Oswaldo Páez Pumar: Recordando a Orwell

Oswaldo Páez Pumar: Recordando a Orwell

thumbnail oswaldo paez-pumarEl decreto sobre el “estado de emergencia” ha despertado todo género de comentarios porque se trata de un monumento a la antijuridicidad. Desde luego la ‘sala constitucional’ del tsj lo encontrará ajustado al texto fundamental. No perderé el tiempo analizando las innúmeras violaciones a la carta magna porque no es ese el objetivo que persigo, pero si tomaré uno de sus artículos como ejemplo para ilustrar lo que quiero poner de presente al recordar a Orwell.

El usurpador decretó “7.- Decidir (sic) la suspensión temporal y excepcional de la ejecución de sanciones de carácter político contra las máximas autoridades del Poder Público y otros altos funcionarios, cuando dichas sanciones puedan obstaculizar la continuidad de la implementación de medidas económicas para la urgente reactivación de la economía nacional y el abastecimiento de bienes y servicios para el pueblo venezolano, o vulnerar la seguridad de la nación.”

El voto de censura ya dado a un ministro por las tres quintas partes de los diputados implica su destitución de acuerdo con el texto constitucional, por lo que “la suspensión de la sanción” es un acto de rebelión como ocurrió en la granja cuando se alzaron los cochinos contra los humanos, sólo que ahora la rebelión es del usurpador contra la constitución, ni siquiera lo es contra la asamblea, porque el acto realizado por ella ya tuvo lugar y no puede dejar de ser.





Cabe también interpretar el artículo citado como que el “decretico” del usurpador no pretende enervar el acto de la asamblea, sino modificar la constitución, porque abarca el pasado pero se refiere también a cualquier voto de censura futuro que pudiera afectar al encargado “de la implementación de medidas para… la reactivación de la economía”.

Esto no es sino una nueva manifestación del personalismo que arropa al socialismo. Papá Stalin, Mao, Kim IlSun, Castro y por supuesto Chávez porque como en la granja de Orwell “todos los animales son iguales, pero hay unos más iguales que otros”. Para desgracia del usurpador y ventura del pueblo venezolano Nicolás no está entre los que son más iguales. Sin embargo, un duende indiscreto me ha dicho, que el usurpador no quiere modificar la constitución, ni declararse en rebeldía contra el voto de censura de la asamblea, sino que no encuentra quien acepte el cargo, a pesar de que pudiera nombrar a Diosdado, teniendo en cuenta que Dios hace milagros.
Caracas, 18 de mayo de 2016