¡Queremos votar! Esa es la voz que se escucha al unísono en cada rincón de nuestra hermosa Venezuela. Todos y cada uno de nosotros, de este pueblo noble y golpeado, tiene siquiera una razón para querer votar y hacer que su futuro cambie a través de la democracia y de su propia voluntad.
Desde Primero Justicia hemos planteado a los venezolanos acudir a un proceso de censo para demostrarle al mundo que, cada día somos más los que queremos un cambio. Demostrar que las amenazas e injusticias no nos desmovilizan, sino que por el contrario nos dan más razones para sumarnos a la luchar por una Venezuela de progreso.
La cita es para que asistamos desde el 30 de noviembre al 4 de diciembre a expresar nuestra voluntad, a que participemos todos juntos en el Plan Queremos Votar y le demostremos a El Vaticano que de este lado, la pausa que hicimos en nuestra agenda fue honesta y leal a lo que nos pedían en pro de la paz y la reconciliación nacional. Sin embargo, estamos dispuestos a seguir luchando, no abandonaremos las calles hasta que no veamos resultados positivos, no para nosotros sino para el pueblo de Venezuela.
Rechazamos rotundamente la burla a la que nos ha querido someter este gobierno, mientras desde la Unidad ofrecimos un trato sincero. Tendimos la mano sin miramientos y creímos en la buena voluntad. El gobierno se ha encargado en jugar a la pelota y escurrir la arruga para no cumplir con ninguna de las condiciones puestas sobre la mesa de diálogo a la que fuimos convocados.
No crea usted señor, Maduro, que estamos aquí para permitir que se burlen de nosotros. La mesa de diálogo no es “la mesita del té” de nuestras hijas y nietas, a donde ellas invitan y sientan a sus muñecos favoritos y personifican distintas historias.
La mesa de diálogo fue pensada, creada y aprobada por las partes para alcanzar soluciones a la crisis, que nos afecta a todos los venezolanos. Le debemos respeto al pueblo venezolano. Pues es a los venezolanos, todos, a quienes estamos representando en ella. Esta mesa no fue creada para hacer de ella una demostración de fuerza, ni para construir nuevos revanchismos partidistas.
Trabajemos juntos en el futuro del país. Venezuela solo está esperando y pidiendo que le demos amor. Salgamos de nuestras casas este 30 de noviembre a demostrar que Venezuela quiere Cambio y dejemos en alto la democracia.