Los ruegos de la esposa del hombre negro tiroteado en Charlotte: ¡No dispare, no va armado! (video)

Los ruegos de la esposa del hombre negro tiroteado en Charlotte: ¡No dispare, no va armado! (video)

Cuando el vídeo llega al minuto y 40 segundos, se oyen 4 disparos. Son los cuatro disparos con los que Brently Vinson – policía de raza negra – mata a Keith Lamont Scott, un ciudadano también negro, en Charlotte, en Carolina del Norte, un estado que era la imagen del ‘Nuevo Sur’ de EEUU – libre de racismo, con una economía moderna basada en los servicios financieros, en la educación y en la tecnología – y que, con esta muerte y con su estricta política en relación a los homosexuales se ha convertido en el reflejo de las visiones contrapuestas que los estadounidenses tienen de lo que su propio país debe ser, publica El Mundo de España.

El vídeo fue grabado por la mujer de Scott, Rakeya Scott, y ha sido cedido al diario ‘The New York Times’ por los abogados de la familia, Justin Bamberg y Eduardo Curry, que han declarado al diario que la grabación “no da pruebas acerca de si el tiroteo fue justificado o no”, aunque sí da “otro punto de vista”.





En el vídeo, la mujer de Scott insiste en que éste no va armado, y que sufre una lesión cerebral traumática. Sin embargo, lo que hacen Vinson y Scott no se ve. Lo que sí parece claro es que Scott no estaba obedeciendo las órdenes de los policías de salir del coche. Y, en EEUU, desobedecer a la policía es una actividad de alto riesgo, independientemente de la raza ala que se pertenezca. Mientras la policía insiste en que la víctima mostró una actitud arrogante al salir del coche a instancias de los agentes y que llevaba un arma de fuego; la familia de Scott dice que solo tenía un libro.

La muerte de Scott ha provocado dos días de disturbios, aunque la calma parece haber vuelto a la ciudad, en los que al menos una docena de personas, entre policías y manifestantes, resultaron heridas. Un manifestante, Justin Carr, quedó en estado crítico por un balazo en la noche del miércoles y falleció este jueves. Las autoridades han anunciado este viernes la detención de Rayquan Borum, de 21 años, al que han acusado formalmente del asesinato de Carr. Tanto Borum como Carr son de raza negra.

Más allá de las muertes, el hecho de que los disturbios se produzcan a falta de 7 semanas para las elecciones de EEUU tiene implicaciones políticas. Carolina del Norte es un estado del Sur y de los Apalaches, lo que lo sitúa firmemente dentro del campo republicano. Sin embargo, un 21,5% de su población es negra, y cuenta con grandes ciudades como Charlotte y Raleigh y con un área de fuerte presencia de empresas tecnológicas y de universidades de élite, el llamado ‘Triángulo de la Investigación’, en el que están, entre otras, las Universidades de Duke y el campus de Chapel Hill. Y, en EEUU, ciudades, universidades e industria tecnológica son sinónimo de votos demócratas.

Ya en 1992, Bill Clinton perdió por apenas siete décimas en Carolina del Norte. En 2008, Barack Obama por 1,7 puntos porcentuales. En 2012, el Partido Demócrata llegó al extremo de celebrar la Convención en la que Obama volvió a ser nominado candidato en Charlotte. Pero el vencedor fue el republicano Mitt Romney. En los últimos sondeos, Donald Trump lleva entre 1 y 4 puntos de ventaja a Hillary Clinton.

Con los dos candidatos prácticamente igualados, Carolina del Norte es uno de los 16 estados que pueden dar la victoria en las elecciones. Así que los disturbios tienen importancia política. Y pueden beneficiar tanto a Donald Trump, que apuesta por el voto blanco y por la ‘mano dura’ en materia de orden público, como a Hillary Clinton, cuya baza para lograr la Presidencia es una coalición de minorías raciales y blancos de alto nivel educativo.

Más aún, porque han sobrepasado los límites de Carolina del Norte. El jugador de béisbol Steve Clevenger ha sido suspendido para el resto de la temporada por su equipo, los Mariners de Seattle, por colgar en Twitter comentarios como: “Negros apaleando blancos porque le pegan un tiro a un macarra negro que tenía una pistola delante de un policía negro. Me descojono”. La distancia entre Seattle y Charlotte es de 2.800 kilómetros (como la que hay entre Madrid y Tallin, la capital de Estonia), lo que indica que la controversia tiene impacto a nivel nacional.