Manuel Malaver: La CEV, Monseñor Padrón y el diálogo

Manuel Malaver: La CEV, Monseñor Padrón y el diálogo

Considero acertadísima la intervención de la Conferencia Episcopal Venezolana, y de su presidente, Monseñor Padrón, en el deslinde con el diálogo que, fraudulentamente, nos trajo Maduro del Vaticano después de una reunión con el Papa Francisco el lunes.

Y es que, si es cierto que tanto el gobierno, como la MUD, se habían dirigido a la Santa Sede para pedirle su participación como “mediador” en el diálogo, no era para que, en un momento de extrema debilidad del régimen, en uno en que le había negado al pueblo su derecho a convocar un Referendo Revocatorio, se presentara Maduro con una suerte de bulo papal a decir que lo que había era que dialogar y aquí no ha pasado nada.

Ya se conocen algunos de los intríngulis de la visita de Maduro al Vaticano, y también que, si hubo un contacto con el Papa no fue de más de cinco minutos y que, si se habló del diálogo, fue de una manera muy tangencial y sumaria.
Maduro, al contrario, afirmó que la reunión había durado casi una hora, que hablaron de los precios del petróleo, de los refugiados del Medio Oriente, de las elecciones en USA y, sobre todo, del diálogo.

En otras palabras que, Su Santidad había bendecido el diálogo, había nombrado su representante en el mismo, el Nuncio del Vaticano en Argentina y a conversar sin acordarse de más nada.

Y es aquí donde la CEV, y en especial, su presidente, Monseñor Padrón, le recordaron algunos detalles a Su Santidad, al Nuncio en Argentina y a Maduro: No puede haber diálogo hasta que al pueblo le sea restituido el derecho a revocar al presidente, mientras haya presos políticos, se le violen los derechos humanos a los venezolanos y le sean impuestos estragos como el hambre y la falta de medicinas y cuidados médicos por el fracaso del socialismo.

De modo que, antes que dialogar hay que enmendar, que corregir, y si no, que resuelva el pueblo en la calle.

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