Francisco Cardier: 120 mil familias de mineros no tienen asistencia social

20160527_105710

Proyecto Venezuela ratifica su apoyo a los pequeños mineros, y exige políticas claras para ellos y sus familiares, afirmó el diputado regional y presidente de Proyecto Venezuela en el estado Bolívar, Francisco Cardiel.

El presidente de la comisión de minas del parlamento regional, señala que ya no es una aventura trasladarse y viajar a cualquier sector minero, al sur del estado Bolívar, porque por todas partes “suenan” los molinos, y tienen que adaptarse a las condiciones que impongan las bandas en cada “bulla” en particular, y donde se consiguen los alimentos, al triple de su precio o mas del original, agregó.





“ Los pequeños mineros tienen que adaptarse al sitio o terreno controlado, en donde cohabitan cocineras, herreros, jornaleros, soldados, albañiles, familias enteras, niños, jóvenes y viejos mineros que viven de esta actividad desde hace ya muchos años”, explicó.

Cada día que pasa, según Cardier, se incrementa el desempleo en las grandes ciudades, donde de gente de barrios y caseríos enteros, se movilizan con el fin de encontrar un amigo o alguien conocido, que este conectado con la gente que maneja o dirigen estas minas, en donde la grama (gramo) de oro tienen un valor de Bs.32.000, y un minero para poder mantenerse, requiere mínimo de tres gramas para subsistir durante dos semanas o mas, informó Cardier.

Multiplicando el precio del la grama de oro por 120 mil mineros, desparramados, amerita que el gobierno nacional los teme en cuenta, porque es gente que necesita asistencia de salud, social y económica, que deben ser tomados en cuenta, de allí su apoyo a los pequeños mineros, dijo Cardier.

“ Tenemos que agradecerle a la madre naturaleza de las bondades de este territorio rico en minerales”, de allí la necesidad de asistencia seria y organizada a hombres y mujeres, familias enteras que dependen de esta actividad minera, acotó.

Para finalizar, el diputado denunció que siempre se acusa a los pequeños mineros de depredar los bosques y contaminar los ríos, cuando son los grandes consorcios los que hacen más daños, bajo el consentimiento de un gobierno incapaz de organizar y planificar, la explotación minera, concluyó.

Np