¿Qué tanto sabes de la práctica de la crucifixión?

¿Qué tanto sabes de la práctica de la crucifixión?

crucifixión
 

En todo el mundo occidental se conoce la crucifixión sobre todo por haber sido la forma en la que Jesucristo murió. A raíz de este hecho, la cruz pasó a ser el símbolo principal de la religión cristiana, publicó SuperCurioso.

¿Pero sabías que la crucifixión fue un antiguo método de ejecución, y que lo practicaron diversos pueblos? Aquí te hablamos un poco más.





¿Qué sabes de la práctica de la crucifixión?

Sin duda, crucificar a alguien era algo muy cruel y tan doloroso como el empalamiento. Solía atarse o clavar al condenado a una cruz de madera, y se dejaba allí hasta que moría. Los historiadores creen que este horroroso método de ejecución se originó en Asiria, a partir del empalamiento que practicaban; de allí pasó a Persia y luego Alejandro Magno lo copió. Los fenicios cartagineses, a su vez, introdujeron la crucifixión en Roma en el siglo III a.C., durante las guerras púnicas.

La crucifixión, así, fue practicada por los antiguos romanos y en otras culturas mediterráneas vecinas, como los persas o los griegos, e incluso por otras tan lejanas como la japonesa. Los primeros la usaban como una especie de advertencia a sus enemigos, y fijaban al reo a una estaca vertical, que en latín se llamó crux simplex.

Heródoto, en sus Historias, registró la rebelión de Babilonia contra el rey Darío I (522-486 a.C.) y cuenta que tras el largo sitio a la ciudad por parte de los persas –19 meses–, éstos rompieron las defensas y tomaron por asalto Babilonia; Darío derribó todas sus puertas y aunque la ciudad fue devuelta a los babilonios, el rey persa, para demostrar que no sería tolerada una revuelta más, crucificó a 3.000 babilonios de más alto rango.

Por otro lado, cuando Alejandro Magno capturó la ciudad fenicia de Tiro, en 322 a.C., ordenó la crucifixión de 2.000 hombres, los cuales fueron exhibidos a lo largo de la playa. Pero también se cree que mandó a crucificar al médico que no pudo salvar a su amigo Hefestión, y a Calístenes, su biógrafo e historiador personal, por estar en contra de adoptar la ceremonia persa de adoración real.

Y no sólo eso, en Cartago Nova, la ciudad hispana, la crucifixión se estableció como ejecución aplicada a los generales que sufrían una gran derrota.

En el imperio romano, antes de la república, castigaban a los delincuentes atándolos a un árbol, y los azotaban hasta su muerte. Hay quienes creen que la costumbre romana de la crucifixión se desarrolló a partir del arbori suspendere (colgar al reo de un arbor infelix, o árbol infortunado), pero ha sido extensamente refutada por expertos historiadores. De acuerdo con éstos, los romanos tomaron la crucifixión de los cartagineses, y era aplicada a esclavos, y luego a libertos de las provincias, a rebeldes, a piratas y a criminales y enemigos odiados, pero siempre indicando el bajo estatus social.

En Roma se crucificaba a hombres y a mujeres, y los ciudadanos romanos que eran condenados no podían ser crucificados sino decapitados, que era una forma más honorable de morir, aunque si se demostraba alta traición era clavado en una cruz.

El culpable debía desnudarse por completo, sin importar su sexo, y por eso era considerada la más vergonzosa, humillante y peor forma de morir. En Roma, la crucifixión no sólo mataba, también mutilaba y deshonraba al condenado. Quienes eran crucificados se quedaban allí, totalmente expuestos y desnudos, y no eran enterrados. La crucifixión masiva más notable fue a causa de la revuelta de Espartaco, en el 73 a.C.: fue derrotado junto con sus hombres, y a los sobrevivientes, más de 6.000 esclavos, los crucificaron a lo largo de la Vía Appia, el camino entre Roma y Capua.

En Japón, se acostumbraba crucificar a personas antes y durante el shogunato Tokugawa, y se llamaba haritsuke. El reo era atado a una cruz en forma de T y al final terminaban la ejecución clavándole lanzas. Se dejaba el cuerpo durante un tiempo antes de enterrarlo.

¿Y cómo muere un crucificado? La verdad es que es una muerte lenta y sumamente dolorosa, puede abarcar desde algunas horas hasta varios días, dependiendo del método empleado.

A pesar de que en el Evangelio de Juan se describe que las heridas de Cristo estaban en sus manos, documentos históricos refieren que los clavos se clavaban en las muñecas, entre el radio y el cúbito, y experimentos realizados por un documental de National Geographic mostró que clavar los pies a un lado de la cruz libera el esfuerzo de las muñecas. Lenta y gradualmente, la persona se asfixiaba, y solían quebrarle las piernas para acelerar el proceso.

Sea como sea, la muerte por crucifixión era muy dolorosa, y pensada para infligir el mayor daño posible al condenado, sin contar con la deshonra.

Esta horrenda forma de ejecución fue abolida por el emperador Constantino en el año 337, y luego el cristianismo se convirtió en la religión oficial del imperio romano. Si te ha interesado este tema, tal vez quieras leer sobre las 1.000 maneras de morir en el imperio romano.