Malula, la concejal que subió cerro con risas y compromiso

 

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La actriz falleció el domingo en la noche como consecuencia de un ACV. Foto: El Nacional

 

Martha Olivo era cuatro mujeres en una.





Cuando nació el 11 de diciembre de 1920 su madre le puso María Lourdes. Luego, al empezar su carrera artística en Radio Cultura, a los 16 años de edad, dijo al aire que se llamaba Martha. Años después, cuando solicitó la partida de nacimiento para casarse por primera vez (tuvo tres esposos), se enteró de que aparecía registrada como Damacia, un nombre que le parecía muy feo. Pero todo el mundo la conocía como Malula, personaje que popularizó en el sketch “Asocerro” de Radio Rochela, reseña El Nacional.

La actriz falleció el domingo en la noche como consecuencia de un ACV.

“Me puedo morir tranquila porque creo que he cumplido una misión. Ahora solo me falta ir al concejo, pues allí sabré si soy mala o buena en eso”, dijo en una entrevista para El Nacional en 1984, momento en el que la ficción superaba la realidad.

El partido URD la apoyó en su carrera política y a finales de los años ochenta fundó el Movimiento Auténtico Libre y Unido, MALU. Llegó a ser concejal luego de haber hecho campaña en varios barrios. Se crió en uno llamado La Loma, en el centro de Caracas. “Un par de zapatos no me duraban un mes”, repetía en las entrevistas en las que explicaba que todos los días debía subir las escaleras de El Calvario.

Los comienzos. Escapada de su papá, asistió a un concurso de talentos en Radio Cultura. Allí empezó su carrera como actriz y cantante. En la década de los cincuenta formó parte del elenco fundador de Radio Caracas Televisión. Debutó en El Show de las 12, algunas telenovelas, películas y trabajó muchos años en Radio Rochela, programa en el que también protagonizó segmentos como “Las sectarias” junto con Irma Palmieri.

“Me quedé con Radio Rochela porque se grababa una vez a la semana. Pero ya quiero descansar, creo que ya he dado mucho”, dijo antes de retirarse del medio en los años noventa.

Era celosa y creía que era el motivo por el que se casó tres veces. “La soledad es muy fea y triste, pero para agarrar calenturas sin necesidad es mejor estar sola”. Entre sus amores se encontraba Alfredo Sadel. “Estuvimos juntos tres años, fue un caballero en toda la extensión de la palabra”, afirmó en una entrevista en 1988, en la que confesó que a él gustaba bailar, jugar dominó y tomarse “unas cervecitas”.

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