Argentina: Presidencia de Venezuela en Mercosur no influirá en negociaciones con la UE

Foto: Composición
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Argentina destaca el valor “estratégico” y “geopolítico” del futuro acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea, al consolidar el bloque de países que comparten valores como el respeto a los Derechos Humanos y a la democracia, más allá de la importancia de los acuerdos comerciales.

EFE

“En el mundo hay una división de fondo entre los países que creen en los Derechos Humanos, la democracia y la cooperación internacional como eje y otros que están yendo por el camino de un nuevo autoritarismo” y el acuerdo UE-Mercosur “consolida” al primero, afirma hoy en una entrevista con Efe el secretario de Comercio de Argentina, Miguel Braun.

El político argentino, economista y asesor del presidente Mauricio Macri cuando era alcalde de Buenos Aires, se muestra optimista sobre el futuro acuerdo entre las dos regiones de ambos lados del Atlántico, aunque reconoce que “claramente hay intereses en disputas” en sectores como el agroindustrial.





La UE y Mercosur decidieron el pasado mes de mayo retomar las negociaciones para un acuerdo que incluye un tratado de libre comercio, después de más de diez años de estancamiento en las conversaciones.

Braun descarta que pueda influir en las negociaciones el hecho de que Venezuela tenga la presidencia protémpore de Mercosur en los próximos meses, ya que “Venezuela no es parte de esa negociación, que partió con los cuatro países originales” de este grupo (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).

Respecto a las relaciones de Mercosur y la Alianza del Pacífico, el otro gran bloque económico de América Latina, el responsable de Comercio argentino reconoce que ellos tienen “una vocación de salir al mundo” y que si lograran “integrar una estrategia común con la Alianza del Pacífico sería todavía más fuerte”.

Recuerda que Argentina es un observador de la Alianza Pacífico -integrada por México, Colombia, Perú y Chile- y que tiene acuerdos con cada uno de sus miembros. Se trata de un “acercamiento estratégico, geopolítico y una señal de un cambio de rumbo, por lo menos en Argentina”, dice.

Braun, en el cargo desde diciembre de 2015, afirma que en seis meses el gobierno de Macri ha revertido la situación del país, que califica como “muy compleja, con una inflación muy elevada, un nivel muy bajo de inversión, infraestructuras muy deterioradas y, sobre todo, un clima de inversiones muy negativo”.

Tras seis meses de apertura de la economía en su país, afirma que han encontrado “una avidez del mundo por recibir a la Argentina nuevamente como un socio pleno de la comunidad internacional”.

El responsable de Comercio argentino visita España con el objetivo de “mostrar el cambio de rumbo que tiene la economía argentina y trabajar en la promoción de inversiones”, tanto con empresas como con distintos sectores de la administración pública, en un país que tiene fuertes vínculos con Argentina, y que quieren que “esa presencia se expanda”.

El secretario de Comercio conoce que el objetivo es “atraer inversiones de grandes empresas y en torno a esas inversiones que se genere un ecosistema de pymes que fortalezcan la economía y creen mucho más empleo”.

Dentro de esa “normalización económica” de Argentina, destaca como objetivo central la bajada de la inflación, con la intención de situarla este año en el 12-17 % y llegar al 5 % en 2019 con un programa “gradualista”, similar al que hicieron otros países de América Latina, como Chile, según Braun.

Braun también hace hincapié en el aumento de las exportaciones en los seis primeros meses del año y destaca como estrategia prioritaria “una inserción fuerte con la UE Japón y EEUU, principales mercados, que representan el 65 % del PIB mundial y el 60 % de la emisión de inversión extranjera directa”.

“Si no viene inversión de estos países va a ser difícil que crezcan nuestras exportaciones”, insiste.

En este sentido, del 12 al 16 de septiembre tendrá lugar un foro de inversionistas en Buenos Aires.

Respecto al impacto que pueda tener la desaceleración económica de Brasil, su principal socio comercial en la región, Braun se muestra “optimista”, aunque reconoce que “nunca es bueno la incertidumbre política para la economía”