Federico Black: A las señoras del silencio, las del CNE

Federico Black: A las señoras del silencio, las del CNE

El país esta absolutamente convulsionado por las cuatro esquinas. Es difícil buscar y conseguir alguna población donde en lo que va de año no se haya registrado al menos una protesta, pero el asunto está, en que las manifestaciones que a diario se registran en nuestro país no tienen que ver con asuntos de simpatía o antipatía política. Se dan por las dificultades que los ciudadanos están pasando simplemente para vivir.

En la actualidad Venezuela avanza con 2 crisis que van en paralelo, la política y la social; siendo esta última la que va más rápido y ello convierte al país en una mecha de pólvora expuesta al sol, con enormes posibilidades de explotar sin aviso ni control.

¿Cómo se le dice a una madre o padre que no tienen qué darle de comer a sus hijos, que no desesperen y no salgan a buscar comida a toda costa?

¿Cómo pedirle a esos padres que ven a sus hijos sufrir en un hospital porque no hay la medicina que necesitan, que no sienta rabia?

¿Cómo explicarle a esos padres y madres, que deben esperar a que Uds. Se decidan a cumplir con la Constitución y las leyes de la República para consultar a la población si quieren o no que la administración que llevó a este desastre cese en sus funciones?

Ya es irrefutable que la mayoría de los venezolanos estamos a la espera de un proceso electoral para expresarnos si queremos o no que el gobierno de Nicolás Maduro continúe hasta el 2018. Aunque Jorge Rodríguez diga que no es así (él vive en su burbuja roja), la calle habla todos los días pidiendo a gritos un cambio de dirección en la manera que se está “administrando” el país.

La realización de un Referendo Revocatorio es lo mejor que puede ocurrirle a Venezuela. Dada la realidad del momento, me inclino incluso a ver el mes de octubre como muy lejano y peligroso. Ni hablar que se haga el año que viene, porque si; la crisis social de la que hice referencia antes, pierde la calma y se va a la calle, no veo una fuerza pública, ni dirigencia política en capacidad de encausarla y detenerla sin un saldo inmenso de víctimas fatales. Es, en este punto donde las señoras rectoras del CNE, tienen la gran responsabilidad de lo que pueda ocurrir o no en Venezuela, con quizás el aprovechamiento de algún sector que decida hacer dibujo libre dada la crisis generada y ello desencadene en una situación aún peor tal y como ocurrió en abril de 2002, que nada positivo nos dejó y espero hayamos aprendido la lección.

Tampoco podemos descartar que algunos uniformados, quieran aprovecharse de la crisis actual para utilizar las armas y la fuerza, para hacerse del poder con la excusa del estado de ingobernabilidad que hoy rige en Miraflores. Esto sin contar, que podría ser también una jugarreta barata del propio chavismo para descartar los militares descontentos que están hoy en el seno de la FAN tal y como hiciera Chávez en tiempos pasados. Sea cual sea el escenario en esta circunstancia ninguna será beneficiosa para el país, porque no veo a estos militares entregando el poder a los civiles como hiciera Larrazabal en el 58.

Si, en los meses subsiguientes no se hace la consulta electoral, lo que pueda desatarse en Venezuela será responsabilidad única y exclusivamente de Tibisay Lucena, Socorro Hernández, Sandra Oblitas, Tania D’ Amelio, salvando en parte a Luis E. Rondón, no por afinidad política, sino porque ha sido el único miembro del poder electoral que de alguna manera ha denunciado las irregularidades que se han cometido para evitar la consulta, aun cuando considero, que su participación debe ser más activa y frontal.

Puedo entender perfectamente bien que las señoras mudas tengan su afinidad política hacia el chavismo y tienen derecho a ello, pero lo que no pueden hacer es permitir que su inclinación partidista prive sobre el juicio de sus funciones como garantes de la democracia en Venezuela. Literalmente, la paz de la patria está en sus manos y por su manera actuar serán juzgadas no solo por la historia, sino por la población.

Señoras del Consejo “Supremo” Electoral, ya el destino del país no está en manos de Maduro o el PSUV y mucho menos en la Mesa de la Unidad Democrática y sus dirigentes, está sobre sus hombros. De ustedes depende la paz y la tranquilidad de nuestra sociedad y que el futuro tome un rumbo prudente y correcto. Esto lo saben perfectamente bien y estoy seguro que lo piensan cada noche antes de dormir (si es que logran conciliar el sueño). Uds. están plenamente conscientes de lo que pasa en Venezuela, especialmente la Sra. Lucena en virtud que hace menos de 2 meses a escasas cuadras de su casa en la Alta Florida fue saqueado el supermercado donde seguramente su personal doméstico hacía algunas compras (cuando no las mandan a comprar en el exterior).

Tibisay Lucena, Socorro Hernández, Sandra Oblitas, Tania D’ Amelio, Luis E. Rondón, la patria está atenta a sus actuaciones y de la manera en que obren serán juzgados para bien o para mal. Todavía están a tiempo de rectificar y salvar a Venezuela de un desastre.

Federico A. Black B.

@federicoblackb

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