Nicolás está en una situación límite. Tratándose de beisbol diríamos que está en 3 y 2, como se trata de política, diremos que está ¡en cuatro! La crisis humanitaria, la impopularidad de su gobierno, el innegociable revocatorio y la activación de la Carta Democrática, con la que Shannon espera conseguir concesiones de él, lo condenan al diálogo, que le ha dado oxigeno gracias a 3 parias, o a sucumbir con un golpe de fuerza, que pareciera ser su comodín luego de la virtual declaratoria de guerra a Henry y sus muchachos, precisamente el 5 de Julio, aislándose en un deslucido desfile militar con un inusual despliegue de seguridad para resguardar su integridad física.
Cuando esos dos bandos debieron lucirse dando muestras de sindéresis, irrumpen demarcando sus parcelas, clavando el hacha que hace más agudo el temporal, revelando debilidades de nuestra fuerza castrense, superada por grupos de mujeres que cruzaron la frontera para adquirir alimentos y otros productos básicos en la ciudad de Cúcuta justo el Día de la Independencia, “no porque se los trajeron a todos a desfilar sino porque se ha hecho incontenible la reclamación por el hambre y la carestía” -precisó un oficial retirado de la GNB-. Está apertura forzada de la frontera, implica en ambos bandos una reconsideración de sus estrategias, está bien que Henry se le plante a Nicolás, mientras Lilia reclama un canal humanitario, a la vez que Capriles y María Corina insisten en la salida constitucional y Luis Parra se sacrifica por los presos políticos del gobernador de Yaracuy, está en su derecho, ahora bien, eso lejos de propiciar puntos de encuentro con el que está en cuatro, profundiza esa postura en él cual luchador de sumo, capaz de convertirse en un Konishiki Yasokichi pulverizando a cuanto contrincante se le enfrente, por algo manifestó sus intenciones de incrementar el arsenal militar, con mayor énfasis que cuando dijo que la FANB está “armada de moral, ideas y amor”.
Estamos en el punto en que cualquier gota pudiese derramar el vaso, una situación extremadamente delicada como para tomar posturas radicales sin estar dispuestos a asumir los costes de un desenlace trágico con saldos mortuorios que nadie quiere. Estando en cuatro, lo mejor es evitar que otros le saquen provecho a esa inclinación libidinosa, como por ejemplo el cuarteto de Diosdado, Elías, Jorge y Delcy o de las comadres del CNE, porque si bien es cierto que no hizo acto de presencia en el Hemiciclo de la Asamblea Nacional, como es uso y costumbre, también es cierto que Henry ni ninguno de sus muchachos fueron a Los Próceres, algo que también es tradicional, y lo que es igual no es trampa, trampa es hacerle el juego al otro, darle motivos para que asuma posturas que a su entender son correctas, con la de insultar a Henry tildándolo de “capataz”, de “cobarde”, prohibiéndole meterse con la Fuerza Armada, de haber estado allí el Diputado, dudo que Nicolás haya tenido la valentía como para decirle eso en su cara, por más generales y almirantes que hubiese tenido detrás.
Si Corea del Norte se sienta en una mesa de negociación con Corea del Sur, sin dejar de hacer pruebas nucleares. ¿Por qué no han de asistir a actos de los demás poderes públicos Henry y sus muchachos o sentarse a dialogar con Nicolás? Si lo tienen en cuatro, como resultado de la crisis humanitaria, la impopularidad del gobierno, el innegociable revocatorio y la activación de la Carta Democrática, con Chuo, Lilian, Capriles, María Corina, Mitzy, Luis Parra y muchos más haciendo presión de la buena. En opinión de un buen amigo, ex Alcalde en los Altos Mirandinos y célebre asesor chavista en la región, quien puede superar este parcelamiento de Venezuela entre tiros y troyanos “es Henry”. ¿Allup? Inquirí. “No, Falcón”, fue su respuesta. De ser así, sólo espero que lo haga mejor que cuando intentó rescatar Las Lomas de Cubiro.
Cualquier información o sugerencia por mi dirección electrónica [email protected], el teléfono 0426.1529612 o por mi cuenta en Twitter @jolcesal