Ángela Vera Lefeld: Guerra contra Venezuela hay que revertirla

Ángela Vera Lefeld: Guerra contra Venezuela hay que revertirla

thumbnailangelaveralefeldNo tengo nada que ofrecer sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor.”

Winston Churchill

Más que en crisis humanitaria está Venezuela, el comunismo de los Castro-Chávez y Maduro de polvo cósmico nos ha matado en apenas 17 años y pretenden seguir en el poder. Si los dejamos el país desaparecerá.





De hambre a hambruna

La situación de escasez de alimentos en Venezuela ha llegado a límites nunca vividos por los venezolanos en los últimos 17 años. En un reciente estudio de Reuters, que se fundamentó en barriadas de Petare-Caracas, se pudo confirmar en una consulta de 1.500 hogares que 87% está comiendo dos veces al día. Las personas alegan que si desayunan no almuerzan, y si almuerzan no cenan.

La escasez se ha vuelto pesadilla; todos los planes revolucionarios de Nicolás Maduro y su mismo “decreto de emergencia” han fallado y peor aún, las cadenas diarias por televisión demuestran que se siente contra la pared. Su curul lo está racionando porque no hay ni para bachaquear. ¡Aprovechar esta ocasión es buscar la salida!

Guerra ha sido el cierre de sus mercales y pedevales en el interior del país en inclusive en Caracas; tan solo encapillado el hombre dentro de las oficinas públicas, escoge un sábado para venderle las bolsas podridas a sus funcionarios y sale, no solo de crespos hechos por los jala mecates de oficio, sino con trifulcas que ya no puede ocultar él ni sus custodios colectivos de la verbena-sorteo que hacen a puerta cerrada porque los mismos empleados, gritan, golpean y amenazan con contar a los medios cómo es el modus operandi. La distribución prometida de cada ocho días entregarles las bolsas, no funcionó, se tardan hasta 21 días y viene de “vaca flaca”  sin nada y a un precio de 1. 800 bolívares que se niegan a pagar.  ¡A punto de implosión están los empleados dentro de los ministerios y  otras oficinas del régimen!

Hospitales se alzan

Maduro no tiene neuronas para resolver los problemas más urgentes que palpitan en nuestros hogares; vivimos en una emergencia perpetua.  En la calle, la gente se pregunta, ¿Hasta cuándo resistiremos vivir de urgencia en urgencia? ¿Hasta cuándo nos vamos a calar los racionamientos de agua? ¿Hasta cuándo el racionamiento eléctrico? ¿Usted no está harto de hacer horas de horas de colas para buscar alimentos?

Y lo más grave, la salud en coma: ¿Por qué más padecimientos de enfermos por falta de medicinas? ¿Hasta cuándo los hospitales sin poder brindar debida atención médica? ¡No me la calo más! Es el lamento de los de a pie en  los buses y metros del país.

 

El jueves de la semana pasada, médicos y pacientes del Hospital General Dr. José Ignacio Baldó conocido como Hospital El Algodonal, protagonizaron una protesta en las instalaciones del nosocomio para denunciar la carencia de insumos y el cierre técnico de al menos siete especialidades: cirugía cardiovascular, cardiología, pediatría, medicina interna, radiología, obstetricia y ginecología. ¡En coma nuestras vidas!

La crisis es mundial... ¡si Luís!

La crisis es mundial… ¡si Luís!

Los médicos indicaron que la escasez de insumos, compromete la operatividad del complejo integrado por cuatro instituciones asistenciales. De 850 camas que arquitectónicas que dispone el lugar, solo 200 están presupuestadas. Sin estar preparado para ello, Gustavo Machado, médico adjunto del servicio de cirugía, relató a los medios que en una ocasión debió culminar con la escasa luz de un teléfono una intervención que practicaba a un paciente en el esófago. Las fallas de energía eléctrica son recurrentes en todo el territorio nacional.

De cuatro quirófanos que dispone el servicio de cirugía, solo dos están operativos. El panorama, coinciden los médicos, es poco alentador en una institución que permanece con los grifos abiertos aguardando por la llegada del agua. “Solo dos veces por semana nos abastecen de la calle. Los médicos residentes tienen cinco meses sin cobrar”, así lo reveló el representante del Sindicato de Empleados Públicos del Ministerio de Salud. Félix Romero.

Ese mismo día, el Hospital JM de los Ríos, protestó contundentemente a las afueras de la emergencia  por  escasez  de insumos médicos, las malas condiciones de infraestructura y precario salario que reciben los trabajadores del centro médico.

Entre gritos, se escuchaba: “Tenemos deficiencias de insumos. No contamos con rayos X desde hace 6 meses. En las unidades de terapia y emergencia no hay equipos portátil.

Dieron un ultimátum al gobierno de facto para que de una vez por toda, atiendan la situación del hospital donde diariamente se tratan a más de 100 niños y que se ven afectados por las deficiencias del centro sanitario y le reclamaron a Miraflores, no más distribución de medicamentos vencidos.

Al momento que escribo esta crónica, datos obtengo de cuántos niños han fallecido este año: en tres hospitales del país se cuentan222 bebés fallecidos en la maternidad Concepción Palacios, Hospital Universitario de Caracas, y el hospital Central de San Cristóbal. ¡Crimen de lesa humanidad!

 

Estallidos y balas

El Poder Judicial se dedica a diario  a la persecución política en lugar de atender sus deberes con respecto a la inseguridad ciudadana. Ya no es Caracas, la ciudad más violenta del mundo, la inseguridad como política de Estado va traspasando cifras en cada rincón de Venezuela.

En materia de homicidios, según las cifras oficiales, Venezuela supera el 95% de impunidad, lo cual nos comprueba que tenemos un poder  que no se ocupa de hacer su trabajo por la vida de los venezolanos, sino de proteger al poder, ilustrando así la gravedad de la crisis en materia de derechos humanos. ¡Somos un país donde nadie se salva de una bala de un pran!

 

En lo que va del año 2016, para vergüenza de todos, se han contabilizado al menos 73 casos de linchamientos. ¿Por qué pasa esto? Se preguntará el mundo: este fenómeno se debe a que los ciudadanos están cansados de la falta de respuesta por parte de los cuerpos de seguridad del Estado; ante la desolación, indiferencia y abandono, recurren a mecanismos propios de la lucha de todos contra todos, de esa referencia que dejó sembrada Chávez: la ley del más fuerte y con tal descomposición social , creen que actuando así, se protegen y ejercitan la justicia que por las manos del poder judicial no la hay ni se vislumbra una luz para poner orden en el tema de seguridad. Ante el oprobio país, la ciudadanía entra en cataclismo y pierde la noción de los límites entre lo que está bien y lo que está mal.

La salida

Maduro y su combo, lejos de incentivar los valores propios de una sociedad para y por progreso y la paz, se dedican a perder tiempo haciendo carísimas cadenas de televisión y radio con mitines entre su grupete con ideas descabelladas y blasfemias que ya ni ellos se las están creyendo. Sólo para burlarse deliberadamente y mantener mareada a la gente buscando un hoyo para la chamba ilegal u ocupada en la supervivencia, haciendo colas tras la búsqueda de cualquier cosa que sirva para sustentar el hogar.

Nicolás Maduro pervierte como lo hizo el finado, el derecho del venezolano a expresarse libremente para darle salida a la crisis; obliga a la Fuerza Armada Nacional (FAN) a ponerse de espaldas al pueblo venezolano. Se ha convertido él en su propio laberinto y suerte de herejía con maldición que impide la reconstrucción de nuestra tierra.

 

La familia presidencial es megalómana, se cree sus propias mentiras y diseña muy bien malvadas fantasías. ¡Yo no quiero a Cilia Flores de presidenta si revocatorio o salida no hay! ¡Yo no quiero a Maduro doblemente ilegítimo!

Por Dios; las encuestas lo dicen, ya no tiene ni gente, ni sentido de payaso o burro. ¡Qué vergüenza! Amenaza a segundos que su pueblo en rebelión hasta  con un paro general hasta vencer. Él no debe detener el foco de luchar contra esta delincuencia que agrede con el mayor descaro e impunidad a todos quienes se oponen.

GRAVE ¿La reina del sur? Ramos Allup no descarta que Cilia Flores sea presidenta si no se hace el referendo este año

 

Francamente da lástima que no tengamos un paisaje claro de lo que viene mañana por la sanidad mental de todos los venezolanos, pues cohabitar en el país es un milagro. Si hay intereses que este régimen permanezca hasta el 2019, se le sugiere a los sostenedores de esta injusta vida cotidiana, construir manicomios porque terminaremos los más de 30 millones de habitantes cogiendo mariposas.

Ante tal tozudez en el país, corresponde re-formar de ipso facto un liderazgo nacional y enfrentar de cabeza los cambios y no dejar que esta barbarie continúe obstaculizando el rumbo libertario.

¡Venezuela está más que cansada!