De pronto un día, nuestros más cercanos afectos, los conocidos y los amigos que en un momento dado nos marcaron de entrañables recuerdos desaparecen trayendo consigo un halo de nostalgia junto al anhelo de echar el tiempo atrás para la despedida.
Manuel Cova mi amigo de muchos años, hombre integral y luchador sindical, demócrata a carta cabal; sentó sus orígenes en la sociedad a pulso de una labor infinita por los trabajadores venezolanos. No hay mancha que enturbie su desempeño. Y en base, a su historia, nos lleva a preguntarnos ¿qué significa la reivindicación de aquel que entrega sus días al trabajo que le compete?
Se entiende por ese concepto, reclamar con vehemencia lo que nos pertenece como resultado de nuestro esfuerzo. Manuel Cova fue un grande, un hombre con altísimo compromiso social, con altísimo sentir hacia el prójimo, defensor de quien, en algún punto de su vida exigía en sus adentros respeto por su diaria labor; de eso se encargó Manuel Cova. Él cómo venezolano ejemplar, como venezolano luchador se entregó con pasión a su rol de dirigente sindical.
Era un ciudadano con una voz tan alta que ensordecía hasta el más indiferente, sus proclamas por la justicia e igualdad salarial para todos se transformaba en un eco imposible de ignorar, así como él mismo repetía incesantemente “con salarios miserables no mejora la economía”, al tiempo que le refutaba a Nicolás Maduro, “señor Presidente, es urgente incrementar los salarios de todos los venezolanos”. La CTV fue su nido, ese que le permitió echar raíces representando esa institución pregonando, llevando dignamente su investidura, Secretario General de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, “la CTV exige que se respeten los derechos humanos en todas las fronteras”.
Un buen día el confidente y compañero Manuel Cova desapareció físicamente dejando un grato recuerdo, abrazado de melancolía. La tristeza que nos dejó su pérdida. Desde mi corazón extiendo mi sensible condolencia a su familia y amigos. Hasta siempre, aliado Manuel Cova.