Julio César Arreaza B.: Barco a la deriva

Julio César Arreaza B.: Barco a la deriva

thumbnailjuliocesararreazaDespués de 17 años de ejercicio infructuoso del poder por un régimen depredador, Venezuela se convirtió en un barco a la deriva que hace aguas. No tiene rumbo norte, bajo los designios de la camarilla autoritaria vamos directo al abismo. El heredero no hace otra cosa que estirar la agonía. Los que hemos dado la pelea a la ignominia durante este aciago tiempo, hoy le encontramos más sentido a la lucha democrática, es ahora cuando más queremos estar presentes en Venezuela.

El mundo que nos era indiferente y hasta hostil, por fin se ha dignado poner su mirada y entender la oscura realidad venezolana azotada por un régimen tenebroso, apuntalado apenas por una camarilla militar corrupta y una camarilla judicial express totalmente desprestigiadas. El mundo ha cobrado conciencia de la sacrificada lucha que estamos librando los venezolanos por recuperar la democracia y la libertad y fundar unos poderes públicos probos y verdaderamente independientes.

Nos anima voltear hacia Brasil y observar como unos poderes independientes van cada día arrinconando a unos gobernantes corruptos que mintieron y engañaron al pueblo, manteniéndolo un tiempo determinado anestesiado dentro de una burbuja de bienestar pero con techo de vidrio.





Una Argentina depredada en los últimos 12 años por una pareja hegemónica- demagógica se abre paso a una impactante transformación democrática y saneamiento económico- social. El presidente Macri está resultando un gran líder, marcando rumbo en América Latina, y la cuestionada Cristina K- alguna vez empoderada en un macrocefálico Estado- poder corrupto dispensador de bienes amparado en una larga bonanza fincada en el incremento mundial de los comodities- , amanece todos los días con la amenaza de un nuevo juicio.

Fijémonos en un ejemplo virtuoso: el de Macri, éste tiene minoría parlamentaria pero levantó y blandió la verdad y la transparencia, creó unas expectativas de producción y productividad en la sociedad decepcionada de tanto engaño, y ésta aceptó atravesar un desierto por un período relativamente corto y necesario de sacrificios.

La nueva Asamblea Nacional venezolana, recientemente legitimada, avanza con firmeza en medio de un atenazamiento de un TSJ express que echa para atrás cada una de sus leyes. Más temprano que tarde se impondrá el poder electo frente a unos funcionarios mal designados e incompetentes. Se impondrá la soberanía popular sobre un Rey que vemos desnudo.

Ya tenemos Ley de Amnistía, cumplimiento de un claro mandato popular, y también Bono de Alimentación y de Salud para nuestros abuelos tan humillados inhumanitariamente por un régimen forajido; y se avanza rumbo norte en la recomposición del hoy corrupto TSJ.