Un operador de grúas se colgó del camión del asesino de Niza para intentar detenerlo

Un operador de grúas se colgó del camión del asesino de Niza para intentar detenerlo

REUTERS/Eric Gaillard
REUTERS/Eric Gaillard

“Fue algo instintivo”: Alexandre, un operador de grúas de 31 años de edad, relató a la AFP el momento en que se colgó el jueves de noche de la puerta del camión del asesino de Niza para intentar detener su carrera mortífera en el paseo de los Ingleses.

“Me crucé con el camión cuando regresaba de ver los fuegos artificiales”, explica. Al volante, Mohamed Lahouaiej Boulhel acababa de lanzar su vehículo contra la muchedumbre concentrada en el paseo para los festejos del 14 de julio.

“En un momento, decidí atravesar el paseo para circular por el carril de bicicletas, paralelo al mar, para ir más rápido”, continúa Alexandre, que no quiere revelar su identidad completa.





“Al atravesar la calzada vi a la gente que corría, vi el camión, y tiré mi bicicleta”, continúa.

Entonces se colgó de la manija de la puerta -del lado del conductor- del camión frigorífico para intentar detenerlo, explicando su gesto como un simple reflejo “instintivo”.

Pudo percibir que el asesino al volante del camión lo había visto, “y buscaba algo… que era su pistola”, señala Alexandre. La encontró y apuntó hacia el joven, que se descolgó de la puerta del camión. “A pesar de haber hecho eso, sigo con vida”, comenta cuatro días después del drama.

En aquel mismo instante, sintió al caer el roce de una moto. Su conductor intentaba hacer lo mismo que él, pero se cayó al tratar de asir la puerta y fue arrollado por las ruedas del vehículo. Un periodista alemán filmó la escena con su teléfono, pero hasta ahora se desconoce la suerte del otro héroe.

Según Alexandre, Mohamed Lahouaiej Bouhlel “conducía a la perfección su vehículo”, por momentos haciendo zig-zags y manteniendo un control absoluto del mismo.

La carrera del asesino, también de 31 años, se saldó con al menos 84 muertos y decenas de heridos antes de ser abatido por la policía. AFP