Más de 70 detenidos en retén de Politáchira se cosieron los labios y están en huelga de hambre

Más de 70 detenidos en retén de Politáchira se cosieron los labios y están en huelga de hambre

Un grupo de internos que aún continúa en Politáchira estaría denunciando maltratos y abusos, por lo que se habrían cosido los labios y declarado en huelga de hambre.
Un grupo de internos que aún continúa en Politáchira estaría denunciando maltratos y abusos, por lo que se habrían cosido los labios y declarado en huelga de hambre

 

Este miércoles, mediante una carta que llegó a manos de sus familiares por parte de un grupo de reos que aún continúa recluido en el cuartel de prisiones de Politáchira, se confirmó  que varios internos se cosieron los labios y se encuentran  en huelga de hambre, debido a que, entre otras cosas, presuntamente estarían siendo maltratados física, verbal y psicológicamente por funcionarios policiales, publica La Nación.

Dicha carta le fue entregada al dirigente social Asdrúbal Ortiz, quien ayer explicó que en la misiva los internos aseguran que a un grupo de ellos lo tienen en el sótano y a otro en lo que anteriormente era la proveeduría, áreas que no cuentan con sanitarios ni duchas, situación que reñiría contra los derechos humanos  y constitucionales de un ciudadano, aun cuando se encuentre privado de libertad.     





“Somos un grupo de 76 personas que nos encontramos secuestradas, amedrantadas y heridas, algunas pendiendo su vida de un hilo (…) Ya, gracias a Dios, salimos  de ese yugo (haciendo  referencia al motín); ahora nos encontramos nuevamente casi igual, como cuando estábamos en los calabozos, por los funcionarios que se encuentran al mando de nuestra custodia. Ya casi para 16 días estamos durmiendo en el piso, sin medicamentos para los que se encuentran heridos; secuestrados, sin ninguna comunicación con nuestros familiares. Lo único que hemos recibido es maltrato, moral y psicológico, tres veces al día (…)  Nos dicen que en adelante lo que recibiremos es perdigones, golpes y gas, y eso es lo que estamos recibiendo diariamente”,  dice una parte de la carta.

Después de finalizar el motín -explicó Ortiz-,  se hizo una serie de traslados a otros centros de reclusión, 109 reos fueron distribuidos a estaciones policiales  de San Antonio, Ureña, Córdoba, Torbes y Ayacucho; pero ahí, en el retén de Politáchira, continúan 150 reos, contando las mujeres y algunos exfuncionarios policiales. 76 de ellos  fueron recluidos en espacios no aptos, por cuanto los calabozos quedaron completamente destruidos.   

“Según ellos, están recibiendo maltratos de todo tipo por parte del comisionado Yoryi Zambrano, el nuevo jefe de calabozos. Incluso hablan que el mismo comisionado Torres también lo ha hecho, que los ha golpeado, y les lanzan gases lacrimógenos. Y es importante recordar que estos internos, que hoy están denunciando  tal situación,  fueron sometidos por otros reclusos (ya trasladados a otras cárceles) durante el mes que duró el motín; que fueron golpeados, torturados, y varios de ellos posiblemente obligados  a comer carne humana, por lo que más que  agresiones, lo que requieren es tratamiento médico y psicológico, porque no debe ser nada fácil lo que tuvieron que ver y vivir ahí, y como sea, son seres humanos y tienen derechos. Por eso es que cosieron los labios y se declararon en huelga de hambre”.

Dijo Ortiz que los familiares de estos internos han manifestado que “el comisionado Torres los ha citado, entre el martes  y miércoles, en tres oportunidades y no los ha atendido. El defensor del Pueblo también envió el martes una comisión para Politáchira a fin de  verificar  lo que está  pasando allí y la situación de los internos, y no fue atendida por el director; ayer tampoco lo hizo. En cuanto a los 109 reos que enviaron a otras comisarías, también están hacinados. Por ejemplo, en la estación policial de Córdoba ahora suman 30 presos en un calabozo de 2×3 metros cuadrados. A los familiares de estos les están pidiendo 2 kilos de soldadura, bloques,  cemento, arena, paras dizque construirles baños y  duchas, cuando eso le corresponde hacerlo al Gobierno  regional. Tampoco les están dando comida,  aun cuando el Ministerio de Asuntos Penitenciarios y la Gobernación tienen una partida para la alimentación de los privados de libertad”.

— El problema en los calabozos de Politáchira continúa, lo que se resolvió  fue la toma de rehenes y el motín, en el que lamentablemente mataron a dos jóvenes, pero el hacinamiento y las condiciones infrahumanas en las que tienen a los presos están ahora peor que antes -concluyó Ortiz-.

Miriam Bustos