Zulianos están condenados a hacer colas para poder comer

Zulianos están condenados a hacer colas para poder comer

Foto: La Verdad
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Las ventas de productos regulados son la única opción contra la inflación, tras desaparecer las jornadas de ventas directas diarias de rubros subsidiados en módulos de Mercal y PDVAL; y el ingreso de bienes colombianos a precios internacionales, La Verdad.

EL Gobierno nacional ordenó los CLAP como alternativa para combatir la especulación y garantizar la distribución a familias de escasos recursos. Pero, la aspiración terminó fallando por las limitaciones de surtido y alcance social. Lo que devuelve la presencia de compradores desesperados a los supermercados privados.

En Zulia, las colas en las tiendas privadas no pierden fuerza. Y es que en los súper “es donde están los productos más baratos”, asegura Mayuli Ocando, ama de casa, de 49 años, desde una formación en el establecimiento del sector Los Estanques, donde se vendía harina, azúcar y aceite a precios controlados.





“Siguen las colas, no se acaban. Están todos los días”, lamenta Ocando al recordar que los CLAP no cubren las necesidades del municipio San Francisco y obligan a buscar comida a precios legales en Maracaibo. La bolsa del plan de abastecimiento “no ha llegado” a su hogar. Desde hace dos meses se formalizó la distribución de alimentos con organización en Zulia en dos mil puntos, 400 hogares por cada comité, 800 mil viviendas en la región.

Reimundo Martínez, persona con discapacidad, de 58 años, apura moverse y no perder el puesto en la cola por lo “imposible” de conseguir los alimentos. Está dispuesto a soportar calor y sol por cuatro kilos de arroz y harina. Considera que es la única manera de rendir los siete mil bolívares de ingreso al mes que percibe. No cree en el CLAP. “Es un engaño”. Sufre por comer “una vez al día” cuando apenas logra hacer arepas.

Isaira Pirela, ama de casa, de 55 años, se lamenta mientras aguarda la oportunidad de compra. Muestra la nueva modalidad de control en algunos supermercados: copia de la cédula de identidad en la que se marca un número de formación. Cerca habían funcionarios de la PNB que verifican los papeles y el documento laminado.

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