El joven Manuel Herrera se echó una hora y media desde el campo donde trabaja hasta el casco de San José de Barlovento con dos kilos de cacao en su mochila con la esperanza de venderlo para poder comprar alimentos. Fracasó en el intento.
A 2 mil 700 BsF, Herrera tenía la esperanza de obtener poco más de 5 mil bolívares para hacer algo de mercado y devolverse a su casa, pero la falta de efectivo gracias a la “jugada maestra” del primer presidente obrero, Nicolás Maduro Moros, con la que aseguró “le quemó las manos” a las mafias, no solo le quemó las manos a Herrera, sino también su estómago y posiblemente el de su familia.
Esa es la cruda realidad de los artesanos y comerciantes del “oro venezolano”, el cacao, en el Municipio Andrés Bello de San José de Barlovento; donde Herrera y otros 15 mil venezolanos como él que han vivido del cacao ven cómo las distorsionadas políticas “revolucionarias” están mermando el comercio.
En tal sentido, Leonel Mentado, secretario de asuntos parroquiales de Copei por el estado Miranda, explica que se estarían dejando de comprar mensualmente 45 toneladas de cacao por cada comerciante, lo que merma la actividad agrícola por excelencia de la zona.
“Hay agricultores que tardan hasta dos horas de los campos al centro del pueblo y al llegar les dicen que no pueden comprarles ya que no tienen cuentas bancarias”, explicó Mentado.
“Los bancos sólo están dando 20 mil BsF de efectivo, por lo que el comercio de cacao de los pequeños productores prácticamente se encuentra paralizado”, puntualizó Mentado.
Aunado a esta situación los comerciantes denunciaron que semanalmente, todos los viernes les caen funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana a cobrarles “vacuna”, que pueden llegar hasta los 30 mil BsF.
“La seguridad agrícola no puede estar a merced de las locuras políticas del gobierno”, finalizó Mentado haciendo un llamado al gobierno a rectificar las decisiones que están afectando a los más humildes y trabajadores venezolanos del campo.