Cinco hábitos tóxicos que tienes que desechar para poder ser feliz

Cinco hábitos tóxicos que tienes que desechar para poder ser feliz

hábitos

Felicidad es un término muy difícil de definir porque como muchos otros temas, es subjetivo, el ser feliz puede ser completamente diferente para cada quien. Pero sin lugar a dudas, algo que sí es más general y tangible, es el concepto de infelicidad. Es como cuando te preguntan qué es lo que quieres, pero no lo sabes, sin embargo tienes claro qué es lo que no quieres. Todos sabemos qué es lo que no queremos en la vida: tristezas, dolor, preocupaciones, desilusiones, soledad… lamentablemente el infortunio es más fácil de identificar y más constante de lo que nos gustaría. Así lo reseña toyfeliz.net

Aquellas peleas cotidianas, pensamientos de odio y no saber pedir perdón, son algunos hábitos que nos hacen más daño que lo que pensamos y que nos impiden alcanzar la felicidad. Sin darnos cuenta, poco a poco, vamos llenando nuestra vida de cosas negativas, de situaciones en las que no queremos estar, pero que por alguna razón estamos cerca de personas tóxicas; personas de las que ya no sabemos porqué mantenemos en nuestras vidas.





Lo que sí sabemos es que para estar unos cuantos pasos más cerca de la felicidad, debemos dejar ciertos hábitos cotidianos que nos matan poco a poco. Aquí te mostramos 5 hábitos que intoxican nuestra vida y que te impiden ser feliz.

1. Discutir

Sabemos que es inevitable tener diferencias con otras personas y muy complicado controlar nuestras emociones, pero la mayoría de las veces nos enojamos por cosas sin sentido y terminamos dentro de una discusión hiriente que nos quita demasiada energía y no nos lleva a ningún lado. Esas palabras hirientes se quedan retumbando en nuestra mente y nos hacen infelices, esto se agrava cuando discutimos con personas que queremos; porque pedir perdón desde el corazón, es de las cosas más difíciles que existen.
2. No aceptar tus errores

La perfección está sobrevalorada y es probablemente la principal causa sea el estrés: no todo tiene que ser perfecto todo el tiempo. Todos tenemos derecho a equivocarnos y no está mal hacerlo, nos hace más humanos aceptar humildemente que fallamos o que no estamos en lo correcto.

Para leer la nota completa pulse Aquí