José Machillanda: Padrino López y el partido político en armas

José Machillanda: Padrino López y el partido político en armas

El fracaso del régimen autocrático neomilitarista es de tal dimensión que ha tenido que llamar al Ministro de la Defensa como representante del Partido Político en Armas para que califique de “adefesio” la Ley de Amnistía surgida de la decisión libérrima de la mayoría calificada de los 112 diputados de la Asamblea Nacional. Padrino López en su nuevo rol, obnubilado e ignorante, le cuesta comprender que desde el 6D la mayoría de los venezolanos decretó un cambio político por la vía constitucional. Cambio político categórico que significa un nuevo orden social, con un nuevo gobierno que apunte definitivamente a la democracia postmoderna. El Partido Político en Armas encabezado por Padrino López asume, en consecuencia, las funciones de: comunicación, canalización y expansión del MBR-200, pero sin saber lo que eso significa, en la más crítica coyuntura del gobierno de Nicolás Maduro.

El ambiente político real después del 6D no está para que la sociedad venezolana tolere el asunto y la sin razón de un General que, cercano al caudillo y al caudillismo, pretende como representante del Partido Político en Armas crear una tensión mayor como consecuencia de su desconocimiento de lo establecido en la Constitución. Además, su abuso en la creencia de que el militar puede intervenir, interferir o desviar la voluntad soberana que representan los 112 diputados que legislan, vigilan y controlan un tránsito político difícil, en el cual decidió promulgar la Ley de Amnistía como responsabilidad que le es intrínseca y expresión de la voluntad de la mayoría democrática de los venezolanos.

El Partido Político en Armas se muestra en la escena política del tránsito con la atorrante declaración de Padrino López sobre la Amnistía creyendo él que impunemente puede cumplir la función de comunicación, canalización y expansión del PSUV en franco desmoronamiento y huída. Desmoronamiento y huída por cuanto su dirigencia política muestra una exponencial corrupción, potencia el latrocinio, es irresponsable en sus funciones de gobierno y ha sido incapaz de resolver las demandas prescritas y pospuestas de los venezolanos, además de negar y admitir el 6D como voto ético. El Partido Político en Armas y su representante constituyen un desafío más para los venezolanos demócratas que estamos convencidos de que Venezuela tiene le legítimo derecho de reinstalar la democracia en el cuarto lustro del s.XXI, no obstante la abusiva y torpe declaración del General que acciona como Jefe del Partido Político en Armas.





Ese Partido Político en Armas es el fruto de la ejecución perversa, intencionada e interesada del régimen marxista militarista sobre un componente militar que fue profesional y profesionalizado. Ese Partido Político en Armas refleja a los golpistas del 4F, quienes por ignorantes entienden la política como guerra y se alejan de la concepción civilizada como construcción, creación, desarrollo y acuerdo. Es ese primitivismo, y el primitivismo de Padrino López, lo que ha permitido que el elemento militar durante los últimos 17 años se entendiese –con la tolerancia y anuencia de las Cúpulas Militares Claudicantes y Sumisas- como un factor de cambio social, para lo cual se relajó en el profesionalismo, se potenció la milicia, se adhirieron al gobierno, formaron partes de mafias y, después… accedieron a la condición de partido político en armas. Partido político en Armas para servir de maquinaria de comunicación del régimen, factor de canalización de la supuesta revolución y expansión de la absurda noción de la unión cívico-militar.

Padrino López pretende jefaturar el Partido Político en Armas y en hiato estrecho con quien transitoriamente ejerce el Poder Ejecutivo aparece en la Comisión de la Verdad, proponiéndose con ello desorientar, confundir y contener el ambiente político real que vive Venezuela y sirve Padrino López como sujeto maquinaria de comunicación para el gobierno. Padrino López juega a la desesperanza y aflicción del venezolano que votó éticamente el 6D y cree que en su pervertido papel de difusor sin escrúpulos, sin conocimiento y violando la Constitución logrará impactar la opinión pública para generar un espasmo y desaliento en el ambiente político real democrático. Ésta maroma burda y conducta inmoral refleja su desconocimiento del gen democrático del venezolano, pero además subestima el crecimiento del liderazgo político emergente.

Padrino López desconoce la seria deserción que muestran las masas del PSUV –hoy maltratadas, olvidadas y subestimadas- como consecuencia del latrocinio de quienes gobiernan y, para su sorpresa, son masas que han decidido deslastrarse de lo que hasta ahora se llamaba revolución pacífica pero armada. El Jefe del Partido Político en Armas se imagina, en función de su imaginario político real –nunca clausewitziano y menos profesional-, que en su función de canalización pudiera contener las enormes masas de desertores psuvistas afligidos y avergonzados de acompañar a este absurdo y anacrónico proyecto, que lo único que ha sembrado es miseria, descontento y corrupción.

Padrino López fracasa en su primera gestión como Jefe del Partido Político en Armas por cuanto no logra comunicar, canalizar y, peor aún, expandir. Fracasa por cuanto lo que sufre el cuerpo societal venezolano ante la grave crisis humanitaria es consecuencia de la ineptitud del régimen, razones para que el PSUV se adelgace y quizás minimice. Lo que crecerá definitivamente en Venezuela con el cambio político decretado el 6D serán los demócratas para re-democratizar a Venezuela. Reconstrucción de la democracia decretada el 6D con lo cual Padrino López, como Jefe del Partido Político en Armas, le anotará un hecho doloroso y vergonzoso al elemento armado, quien ya sufre un rechazo de la mayoría de los venezolanos por los hombres en armas fichados en la Lista Clinton y los numerosos y grandes corruptos parte del gobierno que como militares hace tiempo dieron la espalda a la institución y a la Historia.

Padrino López es el responsable de un nuevo fracaso por creerse el exabrupto -como General y Jefe de la Cúpula Militar Claudicante- que podría taponear el más grave desastre político, económico, social y humano que ha venido sufriendo Venezuela por sus gobernantes ineptos. El General, Ministro de la Defensa y Comandante Operacional representante del Partido Político en Armas, como un recurso extremo, no podrá reordenar las huestes del PSUV y mucho menos atemorizar a quienes hemos decidido un cambio político categórico y jamás reconoceremos al jefe de un partido político en armas que constituye la más grave regresión de la ecuación política venezolana.

Es auténtico,

Dr. José Machillanda

Director CEPPRO

@JMachillandaP