Padres y Madres de hijos con destinos difíciles, por Cristina Carbonell

Padres y Madres de hijos con destinos difíciles, por Cristina Carbonell

thumbnailCristinaCarbonellSé que muchos de ustedes están viviendo momentos difíciles, nadie que no pase por esto puede entenderlo, ni médicos, ni terapeutas, ni la familia. En un primer momento algunos pasan por negación, rabia, en el por qué a mí?, y se preguntan ahora qué voy a hacer ?, porque se imaginan el futuro de su hijo incierto.

La principal preocupación de un padre y una madre es el bienestar de sus hijos por sobre todas las cosas; y quiero decirles que he aprendido que ellos están bien como son, cada niñO o niña escoge su destino y vienen con una misión, y la de ellos está enfocada directamente en el amor.

En constelaciones familiares hay una semejanza sobre el árbol que crece en un manglar y los destinos difíciles en la familia. En los árboles del manglar,  algunas  ramas absorben toda la sal del agua, para que el resto del árbol pueda sobrevivir. Pues así, también en constelaciones familiares un destino difícil encierra una gran fuerza y un gran amor por su familia a tal grado que ese ser compromete su salud o su vida por el resto del sistema. Algunos al constelarse pueden mejorar y otros solo ayudan a los padres a ver con respeto las circunstancias que ese ser elige vivir.





Hace algunos meses durante una sesión de Rebirthing (respiración consciente) me pasó algo inusual , la imagen de la Madre María apareció en mi mente; ella abrió sus brazos y me mostró su corazón, y en el entré como si de una película se tratara. María corría por las calles polvorientas, se podía sentir el calor del lugar y su desesperación, ella buscaba a Jesús sin saber a dónde se lo habían llevado. Allí pude darme cuenta  que María de carne y hueso,  la madre estaba buscando simplemente a su hijo, su bebé, como vemos todas las madres a nuestros hijos y se encontraba en sufrimiento. Luego escuché que me decía: gracias al destino especial de Jesús; yo pude aprender no solo a amarlo a el como toda madre; sino amar al resto del mundo, ese amor incondicional que me enseñó mi hijo fue lo que me iluminó y ascendió.

También he tenido experiencias con dos grandes amigas una de ellas,  a su bebé le habían advertido venía con problemas de salud en su corazón y otras complicaciones que no iban a permitir sostenerse al nacer. Esta madre amó tanto a este bebé, que los médicos no se explicaron como al nacer  y hacerle su chequeo médico; no encontraron ninguno de los problemas que habían advertido y que eran irreversibles.  Otra amiga,  tuvo el caso de un hijo con problemas de conducta y pude vivir a su lado como el amor transformó a su hijo y hoy vive una vida ejemplar.

Estas dos amigas me han enseñado que no hay límites médicos, ni sociales para el amor. Y que si decidimos por el podemos sanarnos nosotras y ayudar en esos destinos difíciles de nuestros hijos. Las historias de personas con destinos difíciles y exitosas son muchísimas; casi todos agradecen a sus padres o a personas que los sostuvieron con amor y que provocaron en ellos una fuerza indetenible.

Luego de esta experiencia entendí que los hijos con destinos difíciles ; alcohol, drogas, problemas de conducta o compromisos de salud; tienen una misión muy importante y que pueden hacernos entender el amor en dimensiones  que nunca lo pensamos. Somos más compasivos, nuestro corazón se abre a entender otros destinos igual o más difíciles y muchas veces cuando se logran transcender el dolor, puede ser el motor de la evolución personal, de grandes obras sociales o de ayuda para muchas otras personas. Está en nosotros decidir qué hacer con este aprendizaje, sufrir o amar con mayor intensidad.

Cristina Carbonell

Directora de la Escuela de Inteligencia Espiritual

Brújula Interna

@brujulainterna