Salida política, por Leonardo Morales

Salida política, por Leonardo Morales

thumbnailleonardomoralesInsistir en que Venezuela no resiste más es posiblemente una afirmación inexacta. Seguramente puede aguantar más pero el problema reside en que no tiene porqué soportarlo y, además, dispone de los recursos de diverso orden para sortear las actuales circunstancias.

En ese último esfuerzo han convergido diversos sectores de la sociedad nacional y también la internacional: buscar una salida a la actual crisis viene siendo la orientación y el norte que se ha fijado.

La salida ha de ser democrática y constitucional. Ambas expresiones aluden, por un lado, a que debe regirse bajo los presupuestos normativos en los que se fundamenta la democracia y, por otro, al estricto apego al imperio de la ley. Nada de atajos, ni trochas, ni vías express. Los últimos aventureros que a vías no constitucionales y no democráticas concurrieron fracasaron y cárcel pagaron.





Gobernabilidad

La salida no se reduce estrictamente a una mera sustitución de régimen político; los entendidos- léase analistas económicos- advierten que la estabilización en materia económica del país requiere de cierto tiempo y unos cuantos años para superar la crisis presente.

Confiando en el buen tino de quienes así piensan emerge con naturalidad la necesidad de una salida política que ponga la mirada más allá del cambio de gobierno, que, como se ve, luce insuficiente. Desarrollar un intenso acuerdo con diversos sectores de la sociedad venezolana para instrumentar una serie de políticas en materia económica es una medida políticamente saludable que permitiría corregir el rumbo actual pero también focalizar a sectores de la sociedad que requerirán de políticas asistenciales para la subsistencia.

Una salida política debe procurar brindar estabilidad para la ejecución de un programa económico desprovisto de las tensiones político-electorales que provocan decisiones clientelares o inhibenal gobierno en la instrumentación de algunas medidaseconómicas por influencias de los continuos procesos comiciales. Ganar elecciones no debe significar el sacrificio de prácticas económicas racionales que repercutan favorablemente en la sociedad.

Disponer de un tiempo importante de gobernabilidad democrática y de un gobierno con una alta legitimidad es una condición fundamental para la normalización de un país que dados los recursos potencialmente existentes no merece atravesar la crisis que lo envuelve.

Responsabilidad política

La convocatoria para octubre de la manifestación del voluntad del 20% de los venezolanos cuyos resultados todos imaginan, ya lo saben opositores y oficialistas, debe servir para abrir en el país un amplio debate para una salida política en tiempo perentorio.

Venezuela vive tiempos difíciles y se requiere de la política y de los políticos actos responsables. Estamos en momentos en que la responsabilidad política debe convertirse en el valor que acompañe la actuación de quienes se dedican a los asuntos públicos En España la sociedad exige a sus partidos actuar responsablemente y llegar acuerdos para no ir a otras elecciones cuyos resultados no serán muy distintos. Muy parecido ocurre en Venezuela donde la salida política a la emergencia nacional puede que pase por una consulta nacional (referendo, nuevas elecciones para legitimar todos los poderes públicos…) pero siempre será necesario un acuerdo de gobernabilidad que brinde la necesaria armonía política para la superación de estos años de desaciertos.
@LeoMoralesP