Sebastiana Barráez: Las masacres invisibles de Cariaco

Sebastiana Barráez: Las masacres invisibles de Cariaco

CariacoEntierroSep2016

 

La periodista de investigación Sebastiana Barráez se adentra hoy, en su columna en el semanario Quinta Día en el horror y la impunidad que sufre el pueblo de Cariaco, en el Estado Sucre, con una serie de homicidios que han quedado sin solución judicial, y que han afectado a la población en general. La inseguridad se devora al pueblo.





 

CARIACO. Es la capital del municipio Ribero del estado Sucre. Es un pueblito de cañicultores y pescadores invadidos por bandas criminales equipados con armas de guerra. La ubicación geográfica los ha convertido en una encrucijada del narcotráfico. En el pueblo hubiesen querido que los recordaran por los 200 años del Congreso de Cariaco o por la variedad de maíz, por los goles de Luis, por los versos de Guillermina o por los balnearios. Hoy son noticia por una masacre: nueve muertos y tres heridos graves en El Porvenir, el barrio más pobre. La noche del 11Nov seis hombres armados asesinaron a 5 miembros de la familia Rodríguez: Luis José, su hijo Luis Bernardino, Javier Jesús, Jesús Rafael y Jackson Rafael. También mataron a Miguel Ángel Acosta García, Eduardo Bautista Vallejo y los hermanos Luis Alberto y Carlos Javier Arias Cabello. Heridos quedaron Samir Urbina y los hermanos José Ramiro y José Rafael Rodríguez Brito. “Llevamos cinco años de masacres invisibles”, cuenta uno de sus habitantes. En el 2011, un día cualquiera, amanecieron cuatro muertos en tres parcelas del sistema de riego; uno de ellos era un niño, atado con alambre de púas, torturado, pues le cortaron algunos dedos, le arrancaron varias uñas y tenía quemaduras. Pocos meses después apareció un cadáver sin ojos en la plaza principal del pueblo. Luego un homicidio cuádruple en una posada. En lo que va de año ese municipio, de 80 mil habitantes, lleva 62 homicidios. En una de las parroquias más pequeñas, Santa María, durante el 2016 han ocurrido dos casos de homicidio triple y nueve muertos. Es un municipio agrícola con 100 predios ocupados, aunque ya nadie se queda en el sistema de riego, que tiene 13 mil hectáreas. Los productores tenían armas para su protección, pero casi todos han sido atacados para robarles el armamento, muchas veces casero. El cultivo que persiste es el de caña, que requiere menos cuidado, pero los de tomate, ají y pimentón fueron abandonados, porque a quienes van a trabajar la tierra les roban la batería de los tractores o los golpean para atracarlos, etc. Desde julio van 7 productores muertos por el hampa. Luego del terremoto del 97 la sede operativa de la policía, que estaba en Cariaco, fue trasladada y apenas dejaron media docena de policías mal adiestrados y mal equipados. Desde hace poco hay dos puestos de la Guardia Nacional. El 20oct la población organizó una reunión de trabajo con todas las autoridades regionales responsables de la seguridad y la justicia, educación, producción agrícola y turismo; solo asistió el del MAT. En el pueblo saben que hay funcionarios de los organismos de seguridad implicados con bandas delictivas, al servicio de mafiosos. Freddy Bernal trató, en su momento, de profundizar en el caso pero se rindió.

 

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