Pérdida de empleos y cierre de empresas condenaron al estado Sucre a la miseria

Pérdida de empleos y cierre de empresas condenaron al estado Sucre a la miseria

La gente espera en el puerto de Cumaná por la sardina que traen los pescadores. Foto: Miguel González
La gente espera en el puerto de Cumaná por la sardina que traen los pescadores. Foto: Miguel González

 

La paralización de empresas públicas y privadas y el colapso del turismo dejaron al estado oriental como cabeza de la lista de pobreza en Venezuela, publica Crónica Uno.

Por Carlos Crespo/ @CalosCrespoR
Fotos: Miguel González

Cumaná. El caos que vivió Cumaná este martes fue precedido por unas cinco protestas diarias que se registran en la ciudad por falta de alimentos, así como saqueos a camiones de comida que pasan por la vía nacional del estado Sucre.

Es una rutina diaria que a partir de las 6:00 pm, en la avenida Bermúdez de la capital, grupos de personas registren las bolsas negras de basura en búsqueda de comida junto a los perros callejeros. En el puerto la gente se agolpa en el muelle en cacería de alguna sobra de las sardinas que traen los pescadores, mientras que en las escuelas la deserción de los niños aumenta por la escasez de comida.

“La gente está comiendo una vez al día, la situación de la comida es delicada. Las mujeres dicen que le dan al hijo tetero de mango o agua de espaguetis”, señaló Estelin Kristen de laFundación de Derechos Humanos del Estado Sucre (Incide).

Un grupo de personas busca comida en la basura en la avenida Bermúdez de Cumaná. Foto: Miguel González

 

Las imágenes de muchedumbres irrumpiendo en los supermercados y centros comerciales de Cumaná también pueden ser analizadas a la luz de los números registrados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). De acuerdo con las últimas cifras publicadas por la institución (segundo semestre de 2013) el estado Sucre es la entidad con mayor porcentaje de personas pobres por línea de ingresos con 55,2% (533.070 personas), es decir, más de la mitad de la población no puede comprar la “canasta básica”, que consiste en un grupo de alimentos esenciales más el costo de servicios prioritarios como salud y educación.

En esta misma clasificación, la entidad se ubica en el tercer lugar en cuanto a la “pobreza extrema” con 20,2%. Esto se traduce en que 195.161 personas no disponen de los ingresos suficientes para comer. Si la clasificación se hace por el número de hogares Sucre ocupa el segundo puesto con 45,4% de las casas bajo la línea de la pobreza, superado sólo por Amazonas donde 47,1% de los hogares son pobres.

Sin embargo, organizaciones sociales estiman que la pobreza general aumenta a 64% de los sucrenses, mientras que 29% están en la pobreza extrema. “Los estudios que hemos hecho distan de lo que señala el INE. Nos llama la atención que en el XIV censo del INE no aparecen poblaciones del eje carretero Casanay-Caripito”, explicó el sociólogo Adelso Malavé, integrante del Grupo Social Cesap.

Tanto Malvé como Kristen apuntaron al cierre de empresas y la pérdida de puestos de trabajo como las causas centrales del aumento de la pobreza en el deprimido estado Sucre. Las principales empresas de la entidad como Polar, Monaca, Toyota, Hilados de Cumaná, la Empresa Mixta Socialista Pesquera Industrial del Alba (Pescalba), La Gaviota (planta enlatadora de pescado), la Compañía Anónima Industrial de Pesca, entre otras, han cerrado o disminuido mucho sus operaciones.

Esto responde a las políticas económicas aplicadas por el Gobierno como expropiaciones y controles de cambio y de precios que han dejado a muchas industrias sin insumos para trabajar. De acuerdo con cifras de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) unas 1.400 empresas privadas, de diferentes tamaños y en diferentes regiones, habían sido expropiadas o intervenidas hasta 2014.

En el caso de Sucre los trabajadores de la empresa La Gaviota han denunciado la paralización de la planta por falta de materia prima, algo similar ocurre con la estatal Pescalba, cuyos barcos están varados por falta de repuestos, ambos escasos por la falta de divisas para importaciones. La inseguridad y la falta de servicios básicos redujeron el turismo al mínimo, dejando a Polar y la pesca como principal fuente de ingresos de los sucrenses.

Cifras extraoficiales hablan de la pérdida de 9.000 puestos de trabajo durante este año en la región, 7.000 sólo en Cumaná.  “En los municipios Bolívar (Marigüitar) y Sucre (Cumaná) se han perdido entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo directos y el doble en indirectos por la situación de Empresas Polar en la región. Indirectos porque hay distribuidores que se han quedado a la deriva, bodegas en dónde se pierden empleos familiares porque dejan de llegarle los alimentos. También se reduce el voluntariado y los cursos de formación que destinan las empresas a las comunidades”, expresó Malavé.

Sin trabajo y sin comida

Las personas esperan durante horas a las afueras de los supermercados en Cumaná. Foto: Miguel González

 

Esta situación es confirmada por Antony Leonicio, estudiante universitario y aprendiz de Empresas Polar en Marigüitar. “Muchos jóvenes no tenemos oportunidades de empleo digno y tampoco tenemos oportunidades en las universidades. Ahorita los jóvenes están centrados en otras actividades como conseguir alimentos para el hogar, por la crisis económica. Un joven pierde el tiempo en una cola cuando debería estar en una universidad”.

Leonicio mostró su preocupación por la situación de la empresa en la que labora, que no puede obtener los insumos que requiere. Indicó que sólo en Marigüitar la empresa cuenta con unos 1.000 trabajadores directos. “La situación de la empresa es muy delicada, a veces se recibe y a veces no se recibe materia prima. Ahora se trabaja con el atún entero que tiene menos provecho que el importado. Ha bajado mucho la producción y hasta la empresa ha tenido que cerrar sus puertas. El marigüitense, el cumanense y hasta las personas del municipio Mejía que trabajan en la planta corren el peligro de quedarse sin empleo”.

La crisis no solo se refleja en el empleo, también en la educación.

Santiago Bautista, docente y miembro de Fe y Alegría en Caigüire, aseveró que en el sector la deserción escolar llega a 35% debido a la falta de alimentos en las escuelas. “Los adolescentes, como aprenden un oficio como soldar en Fe y Alegría, empiezan a matar tigres y no vuelven”, indicó.

María Elena Sajías directiva de la Fundación Espada de David, que presta apoyo a personas con adicciones a las drogas o el alcohol, indicó que ha visto cambios en el perfil de las personas que se acercan a la organización. “Hay un cambio significativo en las personas que buscan ayuda. Antes venían puros adultos, ahora vienen más padres preocupados por adolescentes que están consumiendo. Tenemos como 8 o 10 menores de edad consumiendo porque venden en las escuelas, la cantidad de niños en la calle es altísima. No están estudiando, ni son atendidos por sus padres o el Estado y la promiscuidad es notoria entre los adolescentes”, aseveró.

Los activistas sociales consideran que el aumento de la pobreza en la entidad explica el incremento del crimen en la región y la llegada de “pranes” y bandas delictivas desde las ciudades del centro del país. Incluso, se han conformado grupos delictivos conocidos como“piratas” que roban a los pescadores industriales y artesanales en pleno mar. “Los pranes, y no el Estado, son los que están atendiendo a los jóvenes; les dan armas, drogas y estos delinquen a cambio de estupefacientes. Te dicen que quieren ser sicarios o bacahaqueros, y han perdido todo el interés en el estudio”, indicó Malavé.

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