El parque floral “Keukenhof” rinde homenaje al Siglo de Oro holandés

(foto EFE)
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El parque floral ‘Keukenhof’, el más grande de Europa, hará este año un homenaje al Siglo de Oro holandés con un enorme mosaico y expondrá 7 millones de flores en una extensión de 32 hectáreas hasta el próximo 16 de mayo.

Si algo marca la llegada de la primavera en Holanda (gran productor mundial de flores) es la apertura de puertas del ‘Keukenhof’, el cual lleva desde 1950 haciendo disfrutar a sus visitantes con sus jardines florales y está situado en Lisse, a media hora en autobús de la ciudad universitaria de Leiden.

Pasear por sus jardines es asistir a una deflagración de colores a cámara lenta. Cada esquina, cada extensión de terreno está pensada al milímetro para que tulipanes, narcisos, crocos, jacintos y rosas, entre otras flores, florezcan al mismo tiempo formando cuadros en la tierra dignos de los pintores del siglo de oro holandés.





Esta época es precisamente el tema de este año en ‘Keukenhof’. Durante el siglo XVII, Países Bajos vivió décadas de prosperidad en el comercio, la ciencia y el arte.

“Un poco antes de ese periodo llegaron los primeros tulipanes a Leiden provenientes de Turquía. Por aquella época se pensaba que tenían un efecto medicinal y eran mucho más pequeños que los actuales”, explicó a Efe Karin Hoogland, directora de ventas del ‘Keukenhof’.

“Luego se convirtieron en una flor de moda y los comerciantes ricos de Amsterdam los tenían en sus jardines”, afirmó Hoogland.

Un mosaico de 100.000 flores en 250 metros cuadrados servirá al ‘Keukenhof’ para conmemorar esta época. En él se podrá ver un barco comercial entrando por los canales de Amsterdam, recordando la etapa en la que el comercio marítimo marcaba la vida de la ciudad.

Aunque los bulbos de este mosaico aún no han florecido, desde el parque esperan que las flores se dejen ver “dentro de una o dos semanas”, dijo Hoogland.

La organización del ‘Keukenhof’ no es fácil. Solo abre dos meses al año pero la preparación de sus jardines empieza mucho antes, cuando Martin Elling, diseñador del parque, contacta con decenas de cultivadores holandeses.

“Él sabe qué tipo de flores tienen. A partir de ahí hizo el diseño del parque, pidió las cantidades que necesitaba y en septiembre llegaron los primeros bulbos”, explicó Hoogland.

En octubre 40 cultivadores empezaron a introducirlos en la tierra, “en varias capas, lo que llamamos “técnica lasaña”.

Esta forma de plantar posibilita que cuando las primeras flores empiecen a morir, estas puedan ser arrancadas para dejar que la siguiente capa de bulbos florezca, alargando así los días en los que los jardines están en su esplendor.

En un paseo por el ‘Keukenhof’ el visitante se siente como si estuviera en una gran urbe cosmopolita y floreada donde escucha decenas de idiomas diferentes.

Aproximadamente un 25 % de los visitantes son holandeses, lo que significa que un 75 % vienen de fuera.

De este grupo “los que más son alemanes, franceses, belgas, ingleses y estadounidenses, aunque notamos que en los últimos años vienen mucho de Indonesia, Malasia, India y China”, dijo Hoogland.

Según datos del propio parque, tanto el año pasado como el anterior superaron el millón de visitantes y para 2016 esperan recibir como mínimo a 800.000 personas.

Además de los jardines, el ‘Keukenhof’ cuenta con varios pabellones que albergan flores en interiores.

El pabellón Juliana relata la historia del tulipán y explica cómo cultivarlo, mientras que en el Oranje Nassau se pueden ver cuadros florales dedicados al Siglo de Oro holandés.

El Willem-Alexander, el más grande de todos, alberga diferentes muestras de tulipanes y una exposición de lirios desde el 10 de mayo. Por último, el pabellón Beatriz enseña una bonita muestra de orquídeas. EFE