El asalto al pueblo venezolano, por Michele Vielleville

El asalto al pueblo venezolano, por Michele Vielleville

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El pasado domingo, 23 de octubre, un grupo de violentos identificados con el gobierno irrumpió en plena sesión ordinaria de la Asamblea Nacional, específicamente cuando se estaba desarrollando un debate fundamental que buscaba la restitución del orden constitucional y la democracia del país. Entre insultos, amenazas y agresiones, y violentado la seguridad de la institución se llevó a cabo un atroz asalto a los espacios del Palacio Federal Legislativo, que dejó dos heridos y el robo a varios equipos de la prensa. La agresión fue repudiada por los parlamentarios opositores, e incluso por diputados del bloque chavista. Pero un hecho de mayor trascendencia de ese asalto al parlamento, es el asalto que el gobierno de Maduro hizo al pueblo venezolano la semana pasada, que trajo el anuncio de la suspensión de la firmas y que ha paralizado hasta nuevo aviso el proceso para la realización del referendo revocatorio; lo que pudiera agravar aún más la crisis de gobernabilidad que actualmente padece el sistema político venezolano.

Por Michele Vielleville / @MichVielleville

Hace sólo unos días los venezolanos y la comunidad internacional fueron testigos del más grave asalto a la democracia, perpetrado por un gobierno en decadencia, con la suspensión de la recolección del 1% hecha por Tribunales Penales de algunos Estados del país y la decisión del CNE que también suspendía la recolección del 20% de las manifestaciones de voluntad, pautado para esta semana. Una acción que sigue demostrando las claras pretensiones de un gobierno que está dispuesto a hacer uso de cualquier medio para conservar su poder y la obediencia ciudadana, que se encuentra en su peor momento político, en donde es pésimo su desempeño y es profundamente cuestionada su legitimidad, sin apoyo popular y sin credibilidad internacional.

El gobierno de Nicolás Maduro ha cerrado los mecanismos constitucionales que permiten resolver nuestros más profundos conflictos. Ha hecho un asalto a la república, que nos está despojando de los fundamentos de nuestra más preciada libertad. Pues fieles a la tradición republicana, para el pueblo de Venezuela la participación política sigue siendo una de las condiciones fundamentales que le garantiza su libertad. El autogobierno en la República implica entonces participación en el proceso político, porque si los ciudadanos no pueden gobernarse a sí mismos, entonces serán dominados por otros. Esos valores son los que están siendo vejados por un régimen que pretende impedir por medio de la aplicación cualquier maniobra el libre ejercicio del derecho a revocar. Asaltando de esta forma el principio de participación política, hace imposible el autogobierno de los ciudadanos, ya que el propósito de fondo es asegurar la dominación sobre ellos. Pero el pueblo venezolano, fiel a sus principios, no se encuentra dispuesto a aceptar esas acciones. La razón histórica ha dado muestras de situaciones en las cuales los venezolanos han definido su propio destino. Estamos en uno de esos momentos importantes, donde se define el rumbo del país.

Desde el día en que se hizo público el asalto, las reacciones espontáneas no se han hecho esperar. Los distintos sectores de la sociedad civil, universidades, sindicatos, ONG´S, la iglesia, con profunda indignación se han expresado con distintos mensajes y en diversos lugares de Venezuela en rechazo a la inconstitucionalidad de la decisión. Esa percepción colectiva de indignación es la que está enrumbando la nación a un momento crucial, en donde son más propicias las condiciones para que una gran protesta nacional sea la que obligue al gobierno a destrabar el juego, que si no se hace a tiempo podría costarle muy caro a la estabilidad del sistema. A ello habría que agregar lo importante que se convertirá contar con el apoyo de la comunidad internacional. El secretario general de la OEA ya ha señalado que están evaluando las acciones pertinentes que deben ser tomadas por la organización en los próximos días que permita recuperar el hilo democrático en Venezuela, es decir, desde la arena internacional se ha considerado como un asunto fundamental devolver a los ciudadanos venezolanos su derecho fundamental de elegir, o por el contrario, revocar a sus gobernantes.

Pero la defensa de las instituciones democráticas, de nuestra constitución recae con mayor peso sobre nuestros hombros, y el de los demás líderes de la Unidad. Es momento de demostrarle a los venezolanos y al mundo este 26 de octubre fortaleza y madurez política, poder de movilización y capacidad de canalización de las demandas. La confianza que tienen los ciudadanos en los líderes del cambio cada día crece, de ahí que resulte fundamental mantener esa actitud combativa y avivar la esperanza de que todos unidos podremos definir el destino democrático del país.

@MichVielleville

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