Juan Guerrero: ¡Adeco!

Juan Guerrero: ¡Adeco!

thumbnailjuanguerreroNo creo exagerar cuando afirmo que en Venezuela la única organización política que ha creado una cultura partidista ha sido Acción Democrática.

Curiosamente el apelativo “adeco” fue una contracción (accióndemocratista-comunista) elaborada por sus adversarios para desprestigiar a la organización blanca.

En sus inicios Rómulo Betancourt no ocultaba sus cercanías y simpatías con la revolución soviética, que le llevaron a ser uno de los fundadores y miembro del Buró Político del partido comunista costarricense.





Cosas bien significativas ocurrieron en Acción Democrática, entre ellas la serie de divisiones (las más famosas, Movimiento de Izquierda Revolucionaria, Movimiento Electoral del Pueblo) hasta el resto de pequeñas fracciones y fusiones, dando, además de hijos, hasta nietos, como Alianza Bravo Pueblo y Un Nuevo Tiempo.

Total que desde su fundación, hace poco más de 70 años, la organización blanca en la actualidad se presenta como la joven, experimentada y deslumbrante AD que siempre ha estado presente, junto al pueblo.

Y esto último lo indicamos, toda vez que para sobrevivir al régimen chavizta, debió hasta cambiar de disfraz y dejar que su militancia, dirigentes de base incluidos, cerraran filas en la estructura militarista del Psuv, cual peregrinos de una larga muchedumbre de desahuciados, desengañados y traicionados amigos, simpatizantes y militantes, quienes se hicieron psuvianos, por no querer dejarse freír las cabezas.
Pero ni Hugo, y menos ahora, Nicolás, pudieron vencer la tradición ni la experiencia que a lo largo de décadas forjó el partido de Rómulo.

Considero que Acción Democrática no solo ha sido capaz de asimilar la derrota en su momento, también de reconstruir un partido, organizándolo desde sus mismos cimientos, desde sus bases: estudiantiles, obreras, campesinas y demás centros de poder popular y de otras esferas no tan populares pero sí influyentes.

Pero la tragedia que viven los psuvianos militaristas es precisamente el abandono de sus filas de aquellos que siempre han sido y seguirán siendo, adecos.

El Psuv, como ya en otros escritos lo hemos indicado, estrictamente no es un partido político. No posee cultura ni menos tradición política en el acontecer venezolano. Ha sido solo una inmensa emoción, nucleada alrededor de un caudillo, de la más rancia tradición militarista.

Amalgamar, sintetizar y construir una ideología propia siempre fue un imposible para los psuvianos. Eso de colocar en una licuadora pensamientos dispares, como bolivarianismo, marxismo, cristianismo, socialismo, comunismo, además de traer cadáveres desde la morgue de la historia, como Stalin, el Ché, Ho Chi Ming, Lenín, Mao, Mariátegui, entre tanta gente extraña a la idiosincrasia venezolana, creó un imaginario enrevesado y truculento en el venezolano, quien no tuvo y ahora menos lo posee, tiempo ni ganas para conocer de esos y otros personajes, como Norberto Ceresole o Noam Chomsky.

Leo y escucho por los medios de comunicación a los testarudos defensores del régimen quienes continúan, en medio del estiércol que produjeron, defendiendo, con sus tesis ideológicas, que el socialismo vencerá. Que no se rendirán.

Pero, ¿realmente creen que esta desolación puede llamársele socialismo? ¿Es cierto que la Venezuela miserable del siglo XXI, con niños padeciendo leucemia y cáncer, y teniendo que salir a la calle a pedir sus medicinas, sea un sistema revolucionario y socialista?

Francamente llamemos a las cosas por su nombre: Venezuela, los ciudadanos, nos encontramos frente a un régimen absolutamente déspota, militarista, arbitrario y corrompido. Y responsablemente afirmo que existe una emergencia nacional; sea en la seguridad ciudadana, alimentaria y sociosanitaria.

No son AD ni su dirigencia, la salvación nacional. Eso es obvio. Pero ciertamente que frente a esta podredumbre llamada chavizmo (-así, con Z, de hegemonía familiar/militarista) los adecos son unos niños de pecho.

Como dice el sabio refranero venezolano. El primer milagro de san Chávez, ha sido resucitar a los adecos. Se les ve sonrientes. Encorbatados, familiares, adecentados, guapos y apoyados.
“Los muertos que Chávez sepultó, gozan de buena salud.”

(*) [email protected] TW @camilodeasis