La barbarie de la violencia en el estado Bolívar: las decapitaciones

La barbarie de la violencia en el estado Bolívar: las decapitaciones

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Siete casos de degollados se han presentado en el estado más grande y con la cuarta ciudad más peligrosa del país en 2016; cinco en Ciudad Guayana; uno en El Callao; y otro en Caicara del Orinoco, publica Correo del Caroní.





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El rumor se propagó rápidamente en Caicara del Orinoco, en el municipio Cedeño. A las 5:40 de la mañana, funcionarios de la Policía del estado Bolívar (PEB) recibieron una llamada anónima.

20 minutos después, ese sábado 10 de julio, los efectivos confirmaron la denuncia. Una cabeza humana estaba en un monumento que el gobierno municipal dejó a medias y que es conocido como la Mano de Milton, en la plazoleta de la avenida Libertador, ubicada frente al Hospital Dr. Arnoldo Gabaldón.

A 20 metros de la cabeza estaba el resto del cuerpo y otro cadáver.

Al principio, los vecinos sintieron temor; luego alivio. “Sonará mal, pero es la verdad. Eran dos azotes del barrio. Más bien le dimos gracias a Dios por la muerte de esos dos delincuentes. Se lo merecían”, aseguró uno de los habitantes del sector.

Algunos pensaron que se trataba de la lucha entre bandas por el control de la zona. Otros presumían que podía ser un grupo parapolicial de nacionalidad colombiana, conformado por exguerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Un grupo exterminio se atribuyó el doble homicidio. Se lo conoce por las siglas MRPMC. Se dice que es financiado por mayoristas y por comerciantes.

Junto a la cabeza estaba un cartel en cartulina: “Esto es un mensaje a aquellos que se hacen llamar el Tren de Caicara esto es lo que les va a pasar a esos que utilizan este cartel para extorsionar a los comerciantes de la población y esto también va para los roba motos y roba carros. Att. El hampa”.

El decapitado fue identificado como Francisco Javier Lara Caña, de 24 años, alias Teletubbie. El otro cadáver era Endry José Caña, de 26, apodado, el Soldado. Según fuentes policiales ambos tenían registros policiales por robo a mano armada, hurto de vehículos y de motocicletas, extorsión y violación.

Francisco Javier formó parte de una banda delictiva de jóvenes, su mayoría de Santa Rosalía, y operaban entre ese sector y Caicara del Orinoco. El joven de 24 años dejó dos hijos; el de 26, uno.

Ciudad Guayana y El Callao

Dos cadáveres degollados fueron encontrados en la vía a Upata el 18 de marzo.

El primer caso de un decapitado en Ciudad Guayana se registró en febrero. Se trató de un guyanés indigente, según identificaron los vecinos del barrio Las Flores, en la parroquia 11 de Abril, de San Félix.

El 19 de junio se encontraron una cabeza y un corazón en la calle Bolívar, en el sector El Rosario, de San Félix, cerca de una parada de autobuses y de una escuela. El reporte lo recibió la PEB a las 2:00 de la mañana.

Se cree que la víctima fue asesinada en otro lugar. También le habían cortado los antebrazos. La víctima fatal fue identificada como Thomas Eliomar Carrasquel Márquez, de 27 años. Según los habitantes de la zona, el fallecido era un azote del barrio. Tenía pocos meses de haber salido de la cárcel.

Ese domingo fue muy violento en el municipio Caroní: ocho homicidios; dos de ellos, degollados. El primer decapitado ese día fue un hombre de unos 30 años; fue hallado en laavenida Manuel Piar, cerca del hotel Los Faroles, en San Félix.

A principios de julio, una camioneta abandonó una bolsa negra en la plaza El Jobo, en El Callao, al sur del estado Bolívar; una cabeza rodó fuera del plástico.

“Aquí las bandas aplican su ley. Acá los organismos de seguridad, están de adorno. Se cumple lo que ordenan esas bandas y listo. El que se come la luz lamentablemente lo paga con la vida”, comentó otro habitante de El Callao.

Un día después del hallazgo los familiares del joven identificaron la cabeza, ya que no había rastros del cuerpo de la víctima. Se llamaba Johnny José León Pérez, de 27 años. Se desempeñaba como minero.

Su cuerpo fue hallado días después en el sector de La Chalana, a orillas del río Yuruari.

El leitmotiv en la mayoría de los casos es el ajuste de cuentas. El caso más reciente es otro ejemplo. Una comunidad en la vía a El Pao capturó a dos hombres, a quienes acusaba de asaltar y matar a un agricultor. Los vecinos tomaron la justicia por su cuenta y los lincharon, pero a uno, además le cortaron la cabeza.

A16-CABEZASin respuestas efectivas

Estos crímenes siguen resolverse policial y judicialmente. El equipo reporteril de Correo del Caroní intentó contactar a tres comisarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) para conocer el avance de las investigaciones, pero no hubo respuestas.

“Están trabajando en eso”, respondió el director nacional del Cicpc, Douglas Rico, sobre los oficiales. Los expedientes son llevados directamente por las delegaciones de Ciudad Guayana, de Ciudad Bolívar y de Tumeremo.