María Corina Machado: “Villa Rosa lo demostró: la gente se rebela y el tirano huye”

María Corina Machado: “Villa Rosa lo demostró: la gente se rebela y el tirano huye”

MCM04SEP2016

 

El pasado jueves 1 de septiembre se dio en Caracas una de las movilizaciones más grandes en la historia de las protestas políticas en Venezuela. Hasta los cálculos más conservadores, hablan de alrededor de un millón de personas que fueron convocadas para la denominada “gran toma de Caracas”. Ese día, María Corina Machado, Coordinadora Nacional de Vente Venezuela,  estuvo recorriendo todos los puntos de concentración, a pie y en moto, antes de partir junto a los simpatizantes de su partido desde la plaza Brión de Chacaíto.





Un día después de la marcha, las imágenes de un aterrado Nicolás Maduro huyendo de una concentración pacífica de ciudadanos que le increpaban en la población de Villa Rosa en el estado Nueva Esparta, dio cuenta del incontenible descontento popular con el régimen que está actualmente en el poder. Sobre este espíritu rebelde que se expande por todo el país, conversamos precisamente con María Corina Machado.

LP: En primer lugar, ¿cuál es su visión general sobre la marcha del pasado jueves 1 de septiembre?

MCM: El 1 de septiembre en Caracas, Venezuela derrotó al miedo. Somos valientes, estamos hartos de esta pesadilla y queremos libertad. Hace mucho dijimos que para vencer al hambre, a la violencia y al abuso, primero debíamos derrotar al miedo. El 1 de septiembre en Caracas, Venezuela derrotó al miedo. Superamos todos los obstáculos físicos, emocionales, económicos y espirituales. Tenemos 30 millones de razones urgentes para protestar, y sabemos que todas pasan por un objetivo común: la salida de Maduro y su régimen ya.

También resulta claro que la gente quiere más, porque no aguanta más. Para que el régimen retroceda y lo obliguemos a aceptar que este año 2016 se va, se necesita mayor rebeldía, mayor desafío y una conducción clara, firme y efectiva orientada a lograr ese propósito.

Un millón de personas en las calles de Caracas y decenas de miles en las carreteras intentando llegar o reunidas en los pueblos de Venezuela, son una demostración masiva que ha sacudido al mundo, sobre todo al compararla en tiempo real, con la concentración del oficialismo, encajonada en media avenida Bolívar. El 1 de septiembre dimos inicio a la caída de la dictadura.

LP: Hubo indígenas caminando desde Amazonas, médicos desde Carabobo, diputados (incluyendo uno de Vente) desde Monagas, el sacerdote que se vino desde Anzoátegui. Ni siquiera en los mejores momentos del chavismo se vio una movilización semejante. ¿Esto a qué se debe? ¿Está pasando algo distinto en el seno de la sociedad venezolana?

MCM: Cada uno de esos testimonios demuestran que mucho más que los números, ciertamente extraordinarios, lo más conmovedor es la energía, la convicción, la conciencia de lo que estos días representan para nuestra vida; está en juego mucho más que una lucha electoral o política, es existencial, es de vida o muerte. Y lo hemos comprendido.

El 1S nos encontramos, nos reconocimos, los ciudadanos que día a día nos rebelamos cada uno en su espacio, como el trabajador de Corpoelec que se resiste a ir a una marcha del régimen, el médico que no calla la denuncia sobre el drama humanitario en su hospital o ambulatorio, las mujeres de Ureña que abrieron la frontera; el 1S entendimos que como nación, unidos, debemos asumir la rebeldía cívica como la ruta a seguir para enfrentar y derrotar la dictadura.

LP: Ya en la tarima al final de la movilización, el secretario de la MUD Jesús “Chúo” Torrealba convocó a una serie de acciones, que comenzaron aquel mismo día con un cacerolazo, ¿qué opinión le merece la agenda anunciada ese día?

MCM: El contenido del comunicado que se anunció ese día, nosotros en Vente no lo conocíamos, y parte de su contenido nos sorprendió. Consideramos que ha debido haber una posición más firme en una agenda que represente un desafío mayor y un reto más fuerte a un régimen que no le importan las grandes movilizaciones si no representan un genuino desafío, una rebeldía ante la pretensión de neutralizarnos que tiene este régimen. La exigencia ya no puede ser por una fecha para la recolección del 20% de las firmas, la exigencia tiene que ser para fijar de una vez la fecha del Referendo Revocatorio este año. No podemos permitirle al régimen ganar más tiempo.

Al mejor estilo castro-comunista, quieren hacernos creer que solo tenemos dos opciones: acciones inofensivas o acciones violentas, y eso es absolutamente falso. Ni violentas, ni inofensivas. Esto es un chantaje para impedir las acciones realmente efectivas contra la dictadura.

Frente a las dictaduras hay que avanzar, y ahora, para cumplir el mandato del 6 de diciembre que fue la salida del régimen este año, tenemos que fijar de una vez la fecha tope hasta la cual vamos a aceptar el engaño y la burla del CNE como brazo ejecutor del régimen.

En la lógica del régimen, lo importante es ganar tiempo día a día, tiempo que utilizan de manera brutal para avanzar en la asfixia de la sociedad, aniquilando las fuerzas, deteniendo a dirigentes, persiguiendo a los medios, obligando a ciudadanos a dejar su país o cerrar sus negocios, silenciando voces. El tiempo es lo que el régimen hoy requiere desesperadamente. Aceptar finales de octubre como la fecha para la recolección del 20% de las firmas para solicitar el revocatorio, en la práctica significa entregarle dos meses valiosísimos de vidas humanas y de fuerza política a un régimen que no tiene intención alguna de ceder el poder este año. Para los venezolanos el tiempo se agotó.

LP: Luego de la marcha hubo una incomodidad y decepción en muchos marchistas, también en redes sociales. ¿Cree que hay decepción en el ambiente?

MCM: Siento que la energía de ese día fue enorme, que hubo una satisfacción y un orgullo inmenso durante toda la jornada del pasado jueves. Yo lo viví desde la madrugada recorriendo todos los puntos de concentración en la ciudad, y al ver la respuesta de los ciudadanos, la emoción, la alegría —una alegría serena y consciente— fue profundamente moralizante. Siento que el habernos reconocidos como ciudadanos en la calle, ciudadanos libres, dispuestos a arriesgar nuestra vida, nuestra libertad, comodidad y seguridad por nuestro país, fue algo extraordinario.

Sin embargo, insisto, la gente quiere más y con razón. Quiere más de nosotros, de la dirigencia política, quiere saber a dónde vamos, exige respuestas inmediatas sobre qué vamos a hacer si el CNE se niega a realizar el referéndum este año, quiere saber por qué no presionamos más a un régimen que claramente ha decidido arreciar la represión y la persecución. Por esto, nosotros tenemos que fijar esa fecha límite ya y no perder más tiempo.

LP: ¿Qué ha debido anunciarse ese día? A su juicio, ¿qué acciones deberían tomarse en los días inmediatos ante la negativa del CNE de avanzar con los trámites hacia el revocatorio?

MCM: Escuché en esas horas una metáfora que ilustra inmejorablemente el desafío que vivimos: un gran caudal de agua necesita una turbina para generar energía eléctrica. Igualmente, un enorme caudal de ciudadanos requiere de conducción política, con una visión clara que desafíe y presione efectivamente al régimen para que esa fuerza se transforme en energía política, en resultados concretos que hagan al régimen retroceder.

Por eso a partir de ahora tenemos que establecer una agenda política que eleve el desafío, que eleve la presión sobre el régimen, hasta obligarlos a aceptar que este año tienen que salir del poder. O le ponen fecha al referéndum revocatorio, de una vez, no se trata de exigir un nuevo trámite administrativo a nivel electoral, es ponerle fecha de una vez al revocatorio este año, o articular entonces las presiones y las movilizaciones internas para que Maduro de una vez por todas renuncie y se vaya.

En esta hora debemos entender que la unidad es mucho más que un grupo de partidos políticos. La unidad incluye a todas las organizaciones políticas, pero va mucho más allá. Desde ahora, de inmediato, debemos incorporar a la organizaciones ciudadanas, a los activistas de bases, a las organizaciones deportivas, culturales, religiosas, estudiantiles, gremiales, sindicales, todos ya, en un gran movimiento cívico y ciudadano para restaurar la democracia y para establecer una agenda diaria de movilizaciones que incluyen todos los mecanismos democráticos, no solo las marchas, los paros sectoriales, un paro nacional, las protestas y desde luego lo más importante: el espíritu de rebeldía, de desafío, que es la desobediencia cívica nacional. Y para quien dude de si esto la gente lo tiene claro, ¡ahí está Villa Rosa! Hermoso, contundente. ¡La gente se rebela y el tirano huye!

LP: ¿Cómo evalúa el comportamiento del régimen en los últimos días?

Predecible. No puedes esperar que los dictadores se comporten como demócratas; y en el caso de este régimen, ni siquiera podemos esperar que se comporten como autócratas. Es una organización criminal que ha tomado el poder, y esa es su lógica de acción.

Por eso las detenciones absurdas antes y después del 1S contra dirigentes y alcaldes. Esta es la típica instrucción que viene de la dictadura cubana: cada vez que hay una protesta, previo a ella, arrecian la persecución y la represión. A todas aquellas personas que han mantenido posiciones firmes de no claudicar, de desafiar, son perseguidas y acusadas brutal y obscenamente. El caso de Yon Goicochea, Daniel Ceballos, Delson Guarate, Warner Jiménez, Francisco Salazar, Lester Toledo, Gustavo Harder, Luis Hernández, Jesús Pinto, Carlos Melo, y previamente de Leopoldo López, Antonio Ledezma, Gabriel Sanmiguel, Francisco Márquez, nuestro activista juvenil Jesús González en Nueva Esparta. Todos compañeros cuya calidad humana, integridad y vocación democrática está fuera de dudas para todos.

Lo que sí raya en el delirio es la actitud de Maduro en Villa Rosa. No sólo esa desconexión total con la realidad, sino también su arrogancia, irresponsabilidad y brutalidad. ¡Por eso obtuvo la respuesta que se merece y de parte una mujer! (lapatilla.com)