Oriette Ledezma: Esperamos mañana una muestra del Gobierno

Oriette Ledezma: Esperamos mañana una muestra del Gobierno

Foto: Iván Brito
Foto: Iván Brito

 

El Comité de los Familiares de los Presos Políticos acudió este jueves a la sede la Nunciatura Apostólica ubicada en Caracas, para agradecer el apoyo del Vaticano y expresar sus expectativas ante la reunión de la mesa de diálogo entre oposición y Gobierno.

Nota de prensa

“Venimos para agradecer al Vaticano y al Papa el apoyo que están dando al pueblo para concretar una salida a este modelo político que ha causado tanto daño y por todo sus esfuerzos para lograr un diálogo que permita concretar una salida pacífica en Venezuela”, declaró Oriette Ledezma, hija del Alcalde Metropolitano de Caracas Antonio Ledezma.

Añadió que “esperamos que en el plazo (que estipuló la Mesa de Unidad Democrática para evaluar y tomar una decisión sobre el diálogo) que es mañana 11, el Gobierno cambie su actitud agresiva y dé una muestra, que ojalá sea la liberación de todos los presos políticos”.

Dijo que “somos más de cien familias de presos políticos, que estamos viviendo un drama. Algunos tienen más de 14 años tras las rejas” y que en ese sentido piden que “se haga el milagro en Venezuela, de que se recupere la libertad de todos los pesos políticos, algunos de los cuales tienen en grave riesgo su salud”.

Sobre la posición del alcalde Ledezma respecto al diálogo y la libertad de los presos políticos, declaró que él ha hecho es “mantener la posición de lucha que ha tenido por muchos años. Él anhela su libertad como cualquier otro preso político, pero entiende que lo fundamental es que consigamos el cambio político para Venezuela. Nosotros podemos tener nuestros familiares libres, pero si el cambio político no se da, Venezuela va a seguir estando presa, sin libertad. Todos de alguna manera vivimos presos, por la inseguridad, por el miedo, por el hambre”.

Por su parte, Ingrid de Díaz, madre del diputado por el estado Táchira y preso político Rosmit Montilla, dijo que hace 13 días su hijo debió ser intervenido quirúrgicamente, pero el Gobierno lo impidió. “La vida de mi hijo corre peligro. He hablado todos los entes: con la Defensoría del Pueblo, con el nuncio apostólico Aldo Giordano y hasta el momento no he recibido respuesta”, lamentó.

Informó que no le permiten la comunicación con su hijo y que “desde el momento que lo sacaron de la clínica, se encuentra en una celda de castigo, sin medicamentos, ni la alimentación especial que requiere por su gravedad”.

Los familiares de los presos políticos entregaron en la Nunciatura un documento donde expresaron su preocupación. En la actividad estuvo presente la esposa del líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, así como otros familiares de detenidos por razones políticas.

Frente a la Nunciatura, el Comité instaló una escenografía que simulaba una celda gigante y un rosario elaborado con globos que lanzaron al aire.

A continuación reproducimos la carta que dirigieron al enviado del Papa, Claudio María Celli.

Monseñor
Claudio Maria Celi
Enviado del Papa para Venezuela
Presente

Excelentísimo Señor:

No podemos empezar la presente sin solicitar su bendición y especialmente pedirle transmita a Su Santidad Francisco, Sucesor de Pedro, pero también nuestro Papa latinoamericano, nuestra solicitud por su bendición y sus oraciones para este país y esta América convulsionada, la cual sabemos que está desde siempre en sus oraciones de la misma manera como él, nuestro amigo, está en las nuestras. Sabemos que es así y su presencia entre nosotros lo demuestra.

En este momento nuestro país se encuentra convulsionado al extremo y fracturado, como ya usted ha podido verlo, por muchas razones. Nosotros sufrimos como todos los demás venezolanos las penurias de la falta de comida y medicinas, el hambre nuestra y de nuestros hermanos. Pero además de ello, tenemos un sufrimiento adicional, una injusticia adicional. Padres madres, esposos, esposas, hijos e hijas, hermanos, hermanas presos por pensar diferente.

Hemos pedido y exigido a los representantes políticos de la oposición venezolana al gobierno minoritario y opresivo que se comprometa a mantener este tema como prioritario. Nuestros presos políticos, que el régimen se empeña en llamar “políticos presos” para negar la existencia de presos de conciencia, sin tomar en cuenta que casi la totalidad jamás han militado en partido político alguno, son solo parte de una sociedad civil que en diciembre del año 2015 eligió en las urnas electorales a la opción opuesta al gobierno.

Esa misma sociedad civil que el mundo pudo ver en la calle el día primero de septiembre de este año, en la que internacionalmente se ha dicho es “la segunda manifestación de calle más grande de la historia”.

Muchos de nuestros presos políticos tienen graves problemas de salud, pero se les niega reiteradamente la atención médica, aún cuando los tribunales han ordenado sus respectivos traslados a centros de salud, los carceleros hacen caso omiso y en algunos casos, ya tememos por sus vidas. Incluso, una vez hospitalizados, ya preparados para ser intervenidos quirúrgicamente, han sido irregularmente encarcelados en mazmorras, porque no puede dárseles otra definición.

Dios lo prometió, pero corresponde a los hombres hacer buenas las palabras del Señor en Isaías 51:14 “el preso agobiado será libertado pronto, no morirá en la mazmorra ni le faltará su pan”. Palabras que en boca del Señor suenan muy bonitas, pero nuestros presos políticos no solo languidecen en mazmorras, sino que posiblemente mueran por falta de atención médica. Presos a los cuales sí les falta su pan y han disminuido su peso en una cuarta o una tercera parte.

Todos ellos han sido reconocidos por organizaciones altamente respetables como Humans Right Watch y Amnistía Internacional como “presos de conciencia”. Algunos tienen medidas de protección de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos o están en proceso de obtenerla. También pronunciamientos de los Altos Comisionados de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, para las Detenciones Arbitrarias y para la Independencia del Poder Judicial.

Nuestros presos de conciencia han soportado juicios injustos, donde la dama ciega de la justicia no ha sido ciega, sino parcializada por la falta de independencia de los poderes públicos. Juicios en los que jerarcas políticos del gobierno, en un arrebato, ordenan condenar a personas que disienten del régimen, negando toda posibilidad de un juicio justo. Donde la Fiscalía General de la República, la Defensoría del Pueblo y el Tribunal Supremo de Justicia están al servicio del Poder Ejecutivo (además de Consejo Nacional Electoral y la Contraloría General de la República). Donde las pruebas no existen, donde los testigos juran la inocencia y los jueces condenan por delitos inexistentes. Donde las audiencias se difieren y los juicios se demoran para poder mantener privados de libertad a personas respecto de las cuales no hay motivo alguno para su encarcelamiento, todo esto sostenido por los más insignes juristas del país.

Personas detenidas por protestar con un megáfono, por manifestar su oposición por Twitter, personas por defender los derechos humanos de otros, personas por instalarse en una plaza pública con una tienda de campaña para manifestar su oposición, personas por reclamar que tienen hambre, que a sus comunidades no les llega comida, personas por proteger la vida de otros, personas usadas para encubrir otros casos, entre otras cosas. Ninguno por asesinar, ninguno por terrorismo, ninguno por traficar drogas, ninguno por robar, ninguno por secuestrar.

Nosotros, familiares de los presos políticos de Venezuela, imploramos a Nuestro Señor piedad, conmiseración, por el sufrimiento, tanto de nuestro familiares presos como de nosotros, que estamos tan presos como ellos, que tenemos la dura tarea de apoyarlos y sostenerlos en los malos tratos, hambre, privaciones, humillaciones y vejaciones, en la violación de todos sus derechos humanos, que sufren en las prisiones, soportando nosotros también un trato inhumano, violando leyes internas y tratados internacionales, empezando por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Pero no es solo el sufrimiento de nosotros y de nuestro familiares presos, el más inhumano de los sufrimientos es el de los niños, que no tienen posibilidad de ver a papá o a mamá, de compartir con ellos en muchos de los casos, en otros (dependiendo de los sitios de reclusión) pueden ver a papá o a mamá, después de ser humillados. Papá o mamá no están para hacer tareas, ir al colegio, ir a las actividades, el futbol, el beisbol, el ballet, para dormirlos en las noches, para secar las lágrimas de los dolores y las decepciones, para abrazar y festejar las alegrías que están negadas, porque papá o mamá no están.

Por todo esto, los familiares de los presos políticos solicitamos a Su Eminencia sus buenos oficios, para que nuestro sufrimiento termine, que Su Santidad Francisco, nos tienda la mano y no nos deje caer. Que las puertas de las celdas abran, como se abrieron para que Pablo fuese liberado. Que muy pronto abracemos a nuestro familiares presos y los niños abracen a papá o mamá que regresarán a casa. Es el momento para que sean buenas las palabras de Jesús, el Cristo Señor, expresadas en Mateo 5:6 “Bienaventurados los que tengan hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”.

Y es el Vicario de Cristo, nuestro Francisco, la persona en la que ponemos nuestra esperanza, porque si Dios eligió un Papa Latinoamericano, por algo fue, El lo sabe. Y por algo, Dios lo eligió, por intermedio de Francisco, para estar con nosotros y ser un verdadero mediador, alguien que logre la libertad de los inocentes.

Anexo a la presente, le entregamos la lista de los presos de conciencia de éste régimen.

Dios derrame sus bendiciones sobre esta tierra e ilumine y proteja a nuestro hermano Francisco para que por largo tiempo, nos pueda guiar y en este momento pueda interceder por nosotros ante Nuestro Señor y ante nuestro gobernantes para que muy pronto se haga justicia.

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