Recorrer más de una decena de cajeros automáticos carentes de dinero en efectivo se ha vuelto rutinario en el estado Bolívar desde hace meses. El problema se acentúa durante los fines de semana, pero ahora incluso en días de semana puede escasear el papel moneda en las propias taquillas de los bancos, publica Correo del Caroní.
Margarita Sánchez, una jubilada residenciada en el centro de Puerto Ordaz, contó que esta semana fue a una entidad bancaria en el Orinokia Mall y no había efectivo. “La respuesta fue rápida, no hay efectivo y por eso no pude cobrar”, contó.
De acuerdo con la firma Econométrica, las probabilidades de difícil acceso a efectivo se acrecentarán en los próximos meses. En su último informe, correspondiente al 27 de octubre de 2016, la firma detalla que hasta 2014, los bolívares provenientes de la masa de billetes en circulación estuvieron en línea con la inflación que sufría el país, de modo que “no existía ninguna sensación de escasez de efectivo”.
En 2015 hubo dificultades en llevarle el ritmo a la inflación, pero los bolívares de la masa de billetes pasaron de una proporción de 50%-80% a un rango comprendido entre 120%-150%.
“Este año los precios han subido de forma mucho más acelerada, hasta alcanzar tasas interanuales que superan 500%. Sin embargo, el incremento interanual de los bolívares provenientes de los billetes en circulación se desaceleró a lo largo de 2016, pasando de la zona de triple dígito a 90%. El descenso no solo ha sido en el crecimiento de la masa de bolívares, sino también en el de número de piezas en circulación”, indican.
En lugar de emitir billetes de más alta denominación, la consultora destaca que el Banco Central de Venezuela optó por cambiar la composición de la emisión, dando más importancia a los billetes de Bs. 100.
Mientras en 2008, solo 4,1% de los billetes era de Bs.100; en 2016, los billetes de Bs. 100 representan 45,6% del total. “A pesar del cambio descrito, el BCV no pudo evitar que la cantidad de piezas en circulación se disparase. En el período 2002-2012 el número de billetes en circulación estuvo entre 1.000 y 2.000 millones de piezas (…) Para septiembre de 2016 existían cerca de 10.600 millones de billetes, unos 343 por habitante, en 2008 esa cifra era de 45 billetes por habitante. Sí, tenemos muchos más billetes, pero todos estos que están en circulación compran mucho menos que los que había en 2008”.
Econométrica precisa que la cantidad de billetes se ha multiplicado por 8,6, pero esos billetes en circulación “compran 1/4 de lo que podían comprar los que circulaban en diciembre de 2007”, lo cual justifica la necesidad de más billetes en la cartera que pagan menos bienes y servicios en la práctica.
Estiman que para diciembre, la caída real interanual de los bolívares de la masa de billetes en circulación será de 72% aproximadamente, lo que acentuará las fallas de disponibilidad.
En este contexto, la firma señala que “las probabilidades de mayores dificultades en el acceso a efectivo son altas”, y que para superar la eventualidad, el BCV debe emitir las nuevas denominaciones durante este mismo año.
Econométrica apunta que si no se concreta la emisión de billetes de mayor cantidad, queda ser previsivos y “cuidar celosamente los puntos de venta que cada uno de nuestros clientes tenga, disminuir en lo posible los rubros que requieran pago en efectivo o tratar de que dicho pago sea por otro método”.
“También entre esas previsiones está que tanto empresas como personas acumulen efectivo en las próximas semanas para enfrentar compromisos a final de año que son necesariamente en esta forma de pago”.