Maduro sigue dando tumbos y no da pie con bolas en cuanto a la crisis humanitaria que hoy vive Venezuela, al delegar irresponsablemente a los Consejos Locales de Planificación y Abastecimiento (CLAP), la manutención del pueblo, en momentos cuando la hambruna se agudiza cada día más en todos los estratos sociales sin distinción de ideologia o franela política, y lo más grave, cuando la desesperación y la indignación de la gente que se está muriendo de hambre, pone a un lado la racionalidad del ser y se materializa la sobrevivencia, sin importar calquiera que sea el riesgo o la acción a acometer.
He venido diciendo a lo largo de este año que Maduro juega con candela y subestima cada día la capacidad de aguante del venezolano. Esta grave crisis política, económica, social y moral que hoy lamentablemente vivimos en carne propia, está buscando una válvula de escape, la cual podría desencadenar un estallido social por hambre y por sed de justicia, porque estamos frente al gobierno más inepto y corrupto que ha tenido nuestro país, conducido por un ser fuera de sí, que sin la más mínima clemencia por el pueblo, lo ha condenado a humillaciones, persecuciones, al hambre, a las enfermedades y hasta la muerte.
Este nuevo invento de los CLAP es otro ensayo y error de Maduro para justificar su incapacidad y corrupción en el tema alimentario, porque ya en esta etapa final de un modelo político agónico, que no da para más, donde el hambre de un pueblo en su conjunto, marca la pauta del día, venga con improvisaciones y a lavarse las manos en este sentido, y lo peor, la discriminación política y social imperdonable, porque según el proceder de este parapeto, sólo comerán las sobras de la revolución quienes se paren firme y juren lealtad a un proceso fracasado, y el 85% de venezolanos que exigimos un cambio ya, comamos piedra y cable porque el gobierno ha decretado una guerra a muerte contra la inmensa mayoría, porque mandó a redireccionar los productos de la canasta básica a este foco de corrupción y humillación del pueblo, eliminando la distribución a los supermercados privados y a los Abastos.
Aquí el pueblo está claro y está consciente que los CLAP no van a resolver para nada el hambre de la gente, lo que pretenden hacer es burocratizar una vez más la red de distribución, cómo que si ya no hubiese sido suficiente con los Mercal, los Pdval, los Abastos Bicentenarios, administrados catastróficamente y como caja chica personal, por el binomio del hambre, Carlos Osorio y Marco Torres, quienes dilapidaron solo en los últimos tres años, nada más y nada menos que la bicoca de 27 Mil Millones de Dólares, para que ahora nos vengan como esta bofetada social de una bolsa escuálida y humillante de algunos productos de la cesta básica para que sean administradas por 21 días.
Quién carajo se cree este cuento Nicolás, tu sabes que tus altos jerarcas se robaron los reales que eran para la importación de alimentos y medicinas, ustedes acabaron con 4 Millones de hectáreas de tierras productivas, por culpa del cerco económico contra los empresarios, cerraron más de 7 mil medianas y pequeñas empresas, y así acabaron con todo a su paso. No obstante, todos sabemos que comida no hay, y que esos establecimientos les quedaron grande porque no tienen como surtirlos, porque esos convenios internacionales se acabaron por mala paga y por carecer de un mínimo de credibilidad para negociar. Y pretenden desviar la situación de la corrupción y de la realidad con una bolsa inflada que no llena los estómagos vacíos de un pueblo que muere de hambre.
Yo me pregunto en nombre de mi pueblo, qué família puede alimentarse con 2 harinas, 1 arroz, 1 pasta, 1 aceite, 1 sardina y 1 condimento, que es lo que contienen estas bolsas. Nadie puede sobrevivir así y menos administrando el hambre cada 21 días. Esta no es otra más, sino una medida populista en tiempos de la peor crisis, que seguramente beneficiará a otra mafia que surgirá en el tema alimentício en nuestro país, y donde seguramente están al frente el binomio del hambre en Venezuela.
Pues bien, te digo Maduro que el 85% de escasez en los productos de la canasta alimentaria, la inflación y el peor salarío de América Latina, son un detonante que está allí a la vuelta de la esquina y a punto de estallar. No creas tu que los venezolanos somos unos bolsas que nos vamos a creer el cuento de las bolsas de comida, porque ni siquiera a esa gente tarifada y chantajeada les alcanza. La emergencia económica debió empezar por procurar la alimentación de todo un pueblo sin exclusión alguna, eliminar las colas y los mecanismos humillantes implementados por los bárbaros de la revolución.
Nos negamos y exigimos que esa medida absurda e implosiva, sea derogada de inmediato porque no vamos a permitir que nuestro pueblo muera de hambre. Aquí la salida a esta tragedia y a esta crisis humanitaria, es el cambio de este modelo político asfixiante,cruel y hambreador, a través del REFERÉNDUM REVOCATORIO al mandato del presidente más corrupto, hipócrita e inepto que haya existido en nuestro país. Pues bien, y ante esta realidad, Maduro tiene dos alternativas, acceder a la celebración del revocatorio, o enfrentar una tragedia social de magnitudes incalculables. De igual forma, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, tiene dos alternativas, si están del lado de este desastre de corruptela, de crisis y de asfixia hacía el pueblo que significa el gobierno de Maduro y de su camarilla de pillos, o actúan apegados a la Constitución Nacional y al juramento militar de ética y defensa a los venezolanos.
Ismael García
Diputado a la Asamblea Nacional
PJ-Unidad Democrática
@ismaelprogreso