Alexei Guerra Sotillo: Sembrar la exclusión

Alexei Guerra Sotillo: Sembrar la exclusión

thumbanailalexeiguerraUno de los rasgos más nocivos de todo caudillismo, en especial el que surge de la adoración de charreteras y fusiles, como expresión histórica y socio-cultural, es la idea según la cual los militares están por encima de los civiles, cuando de asuntos de Estado y de gobierno se trata. Con Chávez, esa lamentable idea, devino signo y sustento de los últimos tres lustros, de progresivo secuestro de los Poderes Públicos y destrucción de las bases legales y materiales de la actividad productiva particular y privada en el país.

Atrincherado en su obcecación y delirio ideológico, Maduro conduce al país por el lodazal de la escasez, una inflación de proporciones astronómicas, una crisis humanitaria de medicinas y medicamentos, el agotamiento de los inventarios alimenticios, y un clima de anomía y caos en el que se mezclan la tensión social creciente en importantes sectores de la población por su empobrecimiento acelerado, la ausencia de respuestas, y el asedio impune de mafias, malandros y pranes, risueños ante la impunidad reinante y la auge del delito hecho industria.
A decir de las actuaciones del Presidente, y del Poder Legislativo, el choque institucional es inminente. Pero en vez de reconocer el fracaso del modelo abiertamente anti-empresarial de controles, regulaciones, expropiaciones y estatizaciones, Maduro opta por mantenerlo y profundizarlo, apelando al sector militar. Y claro está, a esa balurdez propagandística y goebbeliana de la “Guerra Económica”.
En ese boxeo de sombras, en esa incontinencia de nombres, pompa y hueca grandielocuencia, Maduro anuncia el Plan Zamora Bicentenario, el cual “fusiona los motores Agroalimentario y de Industria Militar (…) con el objetivo de obtener 1 millon 113 mil toneladas de alimentos, el cual abarcará 470.569 hectáreas y contará con la movilización de 97 unidades de producción socialista, 135 casas de cultivos, 114 granjas piscícolas, dos fundos zamoranos y 66 granjas camaroneras” (El Impulso, 28-2-16).
Y es inevitable preguntarse ¿Y qué pasa con los productores agrícolas del país?¿Los ganaderos, los agricultores, los cañicultores, cafetaleros, que esperan mejores condiciones de todo tipo para aumentar la producción de esos y muchos otros rubros? ¿No ha sido suficiente el desangre de la corrupción roja rojita para entender la costosa e inmoral ineficiencia del Gobierno para dedicarse a cualquier cosa que se le ocurra, asfixiando, destruyendo a la empresa privada, al tejido industrial y productivo venezolano? ¿No han entendido que ni aquí, ni en ningún país del mundo, nadie trabaja, ni invierte, ni produce a pérdida, y sin garantías de su esfuerzo y propiedad?

El estado ruinoso del país, de colas interminables, de distribución de la miseria y de exaltación del espejismo comunal como soterrada vía de sometimiento y control social, es su trágica carta de presentación. En las próximas horas, posiblemente la oposición se pronuncie sobre el mecanismo político y constitucional que activará para lograr el fin del gobierno de Nicolás Maduro. Mientras tanto, el Presidente camina en la cuerda floja de la legitimidad pérdida, cuerda que parecen sostener en un extremo su TSJ y en el otro la FANB. En el interín, siguen ignorando al país, sembrando la exclusión.
@alexeiguerra