Jesús González: Locos de amor: Platón y el chavista

thumbnailJesusGonzalezSon las 6 de la tarde y estoy en una cola para comprar pan, de repente entro en una especie de trance y me doy cuenta que Platón estaba tres puestos adelante, dándole látigo con su lengua a un chavista. Cerré los ojos por un momento para afinar mi oído al máximo y me venían las imágenes del diálogo de Trasímaco y Sócrates.

Para el chavista discutir sobre el decreto de emergencia o las decisiones del TSJ era una estupidez, porque-afirmaba el hombre- Maduro y el PSUV habían ganado la elección y ellos tenían la fuerza, pues las FANB son revolucionarias y parafraseando a Aristóbulo, decía: se la calan, Maduro es el presidente y punto.

Cae el rayo y zas… este es el argumento platónico donde lo justo es únicamente lo provechoso para el más fuerte.





El contraargumento del Sócrates de la cola es brutal: Maduro también se equivoca y no tenemos que calarnos esta situación, mira lo que tienes que hacer para comprar pan, por más fuerza que tengan la gente está pasando hambre y estamos en una eterna cola. Sin saberlo casi cita a la perfección una parte del diálogo: se equivocó en sus decisiones, no se puede seguir y obedecer a un liderazgo que se base en la fuerza, es preciso el conocimiento profundo del porqué los hombres actúan y obran, es necesaria una auténtica educación, tanto del que manda como de los que obedecen.

Estas conversaciones, por más locas que parezcan, se repiten a diario a lo largo del todo el país, sin dirección, sin un fin claro.

Locos de amor

Al leer los argumentos de Almagro en respuesta a las continuas ofensas de distintos personajes del Gobierno, uno se pregunta: ¿cómo reaccionará Maduro? , pues la lógica argumental del documento del presidente de la OEA es que el organismo está en la obligación de denunciar los desvaríos antidemocráticos del régimen y sus instituciones. La respuesta del mandatario nacional fue trágica y cómica a la vez, se apalancó en las palabras de Pepe Mujica afirmando que sí, él está loco como una cabra, pero de amor por Chávez y el pueblo. Me imagino al pueblo gritando en conjunto: no me quieras tanto.

El desempeño económico y social de estos últimos 3 años no puede ser peor, más amor y nos matan. Ya los niños del J.M. de los Ríos que piden medicamentos y se les niegan porque son donados por diputados de oposición, lo saben; los estudiantes que no les llega su desayuno lo comentan. En todas las colas, cuarteles, panaderías, universidades, peluquerías y demás lugares, es un tema cotidiano escuchar el argumento de que Maduro está loco y a pesar que creo que tiene algo de cierto, los locos somos nosotros que nos estamos acostumbrando a un gobierno tan malo como este.

La fuerza irracional de la locura, sin dirección, ilógica, que no entiende de razones, debe reposar y tomar aliento, es posible encontrar las rutas que nos permitan una salida a este descontrol. El gobierno se desvanece cada minuto y en cualquier momento termina por salir de Miraflores en una repetición del caso del expresidente Arturo Illas, a quien la policía buscó y le dio plata para un taxi para que se regresara a su casa porque no tenía la capacidad de gobernar.

No fue un golpe clásico, simplemente se le esfumó la fuerza y el poder, se cansó.

Yordano nos invita en una de sus canciones a una locura de amor y yo como es sábado me sumo a cantarle a la locura ver si en este amor por Venezuela nos unimos y encontramos el camino a la paz y la reconciliación…