Obama y Castro acuerdan iniciar un diálogo sobre DDHH entre EEUU y Cuba

Obama y Castro acuerdan iniciar un diálogo sobre DDHH entre EEUU y Cuba

(foto REUTERS/Carlos Barria)
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Luego de una reunión histórica en el Palacio de la Revolución en la ciudad de La Habana, los presidentes Raúl Castro y Barack Obama ofrecieron una declaración conjunta de lo que será el avance en los acuerdos bilaterales.

EFE / Reuters

El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó hoy que “el destino de no debe ser decidido por EEUU o ningún otro país”, aunque advirtió que su país seguirá reclamando el derecho del pueblo cubano a decidir su destino.





“El futuro de Cuba lo tienen que decidir los cubanos y no por nadie más”, aseveró Obama en una declaración a la prensa tras una reunión de más de dos horas con su homólogo cubano, Raúl Castro.

Asimismo, ambos mandatarios acordaron ahondar en el diálogo sobre Derechos Humanos, sobre el que planean una discusión de manera directa. Esperan que las diferencias entre ambos países y poder seguir avanzando.

Obama asegura convencido que el embargo sobre Cuba “va a terminar”

El presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró hoy en La Habana estar convencido de que el embargo económico que su país mantiene sobre Cuba desde hace más de medio siglo “va a terminar”.

Obama sostuvo que el hecho de que cerca de 40 legisladores, entre ellos varios republicanos, le acompañen en este viaje a Cuba es una muestra de que existe cada vez más presión dentro del Congreso de EE.UU. para poner fin al embargo.

Según Obama, esa política vigente desde hace más de 50 años “no ha servido a los intereses” de Estados Unidos ni a los del pueblo cubano.

El mandatario recordó que él ha tomado varias medidas ejecutivas para relajar las restricciones del embargo, pero que su eliminación completa depende del Congreso estadounidense, cuyas dos cámaras controlan en la actualidad los republicanos.

También dijo que su Gobierno continúa evaluando algunos “aspectos técnicos” del embargo para determinar si es posible adoptar más flexibilizaciones.

“Lo que hicimos por cincuenta años no sirvió ni nuestros intereses ni a los cubanos. Si seguimos haciendo algo repetidamente que no ha funcionado, tiene sentido intentar algo nuevo”, indicó el presidente estadounidense.

En una entrevista con la cadena CNN en Español antes de su viaje a Cuba, Obama anticipó que el embargo sobre Cuba será eliminado durante la Presidencia de su sucesor, ya sea un demócrata o un republicano.

“No vemos a Cuba como una amenaza para Estados Unidos”, dijo también Obama en un momento de la comparecencia junto a Castro tras la larga reunión que mantuvieron ambos en el Palacio de la Revolución

Castro, por su parte, destacó la disposición de su Gobierno a seguir avanzando en la normalización de relaciones con Estados Unidos e insistió en que el embargo sigue siendo el principal obstáculo para el desarrollo de Cuba.

Más temprano

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió  el lunes con su homólogo de Cuba, Raúl Castro, en el segundo día de una histórica visita a la isla que busca sellar el acercamiento entre los otrora rivales de la Guerra Fría.

Luego de un breve tour por el enorme monumento al héroe cubano José Martí, Obama y Castro empezaron, muy sonrientes, su tercera reunión cara a cara al interior del Palacio de la Revolución, ubicado en una explanada decorada con relieves de los guerrilleros Ernesto “Che” Guevara y Camilo Cienfuegos.

Una visita del presidente de Estados Unidos al corazón del poder político cubano, durante décadas abiertamente antiestadounidense, habría sido impensable antes de que los viejos enemigos acordaran, a fines del 2014, acabar con más de medio siglo de agresiones diplomáticas recíprocas.

“Nuestra intención siempre ha sido conseguir el puntapié inicial, sabiendo que el cambio no iba a suceder de la noche a la mañana”, dijo Obama en una entrevista que ABC News transmitirá el lunes. “Nos pareció que viniendo (a Cuba) podría maximizarse nuestra capacidad para impulsar más cambios”.

En abril del año pasado Obama y Castro tuvieron un primer tête à tête de media hora en la Cumbre de las Américas en Panamá. Cinco meses después volvieron a juntarse durante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.

A pesar de haber relanzado sus vínculos bilaterales, Washington y La Habana aún mantienen profundas diferencias. Las autoridades cubanas consideran el embargo económico impuesto por Washington en 1962 como el principal obstáculo hacia la normalización total de sus relaciones.

Cuba exige, además, la devolución del territorio donde se levanta una base naval estadounidense en la bahía de Guantánamo, así como el cese de transmisiones de radio y televisión dirigidas a su territorio.

En su último año en el poder, y con las amenazas de algunos aspirantes republicanos a la Presidencia de romper relaciones con Cuba, Obama está decidido a que no haya vuelta atrás en el proceso de normalización de ambos países, apenas separados por 145 kilómetros pero enfrentados por décadas.

REUTERS/Carlos Barria
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¿MÁS REFORMAS?

Críticos de Obama en Estados Unidos están pidiendo al mandatario de 54 años que conmine al gobierno cubano a aceptar el disenso político y a permitir una mayor apertura de su economía modelada al estilo soviético.

Los asesores de Obama han dicho que durante su viaje el presidente va a presionar por más cambios económicos y un mayor acceso a internet para los cubanos, pero cualquier apertura política luce improbable.

“Una de las cosas que anunciaremos aquí es que Google tiene un acuerdo para comenzar a establecer más acceso a wifi y banda ancha en la isla”, dijo Obama a ABC News el domingo.

El costo de conexión a internet en Cuba es prohibitivo y menos del 4 por ciento de hogares tiene acceso a la red, según cifras de Naciones Unidas.

Y a pesar de que en el último año el gobierno instaló en plazas públicas internet inalámbrico por primera vez, Cuba sigue estando muy rezagada, ya sea por el férreo bloqueo impuesto por Estados Unidos o por preocupaciones sobre el flujo de información en un país con el monopolio de los medios de comunicación.

“Todavía tenemos mucho trabajo por hacer”, explicó Obama a la ABC News. “Creo que es muy importante no vernos como los agentes de cambio aquí, sino más bien para alentar y facilitar a los propios cubanos para lograr esos cambios”.

Pero el canciller cubano, Bruno Rodríguez, dejó clara la postura de su gobierno días antes de la llegada de Obama.

“No está sobre la mesa ninguna negociación sobre nuestros asuntos internos”, dijo a periodistas en la semana. “Cuba no renunciará ni a uno sólo de sus principios ni a su política exterior de defensa de las causas justas de los pueblos”.

Luego de reunirse con Castro, Obama participará en un foro empresarial y, por la noche, volverá a ver a Castro para una cena de Estado en el Palacio de la Revolución.

Uno de los eventos más esperados es el discurso que Obama ofrecerá el martes y que será trasmitido en vivo por la televisión estatal. Ese mismo día, planea reunirse con un grupo de disidentes y luego asistir a un partido de béisbol entre los Tampa Bay Rays y la selección cubana.

Después de esos eventos, acompañado de su esposa Michelle y sus dos hijas, Obama viajará a Argentina buscando recomponer la relación con la tercera mayor economía de Latinoamérica, diez meses antes de que abandone la Casa Blanca. Reuters

 

(foto @USEmbCuba)
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