En bolsitas venden azúcar y café en El Tigre

En bolsitas venden azúcar y café en El Tigre

(foto Roiman Bejarano)
(foto Roiman Bejarano)

 

El ingenio y la creatividad de los vendedores se desarrollan cada día ante la escasez de productos de la cesta básica. Así lo reseña eltiempo.com.ve / Marinelid Marcano

En algunas calles de El Tigre, así como en el mercado municipal, se observan algunos expendedores que ofrecen azúcar y café en bolsitas transparentes, por 500 bolívares. La presentación es como la tradicional “teta” de helados caseros.

Yanitza Farías, quien tiene su puesto de raspados frente a la plaza Bolívar de la ciudad, vende estas bolsitas.
“Como todo está tan caro, por lo menos de esta forma las personas pueden llevarse un poquito y resolver en sus casas”.

Farías alegó que lo que más sale es el café, porque ya el paquete tradicional de 250 gramos tiene un precio justo de Bs 1.600 y a muchos se les hace difícil comprarlo. Aunque no tiene peso marcado, a simple vista se nota que la bolsita que ofrece no tiene más de 100 gramos.

Hilda Medina señaló que las veces que ha conseguido el aromático grano molido en esa presentación ha sido para “salir de apuros”.

“Cuando puedo adquirir un paquete de café de medio kilo, que cuesta ahorita Bs 3.155, lo hago, y cuando no tengo dinero y me quiero tomar un guayoyo por la mañana recurro a esta presentación”, dijo.

Medina aseguró que a la hora de optar por este producto, prefiere a aquellos vendedores que muestran que lo sacan de un empaque de marca conocida.

Gisela Muñoz, otra compradora, manifiesta que no adquiere ningún rubro sin saber su procedencia. “Se han visto tantos casos que mezclan el café, la leche y hasta el azúcar que me da miedo obtener eso así”.

El dulce

En el mercado municipal, lo más común son las bolsitas de azúcar refinada, que también expenden a Bs 500. Este producto, en sus presentaciones originales, es ofertado por revendedores hasta en Bs 3 mil.

Luis Campos afirmó que no puede comprar un paquete del derivado de caña con ese sobreprecio, como no le gusta tomarse el “negrito” desabrido, considera que las bolsitas son una buena opción para “de vez en cuando”.

La vendedora Rosa Antuárez es una de las que preserva los empaques para que la persona vea de dónde saca el azúcar y el café. “Eso le da más confianza al cliente”.

La dirección de Convivencia Ciudadana de la Alcaldía de Simón Rodríguez mantiene un operativo de vigilancia en el mercado, por lo que queda de parte del consumidor decidir si adquiere el producto en estas bolsitas.

Hay quienes no desean correr riesgos, como Omar Barrios. Él dice que prefiere tomarse un café en una panadería, donde hay azúcar y le puede echar a su gusto.

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