Una expropiación monetaria, por Willians Ruiz

Una expropiación monetaria, por Willians Ruiz

thumbnailwilliansruizVenezuela está en presencia de un ultimátum monetario. Mediante un nuevo decreto de “emergencia económica” se ha ordenado la retirada de circulación del billete de 100 bolívares (pieza monetaria). Fundamentado en una supuesta conspiración y boicot al sistema monetario y economía del país. Se acusa a agentes externos y conspiradores fronterizos, incluso a miembros de la banca privada.

Se retira el curso legal y se fija un plazo de 72 horas para canjear todo billete de Bs. 100 por billetes de curso legal vigente. El canje debe ser realizado exclusivamente en las oficinas de la banca pública. Una vez concluidas las 72 horas, el billete no será reconocido, ni aceptable como medio de pago e intercambio en la compra y venta de bienes y servicios. Se extenderá un plazo de 10 días bancarios para realizar cualquier canje –que no pudiera ser efectuado dentro de las 72 horas- ante las taquillas dispuesta por el Banco Central de Venezuela (BCV).

Se podría decir que estamos en presencia de una EXPROPIACIÓN MONETARIA. La primera, luego de aquellas que se produjeran tras la creación del BCV, en diciembre de 1939. En aquel momento, y con el decreto de creación del BCV, se redujo en 50% el respaldo en oro de los bolívares. Inmediatamente, y de un plumazo el gobierno confisco el 50% de la riqueza de los particulares. Luego, en 1960, se redujo a solo 33%, expoliando nuevamente la riqueza de los particulares y restando respaldo al bolívar. Finalmente, en 1974 se eliminó cualquier tipo de convertibilidad del bolívar al oro. En medio de un concierto político global que puso fin al patrón oro como sistema monetario. Desafortunadamente el patrón oro representaba un cinturón muy corto y ajustado para la insaciable barriga de los políticos y tendió a ganarse muchos adversarios.





He querido referirme a este hecho como una expropiación monetaria porque es así como lo percibo. El gobierno, mediante la fijación del curso legal y uso forzoso del bolívar, ha obligado a que los ciudadanos utilicen ésta moneda. Además, con la existencia del control de cambio, imposibilita que puedan transformar su riqueza, dinero o propiedad en otras divisas de mayor libertad, reconocimiento internacional y fortaleza de poder de compra.

El venezolano es preso del sistema monetario vigente, no tiene posibilidad absoluta de que su propiedad y riqueza, ahorro, inversión, salario –por muy poca o mucha que esta sea- no sea afectada por las decisiones del Estado.

El plazo para retirar de circulación los billetes de 100 bolívares es completamente insuficiente. A nivel técnico y logístico no existen las condiciones para retirar del sistema tantas piezas monetarias. Al mes de noviembre el total de billetes de 100 era de 611.170.871.050 piezas, representando un 38% del total de billetes y monedas.

Es muy probable que gran parte de estas unidades se encuentren dentro del sistema bancario. Pero, también es muy seguro que una parte considerable esté en manos del público. Quienes los usaban para cubrir pagos recurrentes de bienes y servicios, debido a notables fallas en el sistema de pagos electrónicos (Crédito, Débito) y escasez de billetes en el sistema bancario y de telecajeros.

Ahora bien, “el motivo” que ha impulsado esta repentina e improvisada estrategia de retiro de circulación de los billetes de Bs. 100, es porque se supone un boicot internacional y fronterizo para atentar contra el sistema monetario venezolano. De hecho, suponen que gran cantidad se encuentra en Alemania y Colombia. Debo decir que es una teoría de conspiración un poco turbia y confusa, porque a diferencia del $, €, £, ¥, el bolívar (Bs.) carece de uso y reconocimiento como divisa en el mercado internacional. Tener un bolívar fuera de Venezuela no aporta ningún valor y no proporciona ningún uso. A menos que sea en los puntos de actividad fronteriza con Colombia y Brasil, por razones naturales de intercambio de los ciudadanos que hacen vida en ese espacio.

Base Monetaria (Billetes y Monedas)

Fuente: Banco Central de Venezuela.

El corto periodo dispuesto para el canje de los billetes de 100 Bs. -las primeras 72 horas en la banca pública y los 10 días bancarios adicionales en las taquillas que disponga el BCV- advierte que, finalizado este plazo, todo aquel que tenga en poder billetes de  Bs.100 verá extinta su riqueza y violentado tajantemente el ejercicio del derecho de propiedad sobre su dinero. En palabras más simples: luego del ultimátum monetario, toda aquella persona tenga uno billete o más de Bs. 100 debe sentirse EXPROPIADO o, mejor dicho, EXPOLIADO porque no recibirá retribución alguna por los daños causados por el Estado.

El objetivo de la expropiación se ha fijado claramente: El gobierno supone que fuera del país existen más de Bs. 3.000.000.000. Monto aproximado que espera desmonetizar –expoliar-. Además, creen que este proceso contribuirá a poner freno a la hiperinflación y la giga-depreciación del bolívar. Pero, es poco lo que conocen del rol de las expectativas en la economía y cómo se comportan éstas en procesos de hiperinflación.

Por otro lado, causa inquietud que analistas y colegas no sean conscientes del episodio que está viviendo el país, y se distraigan en los beneficios transaccionales que trae agregar monedas o los perjuicios de retirar monedas del sistema. Preocupa, que no puedan ver el fondo del asunto. No advierten el peligro que corre la propiedad privada, la economía, la estructura productiva y finalmente el ciudadano común.

No importa si tienes uno o mil billetes de Bs. 100. Ese dinero que por obligación –curso legal, uso forzoso- tienen que usar los venezolanos, es un compromiso de pago, una deuda del BCV, utilizada para “mejorar” el intercambio en la economía y que cada ciudadano represente o exprese su riqueza, ahorro, inversión, salario, pensión, ganancias. En fin, su propiedad. Todo aquel billete de Bs. 100 que no pueda presentarse al canje y posteriormente sea desconocido, será tácitamente una EXPROPIACIÓN MONETARIA. Sin más, ni menos adornos y explicaciones.

Willians Ruiz

@williansruiz