Tal como se dijo la MUD no acudió, en un sentido estricto, a la mesa del diálogo el día 6. En vez de ello denunciaron que el gobierno no estaba cumpliendo con lo acordado. Como consecuencia, las reacciones diversas —especialmente desde el ejecutivo— no se hicieron esperar. El presidente persiste en que nadie se va a parar de la mesa, y que probablemente el diálogo se va a extender más allá del 2017. Mientras que muchos actores, especialmente desde la UNIDAD han indicado que, aparte del intento de romper la confianza, ha sido la escalada verbal lo que ha perjudicado al proceso.
Lo cierto es, el proceso está siendo perjudicado por muchos factores, siendo los principales: las percepciones que algunos actores tienen del tiempo, esperando resultado concretos e inmediatos, cuando este proceso no ha hecho otra cosa más que iniciar. Otro factor que ha jugado en contra es la guerra de micrófono y la inconsistencia por parte del Chavismo, que un día dice una cosa, y a los minutos otras, o su “líder” señala que nadie se parará de la mesa, pero, en su programa de TV, uno de sus secuaces, manda a callar al mediador; especialmente porque estos exigieron al gobierno una cosa: cumplimiento de lo acordado y compromiso.
Todos los venezolanos deseamos que la situación política se resuelva, y con ella a la larga el problema económico. Pero, por encima de ello, deseamos que la solución venga a través de un medio serio y democrático… dicho en términos más espartanos: queremos que la salida sea constitucional e institucional. Aquí no hay cabida para fast track, salidas, jugadas de último momento. Pero, por encima de ello, no hay espacio para egos desproporcionados.
La UNIDAD como un ente que incluye muchas visiones del quehacer político, tiene figura y detractores. Como una entidad son sólidos, pero no se puede evitar que algunos partidos tengan sus propios asuntos. Pero lo que sí es cierto, y es que no se pueden dejar llevar, me refiero a los partidarios y actores políticos fuertes, por los egos y deseos de desquite, cuestión que aumenta de forma significativa las diferencias dentro de la MUD.
Ya algunos actores políticos, que se dicen democráticos, han iniciado campaña de descredito, pero no contra el gobierno —en gran medida porque saben que es una pelea perdida— sino contra quienes formamos la UNIDAD, contra el diálogo también han arremetido. Calificaciones como trampa, como un error, pero por encima de ello señalando que muchos actores políticos de la MUD se vendieron al gobierno con antelación. Esta declaraciones, sin fundamento, y `producto de una mente calenturienta, que se ven cada vez mas perdido, le dan razones al gobierno cuando señala que la MUD esté llena de corruptos, que muchos solo desean el puesto para hacer de las suyas. En donde muchos velan por sus intereses y que esta, de UNIDAD solo tiene el nombre.
Es triste ver, como un “demócrata” le brinda ayuda al gobierno, señalando a sus compañeros de bando. ¿Qué espera con esta actitud? Sin duda quedar como un tipo bueno, pero en realidad lo que está logrando es intensificar las divisiones dentro de la MUD. Consciente o inconscientemente, y decanto más por lo primero, le está haciendo un gran favor al gobierno.
Por eso, he titulado este articulo el compromiso del Demócrata, para indicar que esas actitudes no son propias de un verdadero demócrata. De alguien comprometido con el futuro de Venezuela, de alguien comprometido con el cambio. En vez de ello, estamos frente a sendas patadas de un ahogado que se ve cada vez más hundido.
Un verdadero demócrata, y por encima de ello, uno comprometido, no anda con esos miramiento. Critica, señala, pero es cauteloso, no brinda armas al adversario para que este acabe con su bando, pero sobre todo apele a las visas institucionales para resolver los problemas, porque antepone el bienestar común sobre los intereses propios.
Por eso, hay que ser más un buen demócrata, y menos populista. Porque, sería triste que la MUD fracasará, no por sus deficiencias o que el gobierno tiene a gente con más malicia, sino porque uno dentro de la UNIDAD decidió anteponer su futuro sobre el de todos los venezolanos que sueñan con ver que la situación de su país mejore.