Fedecámaras: En Venezuela hoy hay más pobres que ayer

Fedecámaras: En Venezuela hoy hay más pobres que ayer

Fedecámaras Francisco Martínez

 

El presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, en su discurso en la 105ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo que se lleva a cabo en Ginebra, aseguró que en Venezuela hoy hay más pobres que ayer: desabastecimiento, inflación, inseguridad y pérdida del poder adquisitivo, es el saldo de las políticas gubernamentales que han generado, cada vez, más y más pobres en los últimos 17 años. Ya no es posible el trabajo coordinado del sector empleador privado representativo con el sector gubernamental.





Nota de prensa

Martínez aseguró que la conducta arbitraria, el irrespeto sistemático al estado de derecho y el desprecio por el Diálogo Social que muestra el gobierno de Venezuela, son las causas directas de la grave situación económica, sanitaria, de desabastecimiento de alimentos y medicamentos, salud y demás bienes de primera necesidad que hoy vive el país. El salario mínimo del venezolano equivale a 30 dólares mensuales. Un hecho que tristemente lleva al trabajador a vivir en los límites mínimos de satisfacción de sus necesidades primarias y de sobrevivencia. Agregó que el entorno para la generación de empleos no puede ser peor.

Fedecámaras mantiene su denuncia ante la OIT, por la violación a los principios de diálogo social por parte del gobierno de Venezuela. En los últimos 17 años se ha excluido reiterada y deliberadamente la participación del gremio empresarial, como el organismo más representativo del sector privado del país. Se le desconoce en todos los mecanismos de interlocución y debates que requiere la vida democrática del país.

La Ley del Trabajo del año 2012, fue aprobada sin el debido debate parlamentario, y diálogo social. En lugar de ello, el gobierno dictó, sin consulta con los sectores involucrados, una nueva norma bajo el amparo de una Ley Habilitante. La ley vigente, incorporó una serie de condiciones a la relación de trabajo que atentan contra la generación de empleo y el mejoramiento de su calidad, por cuanto está divorciada de la realidad económica que atraviesa el país y de las tendencias globales en desarrollo en el mundo moderno. Hoy, a cuatro (4) años de su vigencia, la Ley del Trabajo ha sido la causa de un inusitado incremento de la economía informal, en detrimento de la creación de empleo decente, y de otra serie de distorsiones en las relaciones sociales entre empleadores y trabajadores.

El efecto perverso no se ha hecho esperar: Se incrementa día a día el ya alto nivel de conflictividad laboral. Muchas empresas, especialmente pequeñas y medianas, han tenido que cerrar sus puertas, con el inmediato impacto negativo en la reducción de los puestos de trabajo. Creemos que solo a través de la contribución tripartita eficaz podrán corregirse tales desviaciones y alcanzar un marco legal que garantice empleos decentes, afirmó Francisco Martínez en su discurso ante la plenaria de la OIT.

Empresas extranjeras han desconsolidado sus operaciones en Venezuela de sus balances; líneas aéreas han dejado de operar en nuestros aeropuertos; empresas prestadoras de servicios de apoyo a la industria petrolera han decidido cerrar sus operaciones en el país; es cada vez más difícil realizar una llamada telefónica internacional; miles de videos dan la vuelta al mundo mostrando multitudes de venezolanos día a día en interminables filas, a la búsqueda de la alimentación básica para sus familias.

Fedecámaras solicita explícitamente el apoyo del organismo internacional y del resto de las naciones que creen en la democracia y la libre iniciativa empresarial, como fórmulas de convivencia social y progreso, para que contribuyan a facilitar el diálogo social que se requiere hoy en Venezuela, de cara a superar la crisis económica, restablecer el estado de derecho y garantizar el ejercicio pleno de los derechos y garantías civiles, políticas, económicas, sociales, de educación, salud, información y de seguridad, consagradas en la Constitución Nacional, que permitan la generación del mayor número de empleos decentes, vehículo imprescindible para erradicar la pobreza en el mundo.