Gerver Torres: Una estrategia macabra

Gerver Torres: Una estrategia macabra

thumbnailgervertorresjun2012Aunque no lo desee, pudiera ser que finalmente el régimen de Maduro se viera obligado a realizar este año el referéndum revocatorio que la oposición venezolana le está exigiendo. Las presiones nacionales e internacionales son crecientes y difíciles de contener.

Internamente,hasta sectores del oficialismo ven en el referéndum revocatorio la única salida posible de la crisis y una forma conveniente de replegarse políticamente y mantenerse así como una opción en el país. De igual manera, o más intensamente aún, la presión internacional ha tomado la forma concreta de una amenaza de invocación de la Carta Democrática por parte de la OEA, que dejaría al gobierno totalmente aislado internacionalmente. En los próximos días el organismo americano se reunirá en Santo Domingo y ese será el tema central de la agenda. Es posible entonces que, a regañadientes, el régimen tenga que aceptar el revocatorio; pero es posible que lo haga poniendo en ejecución la más macabra de las estrategias que ha utilizado hasta ahora. ¿Cuál sería esa estrategia?

El régimen articularía algunas medidas que ya están siendo ejecutadas o se asoman en el horizonte, con otras sobre las cuales se oyen rumores. Estas serían:





1. Se permite -como ya está ocurriendo- la convergencia del Dicom con el dólar paralelo; se despenalizan las operaciones cambiarías y se autorizan o facilitan las importaciones al nuevo tipo de cambio. A ese tipo de cambio los anaqueles del país se pudieran comenzar a re-abastecer, solo que con mercancías a precios absolutamente inaccesibles para la inmensa mayoría de los venezolanos. La gente vería en los abastos y supermercados muchos de los productos que durante bastante tiempo desaparecieron de su vista.

2. Mientras tanto el régimen, anunciaría la indexación de los salarios y ofrecería un subsidio directo a las familias venezolanas de bajos recursos en la forma, por ejemplo, de una tarjeta para compra de alimentos. También afinaría el mecanismo de los Claps como uno de control político sobre la entrega del nuevo subsidio antes mencionado. Como sabemos, todo eso es en gran parte inviable o insostenible a gran escala, pero lo que el régimen intentaría hacer es un show mediático para efectos puntuales, como lo ha hecho otras veces, por ejemplo, con el Dakazo.

3. Obligado a realizar el referéndum, decidiría hacerlo, pero siendo activo, llamando a la abstención. Se amenazaría al que no se abstenga, el que se asome a un centro de votación, con la exclusión de los beneficios antes mencionados, además de otras penalizaciones para los empleados públicos y beneficiarios de algún otro programa social. La lista Tascón entraría otra vez en función, esta vez a mayor escala, pero de una manera relativamente más sencilla, porque sería o parecería que es más fácil para el régimen identificar a los que están en su contra. Lo que el régimen estaría haciendo es un macro Dakazo, porque estaría más abiertamente que nunca jugando con el hambre de la gente, con el miedo, con el chantaje, y con los balances macroeconómicos del país.

¿Tendria éxito es estrategia? Creo que no, porque además de la enorme sincronización temporal que requería esta jugada, la decepción y la rabia de la gente con todas las promesas hasta ahora realizadas y no cumplidas es demasiado grande. En gran medida, la gente ha perdido el miedo y sabe que el actual régimen está de salida. Pero igual hay que estar alerta frente a esta posible estrategia, algunos de cuyos elementos empiezan a asomarse.

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