Ninguna fuerza oscura parará el cambio, por Ismael García

Ninguna fuerza oscura parará el cambio, por Ismael García

thumbnailismaelgarciaTal y como hemos venido anunciando a lo largo de este desgobierno  de Nicolás Maduro, a medida que la crisis se ha ido acentuando y se han agotado las mentiras y manipulaciones con las que lograban mantenerse a flote; la violencia, la persecución y la criminalización de la política de cambio, han tomado las riendas del accionar oficialista, valiéndose de todos los poderes arrodillados a la farsa llamada revolución, y de cuanta triquiñuela y argucia se les ha ocurrido para perpetuarse  en el poder a como dé lugar.

En una violación constante y flagrante a la Constitución Nacional, Maduro pretende desviar el cauce de la justicia y de la razón, al darle la espalda a un pueblo como siempre lo han hecho y usan la fuerza del Estado, contra la fuerza del pueblo que hoy es una inmensa mayoría, para que no se lleve a cabo el referéndum revocatorio de su mandato este año, aun cuando los tiempos del cronograma electoral dan perfectamente, tal como lo explicó el Rector Luis Emilio Rondón. Sin embargo, las cabezas del Tribunal Supremo de Justicia y las cuatro rectoras del  Consejo Nacional Electoral, se han hecho cómplices de esta barrabasada histórica que pretende el usurpador de Miraflores.

El 85% de la población venezolana, hoy pide a gritos la salida de Nicolás Maduro de la Presidencia de la República, por la vía electoral y pacífica, encarnada en el referéndum revocatorio, pero él se niega a entender que no tiene ni pueblo ni cuartel para accionar medidas drásticas y violentas que contengan ese caudal de millones de voluntades que hoy exigen un cambio en la conducción política del país, porque simple y llanamente esta situación ya no se aguanta, y tenemos a un pueblo muriendo de hambre y de mengua, por culpa, entre otros, de los generales Carlos Osorio y Marco Torres, responsables de la alimentación del pueblo, pero en su accionar corrupto, inmoral y apátrida  se robaron los dineros de la gente, y se enriquecieron junto a sus familiares, a costillas de un supuesto socialismo del siglo XXI, que no es otra cosa que, la gran estafa histórica que le han hecho a nuestro país.





Este pueblo está embraguetado y dispuesto a todo para que se respeten sus derechos consagrados en la Constitución Nacional, y por más Estado de Excepción, por más maniobras militares (parodias), por más criminalización de la política y por más complicidad de los órganos que deberían ejercer justicia en nuestro país, nada ni nadie nos va a detener en esta cruzada por el rescate de la democracia, de los valores y de nuestra dignidad como venezolanos.

Ha llegado la hora en que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana tiene que decidir de qué lado están. Es decir,  si apoyan la Constitución Nacional o están del lado de un gobierno forajido y tramposo. Las cartas están echadas, y saldremos a las calles de todo el país, y a las dependencias del Tribunal Supremo de Justicia y del Consejo Nacional Electoral, las veces que sean necesarias. La Unidad democrática avanza junto a su pueblo hacía ese camino de cambio que hoy no es un capricho, sino una necesidad para subsistir.

Señora Tibisay Lucena, está a tiempo de evitarle al país una tragedia social, producto de un estallido de los sectores populares. Las manifestaciones de descontento que se han venido suscitando en las últimas semanas, no son precisamente en Chacao o en Altamira, son en sectores populares de nuestro país, como ocurrió en horas recientes en Carapita y Antímano, donde la gente salió a protestar porque tiene hambre y no se consiguen los alimentos. Evítese ser la corresponsable de cualquier implosión social  que podría ocurrir en nuestro país, porque el gobierno del cual usted es militante activa, está haciendo lo humanamente posible para llevarnos a ese caos. Pero nosotros, no vamos a morder en peine de la violencia, porque estamos del lado de la razón y de la justicia y aquí más temprano que tarde la voluntad de un pueblo inquebrantable, no  podrá ser subestimada ni excluida, por una minoría corrupta que hoy se dice llamar gobierno.

Yo le digo al pueblo venezolano que tengamos fe y esperanza en los días por venir, que serán cruciales para nuestra consolidación como nación demócrata y libre. Que nada nos detenga en esta lucha que es nuestra y que sólo en unidad y convicción, podremos alcanzar los cambios requeridos, pero para eso es necesario la organización y movilización del pueblo, hoy condenado al hambre y arrinconado por el gobierno. Más temprano que tarde el glorioso bravo pueblo entonará con fervor las notas de nuestro Himno Nacional. Abajo cadenas, abajo la tiranía grita un pueblo que exige justicia y que ningún poder ni gobierno, podrán quebrantarlo en su deseo de cambio.

Ismael García

Diputado a la Asamblea Nacional

PJ-Unidad Democrática

@ismaelprogreso