Reforma agrícola y productividad, por Jesús Alfonso Sánchez

Reforma agrícola y productividad, por Jesús Alfonso Sánchez

thumbnailJesusAlfonzoSanchezReforma agraria no es lo mismo que reforma agrícola. Reforma agraria es un conjunto de medidas políticas, económicas, sociales y legislativas impulsadas con el fin de modificar la estructura de la propiedad y producción de la tierra. Las reformas agrarias buscan solucionar la concentración de la propiedad de la tierra en pocas manos o dueños (latifundio), y la baja productividad agrícola. En década de los sesenta del siglo XX hubo importantes cambios en la explotación del campo impulsados por diversas causas pero en su mayoría quedaron rezagadas.
Los revolucionarios han implantado formas de cambiar la tenencia de la tierra por medio de la expropiación e invasión de la tierra sin indemnización o de compensación a los propietarios según la cual se califica de comunismo o socialismo siglo XXI. En consecuencia lo que se logra es la creación de una clase de pequeños y medianos agricultores con criterio de conuqueros-pobre que desplazan la hegemonía del ruin latifundista de poca producción. Podemos citar leyes que ninguna cambió el sistema de producción del campo con beneficio de cambio social y de prosperidad a las naciones que se atrevieron cambiar la historia del campo agrícola con leyes y expropiaciones contra al que la trabaja y explota con rentabilidad y producción a grande escala. En Venezuela se aprobó la Ley de Reforma Agraria de 1945 (Gobierno del General Isaías Medina Angarita). Ley de reforma agraria de 1948 (Gobierno de Rómulo Gallego) Ley de Reforma Agraria de 1960 (Gobierno de Rómulo Betancourt). Ley de Tierras y Desarrollo Agrario del 2001 -una de las leyes habilitantes (Gobierno de Hugo Chávez). Como en Cuba: Primera Ley de Reforma Agraria de 1959 de Fidel Castro, y la segunda de 1963 que termino de arruinar a Cuba con la producción de azúcar. En Colombia: Ley 200 de 1936. Ley 135 de 1961 Sobre Reforma Social Agraria, modificada por las leyes 1 de 1968, 4 de 1973 y 30 de 1988. Entre otros países. Y los resultados en nada cambio el progreso de los pueblos agrícolas, solo quedo el recuerdo de un pasado que se ha consolidado en pleno siglo XXI con pobreza y enfermedades.

Reforma agrícola es lo contrario a la reforma agracia sin necesidad de expropiar la propiedad privada y repartir la tierra a quien no la trabaja con productividad. En cambio la Agro Empresa (el pequeño propietario, empresario, y trabajadores del campo) se alcanza mayor desarrollo y prosperidad con la incorporación del capital privado y publico tanto nacional e internacional. He tomado ideas del articulo de opinión de Pedro E. Piñate B. EU (03-12- 16) según la cual sí se puede lograra la transformación del campo agrícola venezolano sin revolución comunista ni caudillismo militar: “Cultivar la tierra o criar ganado en el marco organizacional de una empresa, ofrece grandes ventajas al productor y la producción, y al país. Entre ellas destacan el orden contable-administrativo y el planeamiento. El primero permite llevar y manejar los gastos y costos para conocer la eficiencia de las actividades. El segundo es la base del presupuesto y también la guía de inversión, gasto y trabajo productivo. Por otra parte, al convertirse las fincas en empresas y los productores en empresarios, también los trabajadores rurales y la mano de obra familiar no asalariada, se benefician al cesar la informalidad de uso y contratación por fincas y productores no empresariales.

La agro empresa puede ser pequeña, mediana o grande, la conversión agro empresarial del campo venezolano puede y debe ser siempre promovida ante el fracaso de los procesos reformistas agrarios de los años 60 y los 2000, ambos inspirados en la colectivización de la agricultura bajo la tutela del Estado. Por el contrario, ha sido y es acertada la visión de los gremios cúpula de ganaderos y agricultores, Fedenaga y Fedeagro, al promover la transformación de las fincas en Empresas y de los productores en Empresarios.





Un ejemplo a seguir fue Concepción “ Concho“ Quijada recién fallecido, quien hizo de su productiva finca-agroempresa, una de demostración permanente de trabajo productivo, perseverancia y creatividad como otros empresarios del campo: Hans Newman, Oscar Rohmer, Reinaldo Cervini, entre otros. Allí se demostró el valor de la genética, de la escala y de la integración vertical, produciendo leche, caña y granos por gandolas, no en cántaras, carretas ni sacos. Organizó a los pequeños y medianos productores en ANCA y contribuyó a hacer de Portuguesa “el granero de Venezuela” En Fedenaga, integró su primer directorio (1962-64), junto a Ramón Branger (Presidente), Luis Fernando Yépez, Carmelo Contreras, Elías Acosta, René Rincón, Enrique Urdaneta Lecuna, Óscar Guruceaga, Rutilio Díaz, Eduardo Mendoza Goiticoa, con la asesoría técnica de Miguel Rodríguez Viso. Estos y otros líderes del campo han demostrado que la agricultura empresarial es la vía rápida al desarrollo con productividad”. No son fabulas de Chávez con sus gallineros verticales y cultivos de lechugas con “técnicas” cubana en terrazas del Parque Central de Caracas. Tal cual como concibió Chávez, y ahora Maduro el desarrollo agropecuario para alimentar a los venezolanos. Hoy los venezolanos se matan por un huevo y se acuestan con el estomago vacio. La muerte del campo y productor deambula con la hoz acuesta.

Venezuela con grandes reservas petroleras vive una hambruna en medio de un emporio de recursos económicos sin aprovechar. La tierras son fértiles con recursos humanos para sembrar y criar ganados e instalar industrias y desarrollos turísticos para capitalizar bellos paisajes y playas únicas. El venezolano es emprendedor e inteligente para avizorar el mal tiempo. Todo desafío es duro, hay que enfrentarlo con decisión y coraje. La Crisis humanitaria, la inseguridad con impunidad, la hiperinflación con devaluación y ¡pandemia! No es cuento chino, es verdad. “Una civilización que no puede proveer las necesidades primarias de vida para la gente es una que no puede durar.” Anuncio John Boyd quien fuera primer director de la FAO. Y continuo con sus enseñanza: “la comida necesaria no puede ser producida sin una enorme cantidades de insumos industriales no solo implementos agrícolas y fertilizantes, sino también, capital para el riego y el control de inundaciones y de medios mejorados de transporte y almacenamiento de alimentos”. Con hambre e inseguridad no puede haber dialogo y menos con quien la produce. La gente hambrienta no puede ser satisfecha sino con comida. Nadie aprende en cabeza ajena, y menos con estos enchufados y militares incompetentes que llegaron para quedarse como herederos del mal.

La política Agroalimentaria es un reto de un gobierno de transición que impulse la MUD (2017) con la Sociedad Civil y el empresariado con capital nacional e internacional, trabajadores, agro técnicos, gremios del campo para producir la cantidad de alimentos del país y exportar excedentes. Hoy los productores que subsisten están frustrados, empobrecidos por falta de garantías económicas y jurídicas que debe garantizar el Estado para comenzar a producir la tierra que aun esta expropiada, confiscada e invadida (5 millones de hectáreas privadas) y baldías que fueron saqueadas y destruidas con saña, odio y violencia del chavismo comunista. Esa es la verdad.

¡Ojala! que la gente desocupada que vive en grandes ciudades y pueblos de Venezuela que son millones levante la vista hacia las tierras agrícolas del país que fueron productoras y exportadoras de alimentos. ¡Ojo! el Campo agrícola para ser atractivo y seguro tiene que ser urbanizado (con todos los servicios públicos…), vialidad, (…) como debe ser, y sin duda será el camino para eliminar de raíz el rentismo petrolero y la burocracia corrupta que sostiene al régimen de Maduros con la cofradía militar. Así las cosas.