmente, hay quienes creen que hay que presionar por la renuncia del presidente. Ahí tenemos un problema: no hay una estrategia única. Cada dirigente opositor está planteando diversas opciones. Pero lo cierto del caso es que sí hay un malestar y un descontento muy grande. En el mediano plazo, eso puede provocar algún tipo de cambio político en Venezuela. Eso dependerá de la estrategia que adopte la oposición y de cómo canalice el descontento.

Siempre es más fácil unirse en contra de un líder que a favor de otro. ¿Cree que la MUD puede sostener una candidatura presidencial unificada?

–El descontento une. Todos estamos descontentos con la figura de Maduro y podría construirse un consenso con relativa facilidad para activar un mecanismo constitucional para poner fin al gobierno. El tema es cómo elegir a un candidato que represente a la oposición. Hay acuerdos políticos previos para realizar elecciones primarias en la MUD. Así se manifestó la esposa del preso político Leopoldo López (Lilian Tintori), que dijo estar a favor de primarias.

¿Quiénes podrían ser los candidatos?

Leopoldo López sería un candidato, pero tendría que pasar primero por un proceso de amnistía para salir de prisión. Henrique Capriles inició en los últimos días una gira nacional recorriendo el país para promover el revocatorio contra Maduro. Él también es un presidenciable. También manifestó interés María Corina Machado. Y, además, el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, que es un viejo dirigente de la socialdemocracia, por su posición pasa a tener un rol determinante en cualquier transición que implique el fin anticipado del gobierno de Maduro.

Usted escribió en un artículo publicado en el diario El Nacional que “la transición recién comienza”. ¿De qué factores dependerá?

–Hay una situación que está empujando esa transición que es la crisis económica sin precedentes en Venezuela. El año pasado tuvimos una inflación en torno al 300% (NdE: el Banco Central informó una inflación oficial del 180,9%), que es la más alta de nuestra historia. Este año el FMI prevé un 700%. Según la Federación Farmacéutica, tenemos una escasez de medicamentos del 80%. Son indicadores difíciles. Para adquirir una canasta de alimentos se necesitan 11 salarios mínimos. Eso habla de un empobrecimiento, de una difícil coyuntura económica. Eso está empujando el descontento contra Maduro; la gente está viendo que esta situación es su responsabilidad y está pidiendo un cambio para ver si la situación mejora. Esto empuja a una transición que ya está activada.

¿Por qué?

–Cuando un 80% de la población dice que a Maduro le toca gobernar hasta 2019 pero que no se puede llegar hasta entonces sino que hay que generar un cambio político e institucional antes. Eso habla de un clima propicio para la transición.

Siga leyendo en Infobae