Matheus: Maduro se radicaliza para evadir costo político que impone el dialogo dentro del oficialismo

Matheus: Maduro se radicaliza para evadir costo político que impone el dialogo dentro del oficialismo

JMMF

Juan Miguel Matheus, diputado a la Asamblea Nacional por el estado Carabobo, se pronunció a propósito de las últimas declaraciones de Nicolás Maduro sobre el proceso de diálogo. “Llaman la atención las dos caras de Nicolás Maduro frente al diálogo. Cuando está con el PSUV se muestra fanfarrón e intransigente y cuando está con el Vaticano es dócil y flexible. Nicolás es preso de sus miedos. Frente al micrófono se somete a las demandas de los radicales del chavismo y a puerta cerrada es preso del miedo que le tiene al pueblo de Venezuela”.

“Nicolás Maduro vive la política del disimulo. Disimula frente al chavismo radical, disimula frente al Papa y disimula frente al pueblo. Pero los venezolanos que sufrimos la crisis en carne propia no podemos disimular el hambre, la enfermedad y los deseos de cambio que nos mueven”, señaló.





El miembro de la Dirección Nacional de Primero Justicia exigió al Presidente respeto para el pueblo de Venezuela y para la Santa Sede. “Nicolás Maduro actúa de manera irresponsable y manosea las esperanzas de justicia y paz de todos los venezolanos. Mientras el país demanda soluciones políticas para restituir el orden constitucional y superar la grave crisis que estamos viviendo, Nicolás Maduro se burla en cadena nacional y baila al ritmo de la salsa. Al Presidente hay que recordarle que el pueblo que sufre también observa y está dispuesto a luchar”.

“La gran verdad detrás de las fanfarronerías de Nicolás es el quiebre del chavismo. Hay un sector del gobierno que se niega a dialogar, que arrincona al Presidente y que lo considera débil e incapaz. Diosdado Cabello, Tarek El Aissami, Francisco Ameliach y Pedro Carreño desprecian el diálogo y, en su lógica de dominación, no le ven razón de ser. Su verbo encendido es una manera de complacerlos y mantenerlos al margen”, aseguró.

Para finalizar, Matheus destacó que Nicolás Maduro rechazó el ultimátum del 11 de noviembre porque “a él, en la opulencia de Miraflores, no le importa el tiempo. Él come varias veces al día, tiene guardaespaldas y toma sus medicinas. El ultimátum lo pone el pueblo de Venezuela. El ultimátum lo pone ese niño que se muere de hambre, ese enfermo que fallece por falta de medicamentos, ese padre de familia a quien no le alcanza el sueldo y ese joven que decide irse del país por falta de futuro. A Nicolás no le importa el tiempo, pero al pueblo que sufre sí”.