A golpes mataron a preso en celdas de Polisotillo

A golpes mataron a preso en celdas de Polisotillo

(foto José Morales)
(foto José Morales)

La mañana de ayer fue hallado muerto un reo en un pasillo de los calabozos de la Policía Municipal de Sotillo (Polisotillo). Así lo reseña eltiempo.com.ve / Eleida Briceño

En un principio se creía que Miguel Ángel García Villalba, de 34 años, había fallecido por una desnutrición severa que padecía desde hacía más de un año.

Sin embargo, la autopsia realizada en el anfiteatro forense del hospital Luis Razetti reveló que la muerte se produjo por traumatismo toracoabdominal cerrado, producto de una golpiza.

El cadáver de García fue ingresado en la morgue a las 10:30 de la mañana por una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Puerto La Cruz.

Voceros policiales que no se identificaron señalaron que un interno, de nombre Nerio Geraldino, de 32 años, apodado “cara pintada”, sería quien le propinó los golpes a García. Ambos compartían una celda calurosa, conocida como “el sauna”.

Comentaron que “cara pintada” está detenido desde el 14 de diciembre de 2015 por supuestos robos de celulares.
Cerca de las 11:30 de la mañana acudieron los parientes de la víctima a reconocerlo.

Reiteradas golpizas

Elena Sánchez, hermana de García Villalba, dijo que se enteró de lo ocurrido porque desde Polisotillo llamaron a un pariente y le dijeron que Miguel estaba muerto. Desconocía los motivos.

Comentó que a su hermano no le podían dar golpes en el estómago, porque estaba operado de una herida que le realizaron cuando estuvo preso en los calabozos de la Policía del estado Anzoátegui.

Añadió que en febrero de este año le dieron una paliza que lo mantuvo 15 días en el hospital Luis Razetti. “En esa ocasión le propinaron los golpes en el rostro y la cabeza”.

Elena Sánchez presume que su hermano, en esta ocasión, no aguantó porque lo golpearon en el área que tenía afectada.

Manifestó que Miguel Ángel estaba detenido por un supuesto robo agravado, pero él lo negaba constantemente.

No sabe si le decía la verdad, porque antes de caer detenido andaba en malos pasos y se la pasaba en la calle.

Lo que si asegura el ama de casa es que a su pariente “los policías no lo podían ver. Se lo llevaban preso por nada. Algunas veces le sembraban las cosas para echarle la culpa”.

El consejo

Mencionó que la familia siempre lo aconsejaba para que dejara las malas juntas, pues eso no le traería nada bueno. “No hizo caso”.

El juicio por el robo se iba a realizar el miércoles 23, pero lo suspendieron por ser el Día del Abogado. Siempre ocurría lo mismo en los tribunales. “Ponían excusas para alargar el proceso”.

García vivió un tiempo en Barrio Mariño, en Puerto La Cruz, en la casa de sus abuelos.

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