Le pregunto si conoce algo de la historia militar de mi país y me responde: “creo que en Venezuela el último militar que luchó por la paz, libertad y justicia de ustedes fue Simón Bolívar, los demás han sido caudillos, dictadores y chulos.
Mire usted a Chávez, de él no se puede decir que fue militar, no respetó el honor de llevar un uniforme, no conoció lo que significa perder un compañero en batalla, defendiendo los intereses y soberanía de la patria… Perdone que le diga, pero fue un payaso, estafador de ilusiones, pero nunca militar, por eso destruyó lo bueno que había en las fuerzas armadas de su país” ¿lo que había? pregunté ….su respuesta fue otra anécdota. Palabras más, palabras menos, esto fue lo que me dijo: un par de veces estuve en Caracas, la primera era Caldera presidente y después de una cena diplomática le pedí al general venezolano, que me servía de guía, que nos levantáramos temprano para correr cerca del Fuerte que esta en Caracas, su respuesta fue tajante, “aquí no corremos, aquí bebemos whisky del bueno” y se carcajeaba. La segunda vez ya era Chávez presidente; recuerdo que estando en el hotel del club militar en el Fuerte de Caracas, Chávez daba un discurso por TV donde a gritos insultaba a los Estados Unidos. Pasaron dos o tres días y en un evento protocolar, estando yo uniformado de general, se acerco Chávez y muy amable me dijo: wellcome general a la Patria de Bolívar a lo que de inmediato le respondí: gracias presidente pero cómo puedo ser bienvenido cuando usted, hace un par de noches, nos insultó en televisión. Chávez me puso una mano en el hombre y en tono más bajo respondió: “General eso es política, jamás me iría a la guerra contra EEUU, soy campesino pero no pendejo”. Ese bocón e irresponsable fue Chávez.
Pasamos revista a otros temas y al salir del local me retoma el tema Venezuela: “Gerbasi, la paz y la democracia necesitan sacrificios, si los militares de tu país no están dispuesto hacerlo, serán entonces los civiles los que tendrán que luchar… Y le regalo un consejo que no me pediste, ¡si vale la pena luchar hasta perder la vida para vivir con el alma plena del honor por haber servido con valor!