La crisis de Venezuela, donde hoy se cumple un paro de 12 horas convocado por la oposición en contra del presidente Nicolás Maduro, se coló en la agenda de temas de la XXV Cumbre Iberoamericana de Cartagena de Indias.
EFE
Al pedido de los presidentes de las Organizaciones Empresariales Iberoamericanas, que instaron ayer a los jefes de Estado y de Gobierno a pronunciarse sobre la situación venezolana, se unieron hoy Perú y Guatemala.
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, aseguró a su llegada a Cartagena que espera que se aborde este tema, y ya había anticipado antes de viajar al encuentro iberoamericano que aprovechará este espacio para proponer la activación de la Carta Democrática para Venezuela.
“Hemos hecho un planteamiento para que se active la Carta Democrática de la OEA y al mismo tiempo se prepare un operativo de ayuda humanitaria a Venezuela, porque todos sabemos que hay problemas de alimentación y de medicinas”, anunció ayer el gobernante peruano.
Por su parte, el canciller de Guatemala, Carlos Raúl Morales, declaró en una conferencia de prensa que su país ve “importante” que la cumbre aborde la situación venezolana.
“Valoramos los esfuerzos de los expresidentes y del Vaticano, pero creo importante que la cumbre pueda abordar este tema”, afirmó Morales.
El jefe de la diplomacia guatemalteca apuntó que esa reflexión debe partir del “cumplimiento del Estado de Derecho y la ley” y por ello debe “llamar todos los sectores” venezolanos “a conversar, a atender los intereses de su país y tratar de encontrar una solución a esta crisis que está afectando de manera muy fuerte a la población”.
Y cuando no se esperaba la presencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fuentes de la cancillería colombiana confirmaron que asistirá mañana a la cumbre, en la que Caracas estaba representada hasta ahora por una comitiva que encabezada por el viceministro de América Latina y el Caribe, Alexander Gabriel Yánez Deleuze.
Los cancilleres de Mercosur también habían anunciado el miércoles un encuentro en el marco de la Cumbre Iberoamericana para discutir si aplican la carta democrática a Venezuela, que asumió la presidencia temporal del bloque.
El canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, declaró que la reunión se realizará bajo el amparo del Protocolo de Ushuaia, el compromiso democrático del Mercosur, y con el objeto de tomar una decisión al respecto.
Pero Venezuela replicó ante ese anuncio que está “en pleno ejercicio” de la Presidencia temporal del Mercosur y que no ha convocado ninguna reunión de cancilleres del bloque, por lo que advirtió que ese encuentro estaría “al margen de la legalidad”.
Ya la propia secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan, había reconocido este jueves que la situación política de Venezuela y el proceso de paz en Colombia pueden opacar los logros de este encuentro, que celebra en Cartagena sus bodas de plata.
“Lo urgente opaca lo importante. Eso es una realidad”, manifestó la funcionaria en un encuentro informal con algunos medios de comunicación, entre ellos Efe.
Cuestionada en particular por el diálogo promovido por el Vaticano en Venezuela, Grynspan señaló que la Santa Sede tiene “cierta seguridad” en lograr sus aspiraciones, pues antes se habían “negado a entrar”, e insistió en que esta es la única vía, aunque “difícil y dura”, para evitar la violencia, “que siempre está muy cerca”.
Venezuela vive hoy un paro general de 12 horas que se cumple a media máquina con menos tráfico del normal en las calles de Caracas, aunque tanto las entidades bancarias como varios comercios y oficinas abrieron sus puertas.
La Cumbre Iberoamericana es una reunión de jefes de Estado y Gobiernos de los 22 países de América Latina y Europa de lengua hispana y portuguesa, cuya primera edición tuvo lugar en 1991 en México.