Luis Eloy Añez: El Efecto Muguruza… ¡un presente inspirador!

Luis Eloy Añez: El Efecto Muguruza… ¡un presente inspirador!

thumbnailLuisEloyAñezUna gran noticia para el tenis mundial y en especial para el tenis hispanoparlante es el triunfo de la hispanovenezolana Garbiñe Muguruza, en el recién celebrado torneo de Grand Slam, el Roland Garros. De su efecto inspirador para el tenis femenino venezolano seguramente mucho podremos ver. Aspiramos cosechar.

Ahora contamos con una representante como número 2 del mundo, con una alta posibilidad de convertirse en la número 1.  De princesa de Guatire a reina de la tierra batida de París. Ya sabemos que de nuestras tierras pueden nacer campeonas del tenis mundial, solo nos faltaría hacerlas. Sus genes, podríamos atrevernos a adivinar con un alto nivel de precisión, serían: por el lado criollo, su sonriente belleza, frescura, naturalidad, porte, simpatía, feminidad e inteligencia; por el lado español, su fortaleza mental, disciplina, carácter ganador, preparación física  y formación tenística.

¿Que efecto podríamos esperar entonces de esta victoria, para nuestro tenis nacional?… recuerdo una conversación a principios de año con el entrenador ruso de la ganadora del Torneo Banco de Venezuela (enero 2016), a quien le pregunté ¿qué hizo que el tenis femenino ruso despertase y tuviese tanto protagonismo y representantes en la escena mundial?. Me respondió: el efecto “Anna Kournikova”, modelo y tenista. Nunca ganó un torneo WTA y en el ranking mundial llegó a ser la número 8 del mundo. Pero, por su belleza y talento deportivo, obtuvo tanto centimetraje publicitario e ingresos de sus patrocinantes (hasta 10 veces más que los obtenidos por sus triunfos en el tenis) que inspiró a muchas. Luego la siguió y superó en notoriedad y mejor ranking María Sharapova. Entre otros datos y señales anecdóticas, en julio del año pasado (recién Garbiñe había quedado finalista en el torneo de Wimbledon), durante  una clínica intensiva de tenis con la academia formativa argentina Tandil Tenis, realizada en Caracas, de un total de 26 tenistas juveniles participantes, 18 eran niñas. A eso, en su momento, lo llamamos el “efecto Muguruza”. Conocemos incluso de una yegua pura sangre, campeona, que compite en La Rinconada, que se llama “Muguruza”.





Seguramente ahora muchos más chicas y chicos,  se animarán a iniciarse en el tenis y aquellos actualmente activos, seguirán entrenando duro por alcanzar su sueño… La pregunta sería: ¿cuánto de ese entorno y genes españoles nos hace falta para “ hacer” los campeones?… Está más que demostrado y comprobado cómo una figura destacada, y más cuando alcanza el máximo sitial posible en su disciplina deportiva, tiene un efecto de modelaje multiplicador y motivador para muchos que la siguen y practican su deporte. En el baseball, básquet, futbol, esgrima, artes marciales, boxeo, natación, golf, tenemos grandes ejemplos y hemos visto sus frutos. En el tenis femenino, hasta la fecha, el mayor nivel alcanzado por una de nuestras criollas fue María Vento número 26 (2004) y en el masculino Nicolás Pereira número 82 hace 20 años. Este logro de Garbiñe, nos viene como una luz de esperanza para nuestra comunidad tenística.

Aunque algunos no comparten el hecho de que Garbiñe no representó  nuestra bandera tricolor y se decidió por la española, por razones 100% justificables por deberle su formación y nivel tenístico, en sus mensajes y entrevistas siempre  refleja su venezolanidad y afecto a su tierra natal. Ojalá se permita o le permitan extender su apoyo de una manera más tangible a nuestras jóvenes promesas, nuestras futuras Muguruzas… y por otro lado, aprovechemos este triunfo, como impulso e inspiración, para se puedan hacer los cambios estructurales que necesitamos. Entre ellos: que nuestros federativos se abran al cambio gerencial, que ampliemos y rescatemos nuestra infraestructura tenística, que se profundice la capacitación de entrenadores a nivel nacional,  que se gestione y obtenga un mayor apoyo técnico y financiero a las jóvenes promesas, que transformemos la individualidad en una colectividad unida por el rescate de nuestro tenis nacional.

¡Vamos, que sí podemos !

 

Luis Eloy Añez

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