Nicolás Maduro ya no encuentra de qué manera mentirle al pueblo para que no lo saquen de Miraflores. Primero dijo que la culpa de la crisis del país era la trocha y por eso cerro la frontera con Colombia, pero igual sigue el hambre y el bachaqueo.
Después le dijo al mundo que el Decreto de Obama no lo dejaba trabajar por los pobres, que el gobierno norteamericano lo miraba feo y eso no lo dejaba hacer bien sus cosas, entregaron las firmas y siguió el hambre en el pueblo y la corrupción en el gobierno.
Así mismo expreso que la caída del petróleo afecto las arcas del país y eso disminuyo las ayudas sociales, ¿todos nos preguntamos cuales ayudas sociales? Si lo único que Maduro ha generado en Venezuela es dependencia y más pobres. Con la revolución del siglo XXI solo se han beneficiado el club de amigos de UNASUR y el ALBA, Argentina, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Belice, entre otros, esos si disfrutaron de la bonanza petrolera y a los chavistas y opositores solo les quedo probar las migajas.
Otro enemigo de Maduro es el fenómeno del niño. El gobierno nunca busco alternativas para contrarrestar este fenómeno y la mejor salida fue dejar de trabajar cinco días a la semana para no derrochar energía, lo paradójico de todo esto es que este mismo fenómeno se dio en las mismas circunstancias en Colombia y ellos siguen trabajando con la misma intensidad para sacar a su país a flote.
La ultima mentira que se inventó el gobierno es que le van a dar un golpe de estado y decreto un estado de excepción para blindarse contra ataques extranjeros, pero se le olvida que los que le van a dar el palo cochinero son el hambre, la inseguridad, la corrupción, el desempleo, desabastecimiento y falta de inversión extranjera.
Todas estas excusas evidencian que Maduro está acabado, que la paranoia lo atrapo y ya se encuentra en las últimas. El pueblo ya no aguanta más, se le acabo la paciencia esperando por el milagro revolucionario, ahora los más desposeídos van con todo contra un gobierno que los engaño y los llevo a niveles de pobreza nunca antes vividos en Venezuela.
El estado de excepción no será la excusa para acabar con la oposición venezolana, con este decreto el derrotado de Maduro solo trata de ganar tiempo, reagrupar sus fuerzas y buscar que los chavistas no se vayan de sus filas.
Maduro no saldrá airoso de esta batalla, será derrotado en el referéndum revocatorio y si lo sabotea, de igual forma saldrá por la presión legitima de un pueblo que se muere de hambre ante la mirada cómplice de los enchufados del siglo XXI. Muchos chavista ya dicen no sigo comiendo arepa con mantequilla cuando la consigo.
Los chavistas no pueden querer más a Maduro y a Diosdado que a sus hijos, hacer eso es una miseria humana.