Fiscalía se guarda datos solicitados por EEUU en caso de narcosobrinos

 

Tras 55 días de trámites diplomáticos y pesquisas, el Ministerio Público venezolano se guarda el resultado sobre la identidad de dos hombres vinculados con el escándalo de los “narcosobrinos”. No los suelta, publica Versión Final.





Desde el pasado 22 de julio el Ministerio Público venezolano procesa la investigación por el caso de Efraín Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro.

Ambos fueron detenidos por funcionarios de la DEA en Haití en noviembre de 2015 con 800 kilogramos de droga y entregados a agentes de la Administración de Control de Drogas, que los transportaron a Nueva York, donde son procesados bajo cargos de narcotráfico.

En el proceso judicial Campos Flores y Franqui Francisco Flores confesaron su participación y narraron todo los actos realizados y las personas participantes en los hechos. Algunos de sus supuestos operadores fueron mencionados con los seudónimos “El Gocho” y “Pepero”. Los colaboradores tendrían nacionalidad venezolana.

“El Gocho”, según las declaraciones de Campos Flores, sería quien les entregó el alijo. Alias “Pepero” habría sido el responsable de conectar a los “narcosobrinos” con “El Gocho”. Las identidades de ambos son vitales para el desarrollo del proceso judicial, trabado en esa instancia por el hermetismo del Ministerio Público.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos, a través de la Cancillería de la República Bolivariana de Venezuela, solicitó la cooperación a los fines de la identificación plena de tales participantes. El Ministerio Público en Venezuela, para cumplir con la cooperación solicitada, abrió una investigación y trascendió, según fuentes vinculadas al caso, que a pesar de tener las resultas de la misma no ha dado contestación a dicha solicitud.

Dos archivos con más de 200 páginas que contienen evidencias del gobierno de EE.UU contra Flores de Freitas y Campos Flores incluyen las confesiones de ambos jóvenes, recogidas por los agentes federales al abordar el avión de la DEA sigla N7734T que les trasladó a Nueva York, donde permanecen presos y en espera del juicio que se llevará a cabo el próximo 7 de noviembre.